Las reglas claras dan certidumbre al sector privado e impulsan las inversiones y la generación de empleo son una cuestión de sentido común. Pero en la Argentina los marcos de previsibilidad hace rato están ausentes. Los últimos gobiernos parecieron considerarlos innecesarios.
A la extrema fragilidad económica, los niveles de pobreza exorbitantes, la cada vez más incontrolable inflación y la incógnita sobre el desenlace de la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno decidió sumarle el ruido político. Un tembladeral autoinfligido no hace más que aumentar la incertidumbre en el sector productivo argentino en general y en el campo en particular.
No se trata solo de los enfrentamientos internos de la coalición de gobierno, que derivan en situaciones como que el ministro de Economía, Martín Guzmán, no pueda echar a un subsecretario de su propia cartera, porque responde a la vicepresidenta, dejándolo en una evidente situación de debilidad, sino también los mensajes contradictorios en los cuales el ministro de Agricultura, Luis Basterra, quiere llevar “previsibilidad” al sector, mientras que la secretaria de Comercio, Paula Español, se toma el trabajo de una vez por semana amenazar de que subirá las retenciones o intervendrá en los mercados.
Todo estos temblores se dan en un momento crucial para el campo, hoy en plena cosecha de soja y maíz, que prometen darle exportaciones al país por USD 10.000 millones más que el año pasado gracias a los buenos precios internacionales, y a semanas de iniciar la siembra de trigo y cebada. Allí, los productores enterrarán USD 1.910 millones para aportar a la economía USD 4.570 millones y exportaciones por USD 3.790 millones, según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). A todas luces, es un momento para “tranquilizar”, como dice Guzmán, no para exhibir temblores.
El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, dijo a Infobae que las diferencias dentro del Frente de Todos traen incertidumbre, como también genera desconfianza que desde el Gobierno se sugiera con cierta habitualidad la intención de cambiar el esquema de derechos de exportación. “Las internas en el Gobierno afectan negativamente al sector, porque le generan un escenario de desconfianza e imprevisibilidad porque no se sabe quién puede terminar dominando la situación. La verdad es que la incertidumbre es el peor enemigo del campo para las inversiones”, planteó Chemes.
Según el dirigente rural, “hasta ahora no hemos visto ninguna medida que sea incentivo para incrementar la producción o promover la inversión. “No creo que estén generando certidumbre cuando un día dicen algo y al otro hacen otra. Las declaraciones de Español, por ejemplo, suman a la desconfianza porque continuamente son amenazas de que están reviendo una suba de retenciones y es la mejor medida para que cada vez se produzca menos y muchos productores salgan del circuito productivo y se dediquen a otra cosa”, señaló.
Por su parte, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, remarcó la necesidad de lograr una estabilidad macroeconómica, inflacionaria y cambiaria para que el ciclo de inversión agrícola y agroindustrial siga creciendo. “Hoy por hoy, faltan definiciones concretas para lograr esa estabilidad, más allá del camino que el ministro Guzmán ha diseñado”, señaló.
“Se escuchan habitualmente ruidos, interpretaciones distintas. Se entiende que es un gobierno de alianzas y hay visiones distintas, pero nosotros lo que propiciamos, sobre todo desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) es que el gobierno tenga una sola visión a favor de la producción e industrialización del agro, de la exportación y reglas previsibles”, comentó Idígoras.
En este sentido, uno de los principales impulsores del CAA, explicó que “cuesta bastante avanzar más allá de las buenas intenciones y que tenemos un excelente diálogo con el gabinete económico, y eso genera preocupación. Por eso trabajamos tanto para abrir canales de diálogo con el Gobierno, para tratar de colaborar, llevar ideas, atender sus urgencias, pero necesitamos que se entienda también que estas urgencias tienen que ser resueltas con medidas de mediano y largo plazo a favor de la producción”.
Los rumores o algunas expresiones de funcionarios de importancia de subir retenciones o aplicar restricciones son nefastas para la agroindustria; lo que hacen es promover un clima de desinversión
“En ese sentido, aquellos rumores o algunas expresiones de funcionarios de importancia de subir retenciones o aplicar restricciones son nefastas para la agroindustria. Lo que hacen es promover un clima de desinversión, el cual es contrario al consumo nacional también. Por lo tanto, ese tipo de anuncios o de comentarios no son buenos. Lo mejor es seguir trabajando como lo hacemos desde el CAA para encontrar respuestas a las distintas problemáticas que se están atravesando”.
Más visiones
El presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, cree que las internas que salieron a la luz en los últimos días y las visiones contradictorias sobre cómo manejar la economía dentro del espacio oficialista, generan “daño gratuitamente” y que este se profundiza a poco días de que los productores den inicio a la campaña fina de granos.
“Las internas del Gobierno no solamente afectan al sector agropecuario, afectan a todo el sector productivo, generando daño gratuitamente. Que un subsecretario decida si acepta o no el pedido de renuncia de un ministro crea mucha incertidumbre, y deja al descubierto que hay miradas muy distintas dentro del gobierno acerca de cómo manejar la economía”, sostuvo Rivara en diálogo con este medio.
En esta línea, marcó que “muchos productores agropecuarios que tienen que enterrar su capital en junio para recuperarlo en enero dudan acerca del nivel de tecnología que invertirán, por temor. Los actuales precios internacionales son los que invitan a sembrar la mayor cantidad posible de hectáreas y aplicando la mejor tecnología disponible, pero estas internas gubernamentales los hacen dudar”.
La lectura fuera del sector
Para el director de la consultora Synopsis, Lucas Romero, estos temblores y desencuentros dentro del Gobierno agregan incertidumbre en el campo, sobre todo en lo que concierne a la discusión interna que se está dando respecto al manejo de la política económica con posiciones sumamente encontradas entre las diferentes facciones que integran el Frente de Todos.
Consultado por Infobae, Romero opinó que “desde el momento en que estas tensiones desde el oficialismo implican una discusión no menor sobre la orientación de la política económica y donde están incluidos todos los aspectos de esta, claramente se agrega más incertidumbre en el sector respecto de lo que el Gobierno pudiera llegar a hacer o las decisiones que podría tomar en el corto plazo”.
“Las tensiones de estas últimas semanas transmiten incertidumbre y falta de previsibilidad. Desde el momento que dentro del oficialismo se está discutiendo la posibilidad de que se aumenten retenciones y esto ha sido un planteo que desde el kirchnerismo se le hizo a Guzmán por el aumento del precio de los commodities, es difícil sostener que se le otorga previsibilidad, porque una modificación cambia la ecuación de negocios de los productores y a medida que eso está en evaluación, se complica la posibilidad de que se genere previsibilidad”, concluyó.
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