Qué pasó con Jenny Ambuila, la joven que presumió un Lamborghini y terminó con su papá extraditado a Estados Unidos

En el 2019 el nombre de Jenny Lizeth Ambuila se conoció en el país. La historia de esta joven se hizo viral en redes sociales luego de revelarse que a tan corta edad era duela de un automóvil Lamborghini Huracan Spyder, además por tener la capacidad económica de viajar a varios destinos, vestir con marcas costosas y por llevar una vida llena de lujos.

Tras una exhaustiva investigación, se estableció que la opulenta vida de esta persona no derivaba de su propio esfuerzo laboral, sino más bien de las actividades ilícitas de su padre, Ómar Ambuila. En ese momento, Ambuila desempeñaba funciones como funcionario de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) y se vio involucrado en una extensa red de contrabando. Este involucramiento culminó con su detención en Estados Unidos, después de que una corte en Florida solicitara su extradición.

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Este proceso inició cuatro años atrás, luego de que las autoridades notaran los excéntricos gastos de Jenny Ambuila, su madre y otros miembros de su grupo familiar. Después de ser capturados, fueron presentados ante un juez por los delitos de lavado de activos, favorecimiento de contrabando y concierto para delinquir. Lo anterior llevó a Ómar Ambuila a la cárcel La Picota, pero el miércoles 15 de noviembre de 2023 la Administración de Control de Drogas (DEA) lo extraditó a Estados Unidos por el delito de conspiración para lavar activos.

En el transcurso de la investigación, la hija de Ambuila sostuvo que su labor se centraba en la creación de contenido, buscando desviar la atención de los lujos que la rodeaban. A pesar de compartir aspectos de su vida en las redes sociales, se descubrió que su automóvil, prendas de marca y otros accesorios eran fruto de las actividades ilícitas de su padre. Este último, un funcionario de segundo nivel en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) en el Puerto de Buenaventura.

Las autoridades manifestaron su sospecha al notar que en tan solo unos meses de residir en Estados Unidos, Jenny Ambuila acumuló un capital que le posibilitó vivir en su área, adquirir un Lamborghini rojo personalizado de casi 300 mil dólares, y vestirse con marcas de renombre como Coco Chanel, Louis Vuitton, Hermès, Cartier, entre otras. Estos detalles fueron revelados a través de las imágenes que compartía en sus redes sociales.

Zapatos, carteras, accesorios, cinturones, de pies a cabeza, lo que usaba valía una cantidad de dinero que parecía sospechoso a la vista. Incluso las maletas de viaje de Jenny Ambuila fueron personalizadas con sus iniciales, también su funda para celular y su pasaporte, pagando una gruesa suma por implementar sus iniciales en cada uno de los artículos.

Aunque Ómar Ambuila intentó frenar su proceso de extradición con una acción de tutela en la que solicitó que en el juicio oral en su contra pudiera entregar nombres de funcionarios implicados y decir quiénes daban las órdenes de inspeccionar y nacionalizar cargamentos de mercancía que entraba por el puerto de Buenaventura la petición no fue aceptada.

La defensa de Ómar Ambuila comentó en entrevista para El Tiempo que “la Procuraduría se opuso a que fuera escuchado antes de la extradición argumentando que, a través de la cooperación internacional, podía entregar esa información desde una cárcel de Estados Unidos”.

Para el caso de su hija Jenny, se sabe que ella y dos integrantes más de su familia lograron pagar casa por cárcel y luego fueron apartados del proceso investigativo. Según el defensor judicial de la familia, esta no cuenta con recursos financieros actualmente.

Incluso la joven estaría tratando de recuperar un predio que tenía en arriendo en la capital del Valle del Cauca. Además, los lujos que tenía en su poder le fueron confiscados por el Servicio Interno de Impuestos de los Estados Unidos.