Referentes de la Mesa de Enlace y economistas admitieron que los acuerdos de precios firmados por el gobierno de Alberto Fernández con frigoríficos y supermercados para abaratar la carne carne vacuna, “no solucionan el tema de fondo” que es el alza continua del costo de vida, el peso que tiene la carga impositiva sobre los alimentos y la falta de política ganadera.
Para el ruralismo, que no participó de la negociación del programa por el cual se fija un techo temporal para los valores de diez cortes cárnicos, confirma la premisa que el productor pecuario “no es formador de precios” frente al proceso inflacionario que enfrenta la Argentina.
Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), aseguró que “las 6.000 toneladas de carne vacuna dispuestas, que representan el 3% del consumo doméstico, puede ser escaso. Hay que analizar su impacto y que tenga una llegada efectiva al consumidor”.
Por otro lado, sostuvo que “la medida oficial puede ser lamentablemente calificada como un parche para la coyuntura económica y productiva actual, donde se deben generar instancias, y un nivel de encuentro –público y privado- que hace mucho que se espera para generar políticas pecuarias y sectoriales”.
Otro de los dirigentes del campo que opinó sobre el acuerdo que se anunció horas atrás, fue Carlos Iannizzotto, titular de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro): “Es bueno que se alcancen acuerdos como los firmados por el gobierno con frigoríficos, aunque los acuerdos de precios son políticas a corto plazo. Este tipo de estrategias ya fueron promovidas de un modo endeble y con bajo impacto, durante la gestión del Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno”.
Para los miembros de la Mesa de Enlace, un enfoque que se niega encarar el Gobierno es modificar el peso impositivo que tiene el valor de los alimentos. Iannizzotto recordó que “hoy casi el 56% del precio de la carne está compuesto por la matriz impositiva”. También Achetoni consignó que la Federación Agraria propuso, sin éxito hasta el momento, eliminar el IVA a una canasta de alimentos, que incluye la carne vacuna.
Consultado sobre los motivos que llevó al gobierno a no convocar a las entidades del campo en el acuerdo para abaratar la carne vacuna, Achetoni consignó en diálogo con Infobae que “claramente este último acuerdo de precios para la carne evidencia una cosa que es concreta y real, en el sector agropecuario no somos formadores de ningún tipo de precio que se paga en las góndolas y carnicerías”.
Más opiniones
El Analista de Negocios, Salvador Di Stefano, aseguró a este medio que con un programa que apenas alcanza al 3% del gasto doméstico de carne de vaca, el acuerdo firmado tripartito “es totalmente irrelevante en lo que respecta al consumo local y, segundo, también geográficamente va a estar focalizado en la Capital Federal, y esto no llega al Interior”.
Según Di Stefano, “los motivos por lo que sube la carne no tiene nada que ver con lo expresado cotidianamente en los medios: la carne tiene procesos de subas porque no hay política ganadera. No la hubo en el gobierno de Mauricio Macri, ni tampoco con Cristina Fernández de Kirchner, ni con Néstor Kirchner. Y esto es un problema que va más allá de la grieta, ya que tampoco hay una política ganadera con Alberto Fernández. Esto llevó a la destrucción del stock ganadero, y por ello en los últimos años hemos tenido una merma sensible en la cantidad de vacas, lo que hace que haya menos terneros”.
“Además de un acuerdo en carnes, necesitamos una política estratégica para extender la ganadería en todo el país. Para que haya producción abundante y una industria fuerte, además con exportación y mercado interno que caminen de la mano con políticas activas de un modo sostenible y sustentable”, explicó Carlos Iannizzotto.
Y agregó: “Esta es una medida endeble y de bajo impacto, ya que solo representa al 3% del consumo cárnico, y además son pocos canales de comercialización, y pocas bocas de expendio. Creemos que no va a incidir en los precios de la hacienda en pie. Ojalá llegue a la mayor cantidad de consumidores, aunque no somos muy optimistas”.
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