Según medios oficialistas y aliados del chavismo en Venezuela, la Liga Tunecina de Derechos Humanos, habría postulado al barranquillero Alex Saab, actualmente preso en Estados Unidos, al premio Nobel de Paz 2023.
La Agencia Venezolana de Noticias, confirmó que la postulación la habría realizado la vicepresidenta de la Liga Tunecina de Derechos Humanos, Najat Zemmouri.
“Es una iniciativa personal basada en el análisis del expediente de esta persona, y ese expediente señala que se expuso al peligro, para obtener productos alimenticios y medicamentos de Irán, un país que se encuentra en fuerte desacuerdo con Estados Unidos”, apuntó la vicepresidenta, citada por la Agencia Venezolana de Noticias.
Este tipo de acciones detalló la vicepresidenta de la organización, califican a Saab como una persona que luchó por la paz pacíficamente.
“Es una persona que lucha por la paz, intentó pacíficamente como ciudadano mantener la paz social e incluso la paz mundial, y, por lo tanto, lo veo personalmente como un verdadero merecedor del Premio Nobel de la Paz”, recalcó.
Crónica corruptiva de Álex Saab
Desde 2020 Saab se encuentra en Estados Unidos porque fue extraditado desde Cabo Verde, lugar en donde permanecía en prisión, por presunto ‘lavado de dinero’, este se fue consolidando como una figura muy cercana al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La portavoz del Departamento de Justicia del país africano, Nicole Navas Oxman, indicó en su momento que su detención se dio gracias a la alerta roja de La Organización Internacional de Policía Criminal o Policía Internacional (INTERPOL), emitida por acusaciones en EE. UU.
En julio de 2019, la Fiscalía del Distrito del Sur de la Florida acusó formalmente a Saab y su socio Álvaro Pulido por conspirar para cometer lavado de dinero y por lavado de dinero, relacionados con ‘’un plan para pagar sobornos para aprovechar el tipo de cambio controlado por el gobierno de Venezuela”.
En la acusación se indicaba que entre 2011 y 2015, Saab y Pulido conspiraron con otros para lavar el producto de un esquema del soborno, el cual alcanzaría un monto aproximado de $350 millones de dólares.
Según el texto, para noviembre de 2011 los mencionados obtuvieron un contrato para construir viviendas de bajos recursos. En este contexto, aprovecharon el cambio oficial venezolano presentado documentos de importación falsos para bienes y materiales que nunca llegaron y sobornando funcionarios para la aprobación esos documentos.
Ese mismo día, Alex Saab fue sancionado por parte del Departamento del Tesoro de los EE. UU. y a su vez fue señalado por maquinar una red de corrupción que permitió al gobierno en disputa de Nicolás Maduro obtener lucros significativos mediante importaciones de alimentos y su distribución.
Dentro del texto en donde se anuncian las sanciones se indica que Saab fue beneficiario de los contratos con el gobierno venezolano, incluido el programa de subsidio de alimentos, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción o CLAP.
Según las investigaciones adelantadas, por medio de socios comerciales e integrantes de la familia de Saab el expolítico lavó fuertes sumas de dinero que alcanzan los millones de dólares, todos estos vinculados a corrupción.
Los lazos entre Saab y Pulido con Venezuela estuvieron vigentes desde 2009, cuando el expresidente Hugo Chávez se encontraba aún en el poder y ganaron un contrato para construir 25 mil viviendas en Venezuela por tres o cuatro veces el costo real. Durante 2016, cuando ya Maduro llegó a la presidencia, fueron creados los CLAP; estructura corporativa para adquirir comida, ensamblarla desde otro país y luego enviarla a Venezuela con precios más rentables.
Para el 2018, el gobierno de Maduro comenzó a usar el oro de su país para pagar algunos de estos contratos, incluidos los contratos de alimentos de los CLAP, y Saab también comenzó a ayudarlos a convertir el oro en divisas.
Además de Saab y dos de sus hijos, también fueron sancionados tres hijastros de Nicolás Maduro a quienes el expolítico les había desviado dinero a cambio de acceso a los contratos.