Hay desconcierto en el gremio de procesadores de leche por la decisión del Gobierno nacional de aumentar en 26% la base de liquidación del precio de leche cruda pagado al productor. Esta fue informada en el Consejo Nacional Lácteo (CNL).
La Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche) se manifestó en contra de la misma porque cree que no atiende la situación actual del consumo de leche en el país y, por ende, podría afectar la nutrición y seguridad alimentaria de los colombianos al impactar la actividad productiva del sector lácteo.
Uno de los aspectos que más preocupa al gremio es la caída del gasto anual real de los hogares colombianos en leche y derivados lácteos, la cual fue de -9,7% durante el 2022 y que además ya venía con una reducción en el 2021.
“Para Colombia, uno de los países que lidera la inflación en Latinoamérica, se plantea un incremento al precio de la leche que afectaría el acceso a una canasta de alto valor nutricional para los colombianos”, aseguró la presidenta ejecutiva de Asoleche, Andrea González Cárdenas.
El precio pagado al productor durante el 2022 que asumió la agroindustria compensó el incremento de costos de producción ganadera, como consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
“Es por esto que generar una expectativa de un incremento en el precio del 26% es un sobrecosto que toda la cadena láctea tendrá que asumir pues lo que afecta a un eslabón termina impactando a todo el sector” ratificó la dirigente gremial.
Asoleche anotó que el aumento del precio pagado al productor por la industria procesadora láctea en el 2022 fue del 47,2%. Entre tanto, los costos de producción del sector primario incrementaron en un 17,2%, de acuerdo con lo presentado por la Unidad de Seguimiento de Precios (USP) del Ministerio de Agricultura.
“Un encadenamiento sostenible debería estar asentado en una ruta clara de productividad que permita un ingreso justo a los productores, y que también genere competitividad, desarrollo al país y bienestar a los colombianos” sostuvo González.
De igual forma, recordó que el sistema de pago de la leche es actualizado por el Gobierno nacional de forma anual a partir del análisis que hace la USP del Ministerio de Agricultura y que regula la relación económica entre los ganaderos y la agroindustria.
En la reunión del CNL Asoleche planteó estos aspectos, solicitó y está a la espera de recibir la información y cálculos que sustentan este desproporcionado incremento y, según el gremio, no tiene en cuenta al consumidor, y el cual deberá ser atendido por todo el sector lácteo.
Este también puntualizó que es fundamental tener productos que puedan competir en los diferentes mercados y a su vez garanticen la seguridad alimentaria del país con productos excepcionales como la leche, que contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como Hambre Cero, y que se pone en riesgo con esta medida.
Gasto y consumo en el 2022
El sector lácteo viene de un 2022 difícil. Por un lado, los resultados del acopio de leche formal presentaron una recuperación del 8,3 % en los últimos 12 meses a noviembre de 2022, frente al mismo periodo del año anterior. Esto significó un crecimiento en la formalidad y/o en la producción, lo cual está relacionado con el comportamiento de los precios de la leche cruda pagado al productor que en promedio para este mismo periodo crecieron en un 46,8 %.
Sin embargo, se observó una desaceleración importante en el acopio formal para el segundo semestre como consecuencia de la ola invernal que azotó al país e impactó la producción de leche.
“Se evidenció un impacto en la producción de leche en Tolima y Costa Atlántica (30 %), Valle de Ubaté y Chiquinquirá (15 %), Nariño (15 %), Antioquia, Eje Cafetero y Valle del Cauca (10 %), lo cual afectó también los precios al consumidor y, por tanto, el consumo de los hogares colombianos”, indicó Asoleche.
A esto se suma la inflación en el país, la cual alcanzó el 12,53 % para noviembre de 2022. En cuanto a la leche, este índice se situó en octubre en 34,7 %, para los quesos y productos afines en 27,2 % y otros derivados lácteos en 17,6 %.