La reforma a la salud que plantea el Gobierno nacional ha generado un debate desde que se radicó el proyecto de ley en el Congreso de la República. El jueves 23 de febrero, la Defensoría del Pueblo asistió a un evento convocado por el Ministerio de Salud para hablar sobre el tema y presentó un decálogo de los logros y desafíos que tiene el sistema actual.
“Hay un reconocimiento de la salud como un derecho fundamental, sin discusión jurídica al respecto”, resaltó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, en el Primer Encuentro Jurídico del Sector Salud. Para el funcionario, el verdadero desafío está en “mejorar la oportunidad de la atención, es especial de la medicina especializada, así como en tratamientos y medicamentos”.
Ese fue el primer punto del decálogo entregado por el organismo de control, en el que destacó las cifras de quejas que llegan a la entidad por vulneraciones a este derecho: al menos el 47% de los reclamos tienen que ver con la atención en salud.
De acuerdo con el documento, el segundo punto indicó como un logro del sistema actual la cobertura universal, pues casi el 99% de la población está “cubierta y asegurada”. El reto, en este caso, consiste en “superar el déficit y la inequitativa distribución en la disponibilidad y accesibilidad de los servicios”, especialmente en las zonas más alejadas.
En tercer lugar, “el sistema ha logrado poco gasto de bolsillo para los hogares”, detalló el decálogo; sin embargo, existe un desafío para ese logro: “superar la cantidad de barreras y trámites que obligan a muchas familias a preferir pagar en canales comerciales los servicios y medicamentos”.
En el decálogo se manifestó como cuarto logro que existen recursos para la protección del derecho a la salud, como la tutela y otros procesos administrativos ante organismos de control. “El reto es que no sea necesario acudir a estos mecanismos”, indicó la Defensoría y aseguró que esos procesos deberían ser “subsidiarios y excepcionales” y no una regla general.
El quinto acierto del sistema actual tiene que ver con la infraestructura en salud, la cual “ha aumentado y mejorado”. La entidad resaltó que 19 clínicas en Colombia hacen parte del listado de los 45 mejores centros de salud en Latinoamérica; sin embargo, el desafío está en mejorar la distribución, pues gran parte de esos hospitales están concentrados en las grandes ciudades.
“Solo 102 municipios del país (10%) cuentan con atención de segundo nivel y en 780 municipalidades el único prestados es una institución pública”, agregó.
El talento humano fue el sexto logro que mencionó la entidad, teniendo en cuenta la mejora de las condiciones laborales “en la medida que se han erradicado modalidades como las cooperativas y otras precarias”. El reto en este punto es “recuperar el déficit que se sigue viviendo con la inequitativa distribución de médicos y de especialistas”.
Como séptimo acierto, el decálogo nombró la Unidad de Pago por Capacitación (UPC), que permite la existencia de un sistema de aseguramiento equitativo. “El desafío consiste en que se implemente en la realidad, más allá de las normas y regulación”, puntualizó la Defensoría y reiteró la necesidad de una UPC diferencial para las zonas dispersas.
“Un logro de suma importancia es la mejora sustancial en los indicadores de salud pública y de morbilidad”, señaló el organismo de control en el documento. Con ello se refiere a las cifras de esperanza de vida, mortalidad materno-infantil, etc. También destacó “el progreso en políticas de prevención” hacia el tabaquismo, el etiquetado de comida chatarra y la vacunación.
Así pues, el desafío en este apartado se relacionó “con la baja inversión por parte del sistema de salud en programas de promoción y prevención de salud”. Asimismo, reiteró la necesidad de mitigar la escasez en las acciones de salud mental y sus medicamentos.
El noveno punto precisó que hay “un acceso universal a tratamientos integrales, medicamentos y dispositivos”. No obstante, el país enfrenta un desafío ante la escasez, las barreras de orden administrativo y el desabastecimiento en canales de dispensación. “Impide la entrega oportuna y completa, en especial en zonas dispersas y apartadas”, agregó.
El último logro del decálogo evidenció la “conformación de redes construida en niveles de complejidad en la atención y sistemas de referencia y contrarreferencia”. Eso se traduce en una mayor capacidad tanto en infraestructura como en logística; sin embargo, el reto para que esa red garantice el derecho a la salud consiste en “cómo se contrata la red prestadora”.
Carlos Camargo concluyó que todos esos logros y desafíos respecto al derecho a la salud no se debe limitar a enunciarlos en textos constitucionales o en leyes estatutarias. “Son aquellos dados a toda persona, por su condición humana, son preconstitucionales y tienen mecanismos de protección subsidiaria y reforzada”, aseveró el defensor.