El Clan del Golfo es una de las estructuras armadas con mayor presencia en el territorio nacional, algunos de los hijos del paramilitarismo, hace 15 años crearon una estructura que vinculaba el linaje familiar-el narcotráfico. Este grupo armado organizado delinquen primordialmente en el Pacífico, Urabá y la Costa Caribe, cabe mencionar que todos estos delincuentes históricamente han pertenecido a las mismas estructuras familiares.
El Espectador reveló que los líderes y cercanos a alias ‘Otoniel’ se infiltraron como ciudadanos del común en la capital de Antioquia, Turbo y Necoclí con el seudónimo de ‘Los Úsuaga’ para de esta manera comprar gran número de propiedades que por años estuvieron a su nombre.
Es importante tener en cuenta que el Clan del Golfo mayoritariamente se concentra en espacios rurales, lugares donde se generan combates permanentes con la fuerza pública, pero que ello no les impide disimular y radicarse en lugares distintos.
Otro de los espacios predilectos es la zona metropolitana de Medellín en ocho puntos específicos revelados por el medio anteriormente citado, los cuales incluyen apartamentos de lujo, sótanos, fincas y parqueaderos, donde se camuflaron en la sociedad civil familiar y cercanos al líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.
Entre los mencionados se encuentran; Didier Geovanny Grisales, quien es pareja sentimental de Nini Johana Úsuga, hermana de Otoniel, cuenta con un lote de 7 hectáreas en la Vereda Batea Seca de Guarne, compra que se aprobó en la Notaría 19 de Medellín entre 2013-2015.
Ana María Gómez, quien es hija de la prima de Otoniel, Lody Amparo David, cuenta con un apartamento, que tiene garaje y cuarto útil en el Barrio Los Colores, la compra se aprobó por parte de la Notaría 6 de Medellín para el año 2012. Ana Celsa David de Úsuga, quien es la madre de Otoniel, cuenta con un apartamento con garaje en el barrio Robledo que costó aproximadamente $78 millones, esta compra se efectuó por medio de la Notaría 21 de Medellín entre los años 2012-2015.
Carmen Cardelia Castellano, que es hermana de Otoniel, cuenta con un apartamento con garaje que le costó 200 millones de pesos, por medio de la Notaría 21 de Medellín, estuvo a nombre de esta entre 2013-2015, y en este lugar residía Nini Johana. Yira Úsuga que es sobrina de Otoniel, quien compró un apartamento con parqueadero y cuarto útil en el barrio El Poblado, tuvo un valor de $149 millones, esta adquisición se aprobó en la Notaría 21 de Medellín.
Juan José Valencia Zuluaga, alias Falcon y presunto jefe de finanzas de Otoniel, quien tenía en su poder una mansión en el sector de Llano Grande en Rionegro, esta contaba con: lamborguinis, cancha de fútbol, piscina, inflable. Julián y Sebastian Uribe Villamizar, quienes son hijos de Rafael Uribe Nieto, alias El Flaco y miembro del Clan del Golfo, estos cuenta con una casa con área de 142 m² en la vereda de Santa Ana del municipio de Rionegro, este inmueble tuvo un valor de 200 millones de pesos.
Las pistas que tienen las autoridades
Liliana Donado, directora Especializada de Extinción de Dominio de la Fiscalía General hablo con El Espectador sobre las cifras de la operación de la justicia contra los bienes del Clan del Golfo, según la funcionaria el grupo narco paramilitar continúo implementando el modus operandi por parte de las Autodefensas.
El objetivo de estos es apoderarse de la mayor cantidad de tierra, de esta manera tienen poder y cuentan con los corredores para que salgan los estupefacientes, por ello buscan predios que se encuentran cerca de los océanos Pacífico y Atlántico. Cabe mencionar que Donado afirmó que adicional a que este grupo efectúa tareas ilegales de la mano del narcotráfico, también, explotan los terrenos, la madera, ejecutan actividades ilegales de ganadería y minería.
Es importante tener en cuenta que desde el mes de febrero del 2020 se han desarrollado 26 operaciones contra los bienes del Clan o de personas que trabajan para la estructura, durante estos procesos se han afectado 2.525 bienes muebles e inmuebles por un valor de seis billones de pesos, esto en palabras de la directora especializada de Extinción de Dominio.
Necoclí: otras de las zonas
El municipio del Urabá es un ejemplo de como por medio de testaferros se puede acceder al menos a 20 propiedades escrituradas a un mismo nombre, escenario que se reflejó durante la década pasada. En este espacio las autoridades identificaron 17 fincas y lotes que familiares de Otoniel y miembros del Clan que tuvieron a su nombre lotes que estaban cerca a las cabeceras municipales con presencia de la fuerza pública.
El primo de Otoniel que fue extraditado por presunto lavado de dinero del narcotráfico, en un mismo día, según reveló El Espectador, registró la compra de 10 fincas por un total de $90 millones de pesos (esto hace una década). Orejas conservó las propiedades por un par de años, hasta que las vendió por sumas que iban del millón de pesos hasta 24.
Entre los excesos de la estructura se encontraba un eco hotel en zona comercial, lingotes y caletas con joyas incautadas, una piscina con agua del mar muerto, entre otros. Cabe mencionar que estos lujos fueron disfrutados por diferentes miembros del Clan, pero perdieron estos beneficios a la hora de ser extraditados.