A días del vencimiento del actual sistema de cuotificación de las exportaciones de carne vacuna, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, dijo que la medida “está en permanente análisis”, aunque no dio precisiones sobre la decisión final que adoptará el Gobierno de Alberto Fernández, en la búsqueda de bajar el precio de la carne al consumidor y ordenar la cadena cárnica.
Hasta el momento, los datos aportados por el sector privado muestran un impacto negativo de la medida en toda la cadena, desde la producción y hasta el consumidor. La Mesa de Enlace no descartó que el conflicto se profundice en caso que el Gobierno no decida liberar totalmente las exportaciones. El martes, mismo día que vence la medida oficial, los dirigentes del campo mantendrán un encuentro en el predio de la Sociedad Rural de Santa Fe, para definir las acciones gremiales a seguir.
La medida vigente autoriza la exportación del 50% del promedio que el país exportó en el segundo semestre del año pasado, a lo que se suman la cuota Hilton, que son unas 29.500 toneladas por año; la Cuota 481 que contempla una comercialización de 48 mil toneladas por año; las 3.500 toneladas por mes de carne kosher a Israel, y las 20 mil toneladas anuales a los Estados Unidos. La disposición oficial también contempla que hasta el 31 de diciembre está prohibida la exportación de los siguientes cortes populares: asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío.
“Lo concreto es que estamos con la medida bajo permanente análisis. La misma tuvo primero un efecto más fuerte sobre los precios de la ganadería, particularmente sobre la vaca conserva, y posteriormente se ajustaron no a los niveles anteriores, pero han recuperado terreno y que se ajustan para que hoy haya una oferta en el mostrador que se ha estabilizado con algunos cortes bajando. Estamos trabajando para ir ampliando progresivamente el porcentaje de exportación, sin que se altere el objetivo de accesibilidad a los alimentos por parte de la población”, dijo el titular de la cartera agropecuaria, en declaraciones al programa Campo Minado de Radio Colonia.
A todo esto, el funcionario agregó: “Lo que nosotros aspiramos es que haya un esfuerzo compartido, lo que significa que tanto matarifes como carnicerías hagan también su compromiso, con un sector productivo que no es formador de precios y que redujo el precio anterior y está en línea con no perder rentabilidad , pero a la vez que se puedan generar cadenas que permitan el aprovisionamiento interno”. Además especificó que actualmente la Argentina está exportando un porcentaje cercano al 65% o más de lo que está habilitado, a partir del 50% que contempla la normativa oficial y las diferentes cuotas que tienen un tratamiento arancelario favorable, como es el caso de Hilton, 481, Estados Unidos, Colombia e Israel.
Por otro lado, Basterra recordó que el presidente Alberto Fernández pidió ordenar la cadena de ganados y carnes, y ese fue el motivo de cerrar las exportaciones de carne vacuna por un mes el pasado 20 de mayo. “En ese tiempo resolvimos y estamos en pleno proceso de resolución de irregularidades muy fuertes que se registraron en el sistema ganadero. Hubo un componente especulativo y delictivo dentro de la operación de los mercados externos, y la carne estuvo dentro de esto, con operaciones financieras que generaron que la carne sea solo un instrumento para la especulación cambiaria y financiera, y derivó en un sobre calentamiento de la plaza”, explicó.
Sanciones y demanda externa
En relación al trabajo que se viene realizando desde el ministerio en materia de controles en la cadena, el funcionario manifestó: “Día a día vamos aplicando sanciones a organizaciones que nada tienen que ver con el comercio estricto de la carne. La Dirección de Control Comercial Agropecuario tiene una fuerte intervención, dado que el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) depende de nosotros y seguimos encontrando empresas falsas, que han subfacturados y que no han ingresado los dólares al país. También tuvimos que modificar normativas que nos dejaron y que habilitaban a todo esto”.
Por último, otro de los motivos, según Luis Basterra, que llevó al Gobierno a aplicar restricciones a las ventas externas de carne vacuna. fue “una demanda muy fuerte del mercado internacional, que también ha requerido la decisión de habilitar las exportaciones en un porcentaje del 50% del promedio de los últimos seis meses del año pasado, que fue el promedio más alto de los últimos tiempos, donde estábamos en un 29% de la producción cuando históricamente la Argentina exporta entre el 15 y el 17%. Es bueno tener una demanda con precios que permitan ingresar divisas al país, y con mejores resultados económicos a los productores, pero sin embargo la conjunción de todos estos efectos hizo que el precio de la carne registre aumentos muy por encima no solamente del índice de precios al consumidor, sino también de lo que es el índice de precios de los alimentos”.
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