Ante los tribunales penales de Caracas (Venezuela), junto con otros seis detenidos, fue presentado el 14 de abril pasado el empresario colombiano Álvaro Pulido Vargas (cuyo nombre real es Germán Enrique Rubio Salas), implicado en el escándalo de desfalco a las arcas de la estatal petrolera PDVSA por parte de funcionarios, exfuncionarios y empresarios que recibieron barriles de crudo como pago de negocios multimillonarios.
Esta captura habría inquietado a Alex Saab ―que desde el 2021 está detenido en Miami por una gigantesca operación de lavado de activos que involucra al régimen de Nicolás Maduro―, porque quien fuera su socio y amigo tendría información delicada que él mismo se ha negado a entregarle a las autoridades estadounidenses.
De hecho, a través de sus abogados, Saab habría sentado posición frente al arresto de Pulido Vargas, asegurando que “es completamente ajeno a los hechos relacionados con el caso por el cual se lo investiga”, según informó recientemente el periódico El Tiempo.
Por lo pronto, se conoce que la justicia venezolana acusa a Pulido, que tiene 59 años, de ser “operador financiero/vinculado a Hugbel Roa”. Roa es un exdiputado del Partido Socialista Unido de Venezuela, cuya inmunidad parlamentaria se le removió por este caso, y que en este momento está preso por el desfalco a la petrolera, que asciende a 20.000 millones de dólares.
A Pulido Vargas lo acusan en Estados Unidos de lavado de dinero
En octubre de 2021, el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por información que pudiese conducir al arresto o condena de Pulido Vargas, bajo la acusación de “lavado de dinero en relación con un esquema de soborno extranjero”.
De acuerdo con las autoridades de ese país, desde el 2015 Pulido y sus socios “trabajaron para obtener o retener contratos con el fin de proporcionar alimentos al pueblo venezolano. Supuestamente aumentaron el costo de producción de las cajas de alimentos para obtener una ganancia personal de su producción”. De esta forma, Pulido y los otros acusados sobornaban a funcionarios del gobierno venezolano “que los ayudaron a obtener el contrato para producir las cajas y obtener millones de dólares en ganancias”.
No obstante, debido a la escasez de dólares, Venezuela ya no podía pagar a las empresas extranjeras, incluidas las de Pulido. Por eso, el empresario colombiano, junto con un socio, iniciaron una operación para liquidar oro de ese país, cuyo dinero se habría utilizado posteriormente para pagar el adeudo a las empresas extranjeras, entre las que estaban, por su puesto, las de Pulido.
La Corte Federal del Distrito Sur de la Florida alega que se involucraron más de 1.600 millones de dólares provenientes del lavado de dinero. En este entramado, Álvaro Pulido era socio de Álex Saab.
1.500 millones de dólares habrían desfalcado a PDVSA entre Saab y Pulido
De manera escalonada, los (hasta ahora) 58 funcionarios implicados fueron desfalcando a la petrolera estatal de Venezuela, en una operación que se pudo realizar, en parte, por el bloqueo que tiene el régimen de ese país, el cual no permite que su dinero pase por el sistema financiero de occidente. Por ese motivo, todas las ganancias de la petrolera se movieron durante años por medio de pagos en especie, efectivo o criptomonedas, lo cual hizo que no existiera trazabilidad.
Por eso, el desfalco a PDVSA se logró mediante el envío de barriles de petróleo sobre pagos que nunca se realizaron y quedaron en cuentas por cobrar durante años. Por este mecanismo, el portal Armando.info le atribuye a Saab y a Pulido una deuda de alrededor de 1.500 millones de dólares.