Personal médico del Hospital General de Medellín protestó al frente de las instalaciones debido a que no han recibido el pago de sus salarios. Exigía la presencia del gerente del hospital, para que pusiera “la cara” ante los reclamos de los manifestantes. Esto hace parte de una “crisis” del centro de salud, debido a la carencia de insumos para la atención en salud de pacientes.
“Era el “mejor Hospital Público de América Latina en Pediatría” y hoy está en una situación administrativa y financiera lamentable de cuenta de la corrupción. No hay con qué atender a los niños”, escribió en X (antes Twitter) el concejal de Medellín Daniel Duque, basado en un comunicado del centro de salud.
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El documento enlista los problemas que en este momento presenta el hospital y por los cuales la prestación de servicios se ha suspendido o ha sido intermitente. El grupo en pleno de pediatras del centro de salud explicó que hay una unidad de cuidado neonatal con 54 camas, una zona de urgencias con 22 camas, una unidad de cuidado intensivo pediátrico con ocho camas y una zona de hospitalización con 54 camas.
El personal está altamente calificado y algunos acumulan casi 30 años de servicio en el hospital. El 77% de ellos está vinculado por prestación de servicios o por cooperativa. A ellos se unen estudiantes de diferentes universidades, que hacen sus prácticas allí. Todas estas personas atienden a niños y niñas que, en su mayoría, son del régimen subsidiado; muchos son migrantes, víctimas de desplazamiento forzado, en condición de pobreza y vulnerabilidad y con enfermedades crónicas.
Los pacientes ahora experimentan deficiencias en la atención en salud por parte del centro de salud, que en 2021 llegó a ser considerado el mejor en pediatría. De acuerdo con el comunicado, no están recibiendo los insumos necesarios de manera permanente y oportuna para atender a los usuarios. Entre ellos están los equipos fotosensibles para alimentación parenteral, quimioterapia y otros medicamentos.
Tampoco cuentan con cintillas para hacer uroanálisis y glucometría, insumos para procesar exámenes de laboratorio, sensores de temperatura para incubadoras, fórmulas lácteas, vitaminas para nutrición parenteral, medicamentos para quimioterapia y herramientas para resonancias magnéticas a neonatos. Además, recientemente tuvieron que cerrar ocho camas de la unidad de cuidados básicos neonatales y otras siete de cuidado intensivo neonatal. Esto, debido a la falta de instrumentos y de mantenimiento de equipos requeridos para dichas camas.
“Todo esto supone riesgos que no son controlables únicamente con la estricta adherencia del personal asistencial a guías y protocolos de manejo, que superan nuestra capacidad de gestión y control, que también afectan la seguridad, oportunidad y calidad de la prestación del servicio en salud y redundan en detrimento del clima laboral”, expresaron los pediatras del hospital en el comunicado.
Se ha presentado deserción de personal médico que contaba con años de experiencia en el sector, que ha considerado grave la problemática de la falta de insumos al momento de ejercer sus tareas con seguridad. Asimismo, indicaron que los especialistas que todavía están contratados no han recibido el pago de sus honorarios correspondientes a octubre y que, hasta el momento, no han obtenido una respuesta satisfactoria al respecto.
En ese sentido, solicitaron a la administración del hospital hacer frente a la grave problemática, así como también pidieron al Ministerio de Salud, a la Gobernación de Antioquia y a la Alcaldía de Medellín ejercer un acompañamiento en el proceso de resolución de dificultades, en el que los pediatras esperan participar y apoyar. Asimismo, exigieron el pago de los respectivos honorarios de contratistas e instaron a las universidades que envían a sus estudiantes a hacer prácticas en el centro de salud, a exigir condiciones de calidad para impulsar un adecuado aprendizaje.