En nuestro país se pierden 9,7 millones de toneladas de alimentos al año; sin embargo, otra preocupante cifra es que casi un tercio de los hogares colombianos tiene una situación de inseguridad alimentaria grave o moderada, esta situación quedó confirmada el viernes 29 de septiembre, cuando se conmemoró el “Día internacional de concienciación sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos”.
“Con la comida que botamos en Colombia cada año podríamos darle de comer a toda la población de Panamá, más toda la población de Uruguay y toda la población de Luxemburgo las tres comidas al día durante un año”, explicó a EFE, el director de Ábaco, Juan Carlos Buitrago.
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Así mismo asegura el directivo, que con toda la comida que es desperdiciada cada año en el país “se podría acabar con el hambre en Colombia”.
“La paradoja es gigante hoy en Colombia: tenemos 20.4 millones de personas que tienen o que están utilizando estrategias de afrontamiento porque no logran acceder a los alimentos que necesitan, que están bajando la calidad de lo que comen saltándose comidas, pidiendo alimentos prestados o endeudándose para adquirir alimentos”, indica el representante de la organización que agrupa a 24 bancos de alimentos colombianos.
Pero si la semejanza que hace Buitrago no es suficiente también resalta que, en 2023, 219 menores de cinco años han fallecido a causa de desnutrición y más de 560.000 menores presentan condiciones de desnutrición crónica, esta problemática se da mientras que en “Colombia bota la tercera parte de los alimentos”.
A parte del hambre que es evidente en varias regiones del país, también el desperdicio de alimentos podría compararse con un país y su producción de gases nocivos para el medio ambiente, “Si la pérdida y el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero”, alertó WWF-Colombia.
También se reporta que el 40% de los alimentos que se desperdician en Colombia provienen de la producción agropecuaria, por el déficit en los planes de abastecimiento que pongan en “una balanza la oferta y la demanda” que permitan no generar una sobre producción, además de la falta de rutas terciarias o el buen estado en las vías que sean usadas en el transporte de alimentos.
Esta situación lo que hace es que “muchos agricultores a veces prefieran botar la cosecha porque les sale más caro cosechar”. Aun así, las frutas y verduras son de los alimentos que más se desperdician en Colombia.
Otra de las cifras que generan alerta es que el 16% de los alimentos que se desperdician provienen de los hogares. Un estudio de WWF, en el que se analiza esta situación indica que los colombianos entienden el desperdicio “solamente como lo que ocurre en el plato”, pero que esto también tiene que ver con los alimentos que se vencen y que no son consumidos.
Recientemente, en Colombia se viene trabajando en una ley de desperdicio de alimentos, pero mientras se aprueba es importante crear acciones desde casa para prevenir el desecho de alimentos. Entre estas medidas estarían la de planear la compra o buscar un mejor método para el almacenamiento, que resulte mucho más eficiente.
Del mismo modo, se podría hacer un inventario con las fechas de vencimiento de los alimentos o congelarlos. Además, también desde esta organización se propone “comer local”, es decir, que se aproveche lo que se produce en cada región, que no solo ayudaría a controlar y evitar el desperdicio, sino también al medioambiente, recuerda WWF-Colombia.