Elizabeth Loaiza es una modelo de gran trayectoria nacional que se ha robado las miradas de los colombianos con sus apariciones en pasarelas y como imagen de marcas de prestigio en el país. Sin embargo, desde agosto del 2014 esta mujer también ha sido protagonista en los medios de comunicación, luego de relatar su triste historia después de usar biopolímeros en sus glúteos.
Desde que se expuso a este procedimiento, la modelo caleña inició una lucha contra el sistema; en el primer escenario, dio a conocer que el químico le generó fuertes dolores y complicaciones, lo cual la llevó a batallar por su salud, y hasta su vida estuvo en riesgo.
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Elizabeth Loaiza y su lucha contra los biopolímeros
Para hacerle frente a los duros efectos de los biopolímeros Elizabeth se sometió en 2017 (tres años después del procedimiento estético a una extracción del químico de su cuerpo), aunque durante el tratamiento y por desconocimiento del caso, la presentadora y modelo resultó con consecuencias aún más graves que le dejaron como resultado una cicatriz de tamaño considerable.
Durante todo este tiempo, la modelo fue relatando su proceso en las redes sociales y alertando a sus seguidoras sobre las consecuencias que trae: “Esto no sirvió sino para sacar la grasa buena que tenía y hacer necrosis de piel en una parte de las nalgas. Además, mató el tejido, me quemó y regó los biopolímeros a las caderas, a la parte de atrás de las piernas y a la espalda”.
Después del fallido proceso, la empresaria se sometió a nuestras extracciones de los biopolímeros y reconstrucción de sus glúteos, cirugías que según comentó ella misma superaron los $80 millones.
Biopolímeros y la justicia en Colombia
Luego de esta dura experiencia, Elizabeth notó que no era la única mujer de la farándula y del común que se expone a estos procedimientos estéticos y se unió a varios políticos del país en un proyecto para crear una norma y hacerle frente a la problemática.
Tal fue el trabajo adelantado que la norma incluso llegó al Congreso de la República, donde los miembros aprobaron en cuatro debates correspondientes. Dejando así pendiente la firma del presidente Petro para que se convierta en ley de la República.
Decisión final sobre los biopolímeros
El martes 22 de agosto se sancionó la ley que prohíbe los biopolímeros en cirugías estéticas y procedimientos moldeantes en Colombia. Con la nueva norma se creará un registro legal de centros estéticos y profesionales para que las personas interesadas en cirugías estéticas se puedan informar.
“Acaba de ser sancionada por el presidente de la República, Gustavo Petro, la Ley 2316 de 2023 que establece todo un marco normativo para proteger a las víctimas de biopolímeros en el país”, señaló el senador Carlos Fernando Motoa, ponente de la iniciativa.
Según explicó Motoa esta ley garantiza el tratamiento psicológico y físico para las personas que hayan resultado afectadas por procedimientos con uso de biopolímeros o sustancias moldeadoras prohibidas.
Estos servicios estarán incluidos en Plan de Beneficios en Salud (PBS), tanto para el régimen contributivo como subsidiado, y deberán incluir la extracción o manejo de la sustancia en el cuerpo, rehabilitación y los medicamentos del caso.
La ley creó el tipo penal de lesiones personales con sustancias moldeantes no permitidas de acuerdo al listado que deberá expedir el Ministerio de Salud en los próximos tres meses, junto al Invima. Las personas que inyecten ese tipo de elementos en el cuerpo de otra persona podrían ser condenados de 2 hasta 10 años de prisión, con multas de hasta $250 millones.
También será un agravante si la víctima es menor de edad, si se realizó bajo engaños que no aclararon que se utilizaría una sustancia no autorizada, así como si las afectaciones se presentaron en el rostro, lo que aumentaría la pena contra el agresor.
Medidas que se incorporarán
El Gobierno tendrá un plazo de tres meses para crear un registro sanitario de comercialización y uso de todas las sustancias moldeantes para que las empresas del sector aporten información para analizar la procedencia de los productos.
Por su parte el Invima, tendrá que hacer seguimiento a las sustancias que se estén comercializando en el país, promover campañas informativas en comercializadores y usuarios. Además, la norma lo autoriza para realizar inspecciones relámpago secretas en los centros estéticos y verificar que se estén cumpliendo las disposiciones.
También se deberá crear un listado de instituciones y profesionales habilitados para procedimientos estéticos en el país que sea de acceso público para que las personas interesadas puedan conocer si existen sanciones, permisos de funcionamiento identificación.