Hasta el municipio de Floridablanca, en el departamento de Santander, llegó un ciudadano chino, identificado como Yuk Yin Hau Fun, para recibir un implante de corazón artificial. El procedimiento, adelantado en la Fundación Cardiovascular de Colombia, fue hecho a causa de graves complicaciones de salud en el extranjero. Fue el doctor Leonardo Salazar quien atendió su caso. Según se expone en su historial médico, fue diagnosticado con una falla severa.
Inicialmente, el ciudadano chino fue atendido en Panamá, lugar en donde normalmente reside. Se descubrió que tenía una enfermedad coronaria llamada cardiopatía cardíaca, tipo cardiopatía isquémica, que se refiere a la obstrucción parcial o total de las arterias que suministran sangre al músculo del corazón. Aunque en su momento fue sometido a una cirugía, el tratamiento terminó siendo del todo efectivo, por lo que se habló de un trasplante como solución definitiva al problema.
“Al principio, cuando le dieron la noticia a mi padre de que su tratamiento debía ser un trasplante de corazón, pues empezamos a buscar una fundación en Panamá, pero lo primero que salió fue este nombre: Fundación Cardiovascular de Colombia (...) Nosotros no teníamos una idea de qué era Colombia, no sabíamos nada de este país, pero cuando vimos que aquí podían ayudar a mi padre, viajamos inmediatamente para que recibiera su cirugía”, comentó Daniel Hau, hijo del paciente.
De acuerdo con lo que relató la familia, Yuk, en medio de la pandemia de coronavirus, sufrió un infarto agudo de miocardio, lo que le produjo la falla cardíaca severa refractaria. Especialistas, entonces, le sugirieron el implante del corazón artificial, conocido como HeartMate III.
“Para mí es un milagro que mi padre se haya recuperado porque él no tenía un buen pronóstico. Ha sido un cambio total en estos siete meses y aquí todo ha sido muy bueno; la ciudad, las personas, el hospital, la atención. No dudaré en volver seguido para traer a controles a mi padre y para verlos a todos una vez más”, añade Daniel.
La familia llegó al hospital de Bucaramanga hace aproximadamente siete meses. “De todos los pacientes que yo he tenido, el más complejo y difícil a tratar medicamente ha sido el señor Yuk. Por su condición cardíaca llegó muy débil, presentaba deterioro nutricional, neurológico, inmunológico, y muchas otras situaciones que nos mantuvo alertas con el equipo de trabajo”, explicó sobre el caso el doctor, y director del Programa de Corazón Artificial del Hospital Internacional de Colombia, Leonardo Salazar.
De acuerdo con lo que revela Salazar, el corazón artificial “cuenta con un elemento en forma de hélice circular que rota y que levita gracias a unos imanes. Puede bombear hasta 10 litros de sangre por minuto”. Tal y como puntualizó, el HeartMate III funciona, además, gracias a un controlador externo que siempre debe tener el paciente a la mano y que “está conectado por una línea de transmisión”.
El aparato tiene un regulador y dos baterías recargables que pueden durar hasta 12 horas. “Aquí me salvaron la vida. Me han atendido tan bien, que siento ahora parte de mi sangre colombiana. Muchas gracias a todos, han sido muy amables, me apoyan todo el tiempo y me los llevo en mi sangre y en mi corazón”, comentó, por su parte, Yuk Yin Hau Fun, luego del complejo procedimiento.
Este año, es de recordar, la Fundación Cardiovascular de Colombia fue calificada como una de las mejores de América Latina. “Tenemos una gran ventaja y es que como fundación nos aseguramos de reinvertir todos los excedentes en el fortalecimiento de nuestro ecosistema para mantener el más alto nivel científico, aportar al desarrollo de nuestros colaboradores y garantizar la sostenibilidad en el tiempo para consolidar un legado”, concluyó el presidente de la FCV, Víctor Raúl Castillo Mantilla.