El Estudio de prevalencia sobre el dolor crónico, realizado por la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (ACED) y que reúne la más grande encuesta hasta ahora hecha en Colombia sobre este tema, reveló que el 85,7% de los habitantes del país, que representa a 24,6 millones de personas, manifestaron haber tenido algún tipo de dolor físico durante el último año.
La encuesta fue realizada por Cifras y Conceptos, que consultó a 2.400 personas (una representatividad de 28,7 millones de personas, mayores de 18 años), sobre si experimenta algún tipo de dolor físico, la prevalencia del mismo y cómo afecta en su calidad de vida.
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Los dolores ostemusculares son más frecuentes en los miembros inferiores o en otras partes del cuerpo, reveló el estudio. Aquellas dolencias relacionadas con las enfermedades reumáticas, es decir, las que afectan a los huesos, articulaciones, ligamentos, tendones y músculos, son las que se presentan en mayor porcentaje los colombianos, afectando a 19,6 millones de personas.
El dolor lumbar se sitúa en el segundo lugar, afectando al 18% de la población; le sigue el dolor de cabeza, con el 19%; y el dolor de rodilla, con el 25%.
En cuanto a la prevalencia del dolor, del 85,7%, el 53,6% de las personas lo experimenta de manera prolongada por más de tres meses, lo cual puede ser indicador de un diagnóstico de dolor crónico. Mientras que el 32,5% manifestó tener un dolor de menos durabilidad.
El doctor Felipe Andrés Mejía, anestesiólogo, especialista en dolor y cuidado paliativo y presidente de la ACED, explicó a Infobae Colombia la diferencia entre dolor crónico y dolor agudo: “El dolor crónico se presenta en mayor porcentaje al dolor agudo en Colombia, lo que muestra una tendencia a la cronificación del dolor en el país”.
Además, señaló que dicha cronificación del dolor se debe a diferentes factores, “el principal es que los pacientes no acuden a la atención especializada a tiempo. Padecer un dolor por más de tres meses se volvió normal para los colombianos, y ahí es donde necesitamos que se cambie la perspectiva”.
Es importante destacar que el estudio se realizó posterior a la crisis vivida por la pandemia del covid-19 y contó con la inclusión de la población rural más apartada del país y cuyo acceso a los servicios de salud es precario.
Los resultados también mostraron el impacto que tuvo el dolor crónico en la calidad de vida de quienes lo padecen y su manifestación en las emociones, lo que puede desencadenar, a su vez, problemas en la salud mental.
De acuerdo con el estudio, los estados emocionales se ven afectados y varían cuando el cuerpo duele. Por esto, se pueden presentar otras patologías asociadas enfermedades mentales. De las personas encuestadas, el 45% respondió que siente estrés cuando tiene que pensar en el dolor físico, el 24% sintió ansiedad y el 19% depresión.
Otro aspecto relevante que registró el estudio se relaciona al factor de la edad. Para la comunidad científica, llama la atención que la población joven-adulta, que comprende entre los 26 y los 35 años (el 23%), es la que más sufre de dolor. A este rango le siguen las personas entre 36 y 45 años (con el 19%).
Por otra parte, las mujeres manifestaron tener más dolor (52%) que los hombres (48%). La mayoría de estas personas (el 72%) trató su dolor con medicamentos, mientras el 25% lo hizo con remedios caseros, el 15% con fisioterapia y el 5% con cannabis medicinal.
El 49% de las personas que trataron su dolor, lo hicieron siguiendo las indicaciones de un médico, mientras el 42% se automedicó.
El doctor Mejía hizo un llamado a los colombianos para un responsable manejo del dolor. Para ello, reiteró la importancia de acudir al especialista y reconocer el dolor crónico como una enfermedad en sí misma.
Finalmente, advirtió que la automedicación puede ser peligrosa, pues puede ocasionar otros padecimientos a largo plazo y obstaculizar la búsqueda de un adecuado diagnóstico.