La producción de café colombiano registra números negativos en los últimos meses. Por ejemplo, se ubicó en 849.000 sacos de 60 kilogramos en septiembre del 2023. Esto significó una caída de 2% frente a los 834.000 de septiembre del 2022. Asimismo, la actividad llegó a los 10,6 millones de sacos en los últimos doce meses, lo que reflejó una caída de 9% frente a los 11,6 millones de igual periodo entre 2021 y 2022.
Las exportaciones del grano también dejaron entrever un momento difícil. Por ejemplo, en septiembre del 2023 se exportaron 827.000 sacos de 60 kilogramos, un 1% por debajo de las registradas en igual mes del 2022 (816.000). Además, en los últimos doce meses las exportaciones se ubicaron en 10,3 millones de sacos, que es un 13% por debajo de las registradas en en agosto 2022, que fueron de 11,8 millones de sacos.
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Los actores del sector explican que, principalmente, se debe a que la producción se vio afectada en los últimos años por el fenómeno de La Niña, ya que hubo lluvias bastante fuertes que, sin duda, afectaron las floraciones, como el nivel de luz necesario para tener un buen desempeño.
Ahora, en el 2023 se vino el fenómeno de El Niño, así que las temperaturas se elevan y eso, de alguna manera, va a promover un mayor crecimiento en la producción, sobre todo, en este en este segundo semestre del año.
No obstante, los exportadores lamentan que las ventas al exterior sigan a la baja y que el precio haya disminuido.
Así lo afirmó el presidente de la Asociación de Exportables de Café (Asoexport), Gustavo Gómez, a Infobae Colombia, teniendo en cuenta que el precio de referencia para el café colombiano se compone de varios elementos: el principal es el establecido en la Bolsa de Valores. En este, por ejemplo, el contrato de Nueva York se generó una disminución importante debido a que Brasil volvió con unos niveles de producción importantes.
“Hace un par de años Brasil tuvo un tema climático que afectó su producción este año y ahora vuelve con una producción de 60 millones de sacos y eso, sin duda, significó un impacto directo en el precio en el contrato”, precisó.
Gómez, que participará en la Cumbre Cafetera 2023, a celebrarse en Cartagena el 2 y 3 de noviembre, también adujo que la caída en el consumo en los principales mercados se debe a una tendencia a buscar cafés, no de especialidad, sino del menor costo posible.
Precisó que en esa línea, el diferencial no solo de café colombiano, sino en todos los países productores, ha caído y se generó que la carga interna esté en un valor de $1.300.000 o $1.400.000 por carga de 125 kilogramos, que resultaron amortiguadas por la tasa de cambio (dólar), que se mantiene en un nivel por encima de los $4.000 por unidad.
Lo que toman los colombianos
El dirigente también se refirió al café que están tomando los colombianos, teniendo en cuenta que el país exporta casi todo el que produce.
“Un gran un gran porcentaje de la producción en Colombia se exporta. Esto debido a que los mercados internacionales están dispuestos a pagar un mejor precio y eso, efectivamente, tiene impacto a un beneficio positivo para los para los productores de café. Sin embargo, cualquier persona en Colombia que quiera acceder a café de especialidad puede hacerlo sin ningún problema en cualquier supermercado, almacén de cadena o tiendas de cafés de especialidad”, dijo.
Añadió que se puede consumir café colombiano porque hay disponibilidad, tanto en el mercado interno como en el mercado externo, pero debido a que a nivel internacional hay una mayor disposición a pagar el precio de la prima que vale el café colombiano, una gran cantidad de lo que se produce se exporta.
Ante esto, confirmó que eso hace que en Colombia se consuma más café extranjero que el propio que se produce en el país.
“Se puede acceder a café 100% colombiano o puede acceder a mezclas dependiendo del valor que está dispuesto a pagar por libre de café. Eso depende del poder adquisitivo que tienen los colombianos y lo que esté dispuesto por pagar por una libra de café”, anotó.
Ante las marcas de café extranjero que hay en Colombia, respondió que hay unas que utilizan mezclas en donde hay cafés que son colombianos y de otros orígenes, pero es algo que ocurre en todos los países del mundo.
Como ejemplo, dio a Estados Unidos, que es el principal consumidor de café del mundo y no produce café de ellos, sino de Colombia, Costa Rica, Brasil, Guatemala, África y, con normalidad, lo que consumen son mezclas de diferentes orígenes.
“Lo que hay son marcas que utilizan materia prima de varios orígenes”, concluyó el presidente de Asoexport, Gustavo Gómez.