El productor agropecuario, principalmente en frutas pero también en carne y hortalizas, volvió a perder espacio y rentabilidad frente al valor final que recibe su producción en las góndolas durante junio pasado: la participación en el valor final de los alimentos se redujo al 25,5% promedio, con una merma de 4,9% intermensual.
El dato surge del análisis realizado a través del Indice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en el relevamiento mensual correspondiente a junio pasado, donde hubo una evaluación de los precios finales y diarios –de un modo online- que pagaron los consumidores por un listado de más de 700 alimentos durante el mes pasado.
El IPOD permite medir las distorsiones que suelen multiplicar por varias veces el precio de origen de muchos productos agropecuarios en el recorrido desde que salen del campo y hasta que llegan al consumidor. Esas desigualdades son muy dispares según producto, región, y tipo de comercio, y época del año.
El estudio de la CAME señaló que los los productos con menor participación del productor en el precio final durante junio fueron la naranja, con el 12,3%; la pera, con el 12,5%; y el limón, con el 13,4%. En cambio, en el caso de la frutilla, el productor se llevó el 52,2% del precio que pagó el consumidor, mientras que para la carne de pollo fue del 44,4%, y en la acelga el 44,3%.
“En general, las diferencias están determinadas por un conjunto de comportamientos, algunos especulativos de diferentes actores del mercado, básicamente de las grandes cadenas de supermercados que se abusan de su posición dominante en el mercado”, aseguró CAME en su informe. Los especialistas de la entidad agregaron también que existen otros factores “como la estacionalidad, que afecta a determinados productos en algunas épocas del año, o los costos de almacenamiento y transporte”.
Por otro lado, en el sexto mes del presente año, en promedio, los consumidores pagaron 4,59 veces más de lo que cobró el productor por los alimentos en la tranquera de sus campos, cuando en mayo la diferencia fue de 4,5 veces.
Las mayores distorsiones se detectaron en la naranja, donde el precio se multiplicó por 8,1 veces desde que salió del campo, seguida por la pera (8,0 veces), el limón (7,4 veces), y la manzana (7,2 veces). Por su parte, los productos con menores diferencias, en tanto, fueron: la frutilla (1,92 veces), el pollo (2,25 veces), la acelga (2,26 veces) y la papa (2,6).
Brechas
En junio pasado hubo 13 productos donde las diferencias subieron y 12 a la baja. Entre los más destacados: el IPOD frutilla se incrementó 64,1%, impulsado por un aumento del 102% en los precios de destino y de solo 23,1% en los valores de origen. La variación de este último se debe a que esta fruta se encuentra fuera de temporada, pero, aún así, la escasez del producto repercutió más en los costos al consumidor. En la comparación interanual, se observa una modificación del 180,7% en el precio de origen.
El IPOD tomates redondos subió 51,9% en junio explicado por una disminución del 43,2% en los valores de origen y una baja de 13,7% en los de destino. En origen, la variación del importe, de acuerdo a lo informado por los productores, se debe principalmente a una cuestión de oferta y demanda. Corrientes y Salta entraron al mercado con mucha producción, lo que saturó la oferta generando una caída de precios. A nivel interanual, se aprecia una alteración de 16,99% en el precio de origen.
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