Banda colombiana será juzgada en España por lavado de dinero

La Fiscalía española pide entre cuatro y 17 años de cárcel para los procesados

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13-06-2019 Fachada de la Audiencia Provincial de Madrid
DEPORTES 
Eduardo Parra - Europa Press
13-06-2019 Fachada de la Audiencia Provincial de Madrid DEPORTES Eduardo Parra - Europa Press

En una Audiencia en Madrid se juzgará este lunes a uno de los líderes colombianos del Clan de los Yiyos y a nueve personas más acusadas de integrar una banda de lavado de dinero procedente del narcotráfico y el sicariato.

La Fiscalía española pide entre cuatro y 17 años de cárcel para los procesados en el juicio que está previsto que empiece este lunes, según fuentes jurídicas. El fiscal pide 17 años de cárcel para el cabecilla más una multa de dos millones de euros e imputar los delitos de blanqueo, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas.

La Fiscalía explica que los hechos ocurrieron entre 2013 y 2020 y recalca que el cabecilla es un “destacado dirigente del Clan colombiano de los Yiyos, organización involucrada desde los años 90 en actividades delictivas vinculadas al narcotráfico y operaciones violentas”.

El cabecilla, quien habría cumplido penas de prisión en Estados Unidos por distintas causas, “encabezó desde España, aunque con ramificaciones y actividades en aquel país y en otros terceros, un entramado de medios y conjunto de personas dedicados a conseguir la opacidad y apariencia de regularidad y licitud” de numerosos ingresos obtenidos con el tráfico de drogas, la extorsión o el cobro violento de deudas, detalla la fiscalía.

Actividades ilícitas a las que se suma el “encargo de agresiones físicas y asesinatos, englobadas dentro de lo que se denomina en el argot como ‘sicariato”, subraya un escrito del Ministerio Público.

Para ello, añade, “se valió de un conjunto de personas subordinadas (los otros procesados)”, con el fin de “recibir el dinero, custodiarlo y realizar pagos y transferencias a terceros, así como para asumir la titularidad formal de ciertos bienes sufragados con dinero de procedencia delictiva”, EFE

La agencia antidroga de Estados Unidos, la DEA, advirtió en 2018 de la existencia de “brokers” sudamericanos encargados de solicitar en países europeos, entre ellos España, la recogida de dinero para su lavado posterior procedente de la compraventa de droga a gran escala.

Algunas de estas solicitudes iban dirigidas a buscar una persona en Madrid para la recogida y envío a Colombia de 690.000 euros de origen ilícito, relata el fiscal. Un informe de la Guardia Civil española cuantifica en 2.644.985 euros las cantidades que los acusados “ocultaron e introdujeron en el tráfico y circuito legal mediante la operativa referida de compraventa y actuación como testaferros de vehículos y mediante incrementos no justificados y reintegros e imposiciones con dinero en efectivo o transferencias”.

Colombianos en Madrid

Madrid se ha convertido en el destino preferido para los narcotraficantes, atracadores y sicarios colombianos. Más de 50 bandas organizadas de ciudadanos de ese país actúan en la capital de España con cierta soltura. Se han especializado en robos violentos a chalés, asaltos a joyerías, ajustes de cuentas y tráfico de drogas. Además, sus integrantes están pertrechados con un buen armamento y poseen vehículos de gran cilindrada para sortear a las unidades policiales.

Esas mafias de pequeños grupos colombianos traen en jaque a las Fuerzas de Seguridad porque poseen una gran facilidad para reorganizarse se reproducen como esporas y los departamentos policiales de delincuencia internacional y crimen organizado no tienen tiempo para relajarse.

Las organizaciones colombianas, junto con las chilenas, son las más violentas. Y esa violencia, la mayoría de las veces, es gratuita. En los atestados policiales de robos a chalés aparecen agresiones innecesarias. Aunque, por lo general, la mayor violencia la ejercen sobre sus propios compatriotas.

Las bandas colombianas tienen Madrid como el centro de operaciones, pero también hacen incursiones en otras ciudades de España, casi siempre por encargo de otros clanes. El paso por la cárcel de muchos de sus miembros provoca que los grupos se internacionalicen.

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