Muchas preocupaciones y cuidados tienen las personas con sus hábitos alimenticios y de vida para evitar diferentes enfermedades; sin embargo, muchos llegan a la edad adulta ignorando los que deben tener con el órgano más grande del cuerpo: la piel.
Cuando se habla de melanoma cutáneo, un tipo de cáncer en la piel, existen dos tipos de personas. Quienes ignoran el tema y al ver una herida, mancha o lunar en su piel no se preocupan y quienes, por el otro lado, ante la mínima aparición de un nuevo lunar en la piel encienden las alertas.
Según la Asociación Colombiana de Dermatología, en el país se tiene previsto que para el año 2040 haya un impactante aumento en los casos diagnosticados de melanoma pasando de 1.810 a 3.100 casos y con una tasa de mortalidad de 490 a más de 905. Es por esto por lo que es clave identificar la enfermedad de manera temprana.
Con la mayoría de los tipos de cáncer un diagnóstico oportuno puede salvar la vida de quien lo padece, así sucede con el melanoma. Es por esto por lo que las personas pueden seguir una serie de recomendaciones dadas por la AsoColDerma para si la aparición de una herida o lunar en la piel puede ser un indicio para ir al médico.
Si una persona encuentra en su piel una nueva mancha puede realizarse un autoexamen con el que podrá identificar algunas características de esta para determinar si debe preocuparse. Lo ideal es que si encuentra alguno de estos detalles en el lunar acuda a los profesionales.
Según la doctora Adriana Marcela Reina, miembro de AsoColDerma, el autoexamen consiste en analizar cada mínimo detalle del lunar que apareció en la piel. Todo se resume en un ABCDE que puede salvar vidas.
A: Asimetría. La profesional señaló que cuando una persona detecta una nueva mancha en su piel debe empezar por revisar si ambos lados de esta son simétricos o no. La mayoría de los lunares benignos son simétricos, los que no pueden generar sospecha de melanoma.
B: Bordes. En segundo lugar, están los bordes de la mancha, que en el caso normal están bien delimitados y definidos, lo que no genera ninguna preocupación. Sin embargo, en caso de que se identifiquen bordes irregulares o difíciles de definir se podrían encender las alertas.
C: Color. Este es uno de los factores que más salta a la vista de las personas, quienes deben esperar que el color de un lunar sea uno solo. La sospecha de melanoma se da cuando se identifica más de un color. Puede ser una combinación de marrón y negro, pero también presentar tonos rojos, rosados, blancos, azules o grises distribuidos de manera irregular.
D: Diámetro. Por lo general, los lunares benignos tienen un tamaño bastante pequeño, menos de 6 mm; esto quiere decir que uno que supere esta medida o incluso crezca con el paso del tiempo puede crear una alerta de cáncer de piel.
E: Evolución. Finalmente, la doctora Adriana Marcela Reina plantea que cuando se nota la aparición de un nuevo lunar en la piel se debe tener presente que los que son benignos aparecen cuando las células productoras de pigmento (melanocitos), crecen en grupos y no cambian. Es por esto que, si el lunar detectado presenta cambios en la forma, los colores o el tamaño se debe consultar al médico.
Por otro lado, las recomendaciones de la Asociación Colombiana de Dermatología señalan que el autoexamen en toda la piel se debe realizar con regularidad, pero las personas también pueden prevenir la enfermedad usando bloqueador todos los días y evitar las quemaduras solares con sombreros, gafas de sol y poca exposición.