En plena pandemia del coronavirus, las exportaciones de los complejos agroindustriales de soja, maíz, trigo, girasol y cebada alcanzaron un récord histórico en el primer semestre del año, y se ubicaron en 52,5 millones de toneladas. De esta manera significaron el 80% de las exportaciones totales de Argentina en volumen y el 50% en valor. El sector agroindustrial se consolida así como el principal generador de divisas genuinas del país.
Así lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Según la entidad bursátil, en los primeros seis meses del año los principales cinco complejos agroindustriales embarcaron 52.445.985 toneladas por un valor de 13.631 millones de dólares, “el volumen más alto en los registros para el período enero-junio”, impulsado por el crecimiento significativo de los despachos de maíz y trigo.
La performance del complejo maicero fue de las más destacadas en los primeros seis meses del año, con una suba interanual de las exportaciones del 17% hasta las 20,1 millones de toneladas, cifra que no solo se convirtió en un récord para el cereal, sino que también colocó a la cadena muy cerca de los embarques del complejo sojero, que durante el semestre pasado exportó 20,6 millones de toneladas. Esta diferencia es la más exigua desde, por lo menos, el primer semestre 2014, sobre todo si se piensa que en dicho año se exportaron 6 millones de toneladas de grano y subproductos del cereal contra 20 millones de toneladas del complejo sojero.
“De este modo, la participación del complejo maíz en las exportaciones totales del país alcanzó un máximo del 31% en el primer semestre del año, apenas un punto porcentual por debajo de la participación del complejo sojero. Así, estas dos cadenas agroindustriales representan el 63% del volumen de exportaciones totales de la República Argentina”, remarcó la Bolsa rosarina.
Como ya se dijo, las exportaciones del complejo sojero se ubicaron en 20,6 millones de toneladas, lo que significó una merma respecto a 2019 del 1% y de un 5% si se toma en cuenta los despachos de los últimos 5 años. Esto evidencia el estancamiento de las ventas de soja y subproductos: los embarques se han ubicado en torno a los 20 millones de toneladas desde 2014 “sin poder repetir la marca de 25 millones de toneladas que logró en el período enero-junio del 2016”.
En lo que respecta al complejo triguero, las exportaciones crecieron 19% al pasar de 7,6 millones de toneladas en los primeros seis meses de 2019 a más de 9 millones de toneladas en la actualidad, cifra que también marcó un “récord histórico para el primer semestre del año”. La participación en el total alcanzó de este modo el 14%.
Además, hay otros cultivos que no fueron contemplados en el análisis que también tuvieron un comportamiento destacado. Tales son los casos del maní (cuyos despachos aumentaron un 61%) y el sorgo (que exportó entre enero y junio un 203% más que el año anterior).
En la vereda opuesta se encuentran el complejo cebada, cuyos despachos han caído un 31% respecto al primer semestre del año anterior, muy afectada por el golpe de la pandemia del coronavirus en la demanda de los productos industriales que la utilizan como insumo este cultivo, en tanto que los despachos del complejo girasol bajaron un 27%.
En valor
Si se toma en cuenta la cantidad total de dólares ingresados por los cinco complejos agroindustriales que fueron analizados por la BCR, se puede apreciar que acapararon el 50% de las exportaciones totales en valor de Argentina en el primer semestre, es “el ratio más alto en al menos 7 años”. Así, los embarques de la cadena se ubicaron en 13.631,1 millones de dólares contra 13.704,5 millones de dólares de los demás bienes y servicios despachados por el país.
A pesar de que el complejo de maíz creció exponencialmente en volumen en estos últimos cinco años, la cadena sojera es la que sigue haciendo la gran diferencia en ingresos. En efecto, el complejo maicero concretó embarques por 3.351 millones de dólares, lo que representó un aumento interanual respecto al primer semestre de 2019 del 15% y una participación total en las exportaciones del 12%, mientras que el complejo sojero tuvo exportaciones por 7.618 millones y una participación del 28%.
“Ello es así porque en el caso del maíz se exporta mayormente grano sin procesar, mientras que en el complejo sojero adquieren relevancia los embarques de productos derivados de mayor valor agregado, como pellets, harinas, tortas, aceite, biodiesel, y otros productos”, puntualizó la BCR. De todas maneras, “si tomamos complejo soja más maíz, en tanto, dicha participación en las exportaciones totales asciende al 40%”.
Por su parte, el complejo triguero presentó un crecimiento del 4% a 1.791 millones de dólares. Del lado opuesto, los complejos cebada y girasol han visto decrecer sus despachos en dólares un 38% y 24%, respectivamente, este primer semestre del 2020.
A pesar de que hubo un considerable crecimiento de las exportaciones en volumen, en valor no fue tal la magnitud y esto se explica, entre otros puntos, porque “cayeron los embarques de productos agroindustriales con mayor valor agregado” y subieron los de granos sin procesar.
En efecto, “mientras que el volumen exportado de granos sin procesar aumentó un 18% a 34,7 millones de toneladas en el primer semestre del año, el de los subproductos industriales cayó un 11% a 17,8 millones de toneladas. Así, la participación de los granos tal cual en el total de exportaciones de los principales complejos agroindustriales, que oscilaba en torno al 55% entre 2015 y 2018, escaló al 60% en 2019 y hasta el 66% en el primer semestre del 2020”.
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