Inyectaban biopolímeros sin consentimiento de las clientas: autoridades investigan centro médico en Barranquilla

La barranquillera Karina Cueto Rodríguez debe someterse a tres cirugías de más de $100 millones para extraer los biopolímeros que fueron inyectados en sus glúteos sin consentimiento. El caso data del 3 de noviembre del 2022 y según relató Cueto, los hechos sucedieron cuando ella se acercó a un centro médico para una valoración de un supuesto procedimiento moldeador sin necesitar incapacidad.

La mujer de 39 años relató en entrevista para Blu Radio que pagó cerca de $3 millones por la intervención y cuando ya estaba en la camilla notó que sí se trataba de un procedimiento invasivo, pero que le dijeron que se trataría de una lipotransferencia para retirarle grasa del abdomen y aplicarla en sus glúteos.

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Pero horas más tarde comenzó a sentir dolores intensos, mareos y síntomas de debilidad, sus glúteos se pusieron morados y fue tal el malestar que experimentó que en una sesión postoperatorio se desmayó. “Mi familia decidió llevarme a urgencias de la Clínica Murillo y el médico me dijo: ‘Mujer, estás viva de milagro’”, comentó Karina, para el medio citado.

Afirmó que el médico que la atendió le sacó un gel de los glúteos, pero en el centro estético reafirmaron que solo le habían inyectado ácido hialurónico. Por lo que tomó la decisión de hacerse unos estudios en los que se reveló que lo que había en su sistema eran biopolímeros, por lo que estuvo 17 días hospitalizada y al ser enviada a su casa tuvo nueve meses de tratamiento.

Por el trauma que le generó todo este proceso, Karina puso una denuncia por lesiones personales ante la Fiscalía seccional contra Mildred Carroll, dueña de Serenity Centro Estético, y quien le practicó el procedimiento. Aunque se adelantaron varias audiencias, no se llegó a ninguna conciliación, por lo que no tuvo acceso a una reparación y afirmó que necesita de este dinero para extraerse los biopolímeros:

“Necesito aproximadamente tres cirugías para el retiro de los biopolímeros, me está migrando hacia el abdomen, los muslos y la columna, pero todo el retiro no se puede hacer en un solo procedimiento y cada uno cuesta 40 millones de pesos (...)” concluyó.

En vista de la cantidad denuncias por procedimientos mal maniobrados en el país relacionados con el uso de biopolímeros, el presidente Gustavo Petro se puso al frente de la situación y en el mes de agosto del 2023 sancionó la ley que protege a las víctimas de biopolímeros.

El objetivo de esta medida es “regular el uso, comercialización y aplicación de algunas sustancias modelantes, establecer medidas a favor de las víctimas y promover estrategias preventivas en la materia”, como dice el documento difundido por el Congreso de la República.

Estas son las sanciones legales que tendrán las personas que inyecten sustancias prohibidas:

“El que inyecte o infiltre en el cuerpo de otra persona sustancias modelantes no permitidas incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a ciento veinte (120) meses y multa de ciento cincuenta (150) a doscientos cincuenta (250) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Si la conducta fuere cometida por profesional de la salud, la pena será de noventa y seis (96) a ciento ochenta (180) meses de prisión, multa de doscientos (200) a trescientos (300) salarios mínimos legales mensuales vigentes y la inhabilidad para el ejercicio de su profesión por un término de sesenta (60) meses”, dice el texto.

Además, el Ministerio de Salud solicitó al Invima que la ley entrara en vigencia en un tiempo máximo de tres meses y que para esta fecha revelara un listado con sustancia modelantes ‘permitidas’.

Según el Ministerio en el Plan de Beneficios en Salud (PBS), tanto en el régimen contributivo como en el régimen subsidiado, se debe diagnosticar, brindar tratamiento, rehabilitación y procedimientos de retiro o manejo de sustancias modelantes no permitidas, para apoyar a las personas afectadas por este tipo de prácticas equivocadas.