El desafío del campo de producir más alimentos en una economía que se retrae

En medio de la pandemia del coronavirus que paraliza a muchas actividades por el aislamiento social, el campo emerge con su capacidad productiva, y se convierte una vez más en el motor de la economía argentina

En el medio de la pandemia del coronavirus que paraliza a muchas actividades por el aislamiento social, el campo emerge con su capacidad productiva, convirtiéndose una vez más en el motor de la economía argentina

El compromiso de todos los trabajadores del campo, después de la excepción a la cuarentena obligatoria que otorgó el gobierno a la producción agropecuaria, es una de las más responsables y humanitarias del área productiva por tratarse de uno de los sectores que está trabajando de manera continua para que las materias primas y por ende los productos alimenticios no falten en las góndolas de los supermercados.

Para que todos los argentinos cuenten con las provisiones fundamentales que se necesitan para sobrellevar esta difícil situación, el campo debe cumplir un nuevo papel: ser el proveedor y productor indispensable de la nueva era.

Alejandro Nisnievich, Ingeniero Agrónomo y especialista en Agricultura de Precisión, en diálogo con Infobae señaló cual es la importancia que tiene el campo en materia productiva: “En la Argentina, en los últimos diez años la superficie de siembra de todos los cultivos de cosecha de granos se mantuvo estable, pero la producción en toneladas se duplicó. La demanda de alimentos, es creciente en todas las regiones pobladas, y se observa año a año. Además, por diversos factores, políticos y económicos, hay regiones que no logran satisfacer sus necesidades alimentarias y si llegan a empezar a demandar alimentos, la necesidad de producción de las áreas agrícolas en el mundo debería incrementarse notoriamente”.

Por estos días, el campo tiene la obligación de llegar a la sociedad con propuestas genuinas que incrementen el valor de la producción y desarrollen condiciones propicias para que el mundo obtenga todos los alimentos que necesita del mercado argentino.

Nisnievich, al respecto, destacó que el sector agrícola de nuestro país no debería pensar en el incremento de la producción como una sola variable o en un solo factor. Para el ingeniero agrónomo, cada región debe analizar la mejor forma de transformarse en un verdadero sistema agroecológico de alta eficiencia: “Uno de los factores que más influye es la constante investigación de las diferentes áreas, siendo la Argentina líder en el mundo de conocimiento, la mejora continua de variedades genéticas que pueden soportar diferentes problemas, la maquinaria agrícola y todo lo referente a las regulaciones y configuraciones, las nuevas tecnologías electrónicas de aplicación selectiva, verde sobre verde y mejores insumos cada vez más específicos”, aseguró.

Y además comentó: “En diferentes regiones se probaron con relativo éxito cultivos de inter siembra, en contorno y de doble línea, que de seguir la tendencia de demanda de alimentos estas técnicas deberán ajustarse al máximo, para que realmente sean aplicables”.

El campo y su rol de proveedor de alimentos

El campo argentino trabaja a una muy alta velocidad en todos sus factores, uno de ellos es el económico. El ciclo productivo, los plazos de inversión, liquidación de stock y el giro de divisas, se realizan cada cuatro a siete meses y de manera sucesiva. Es por eso que, debido a las diferentes producciones que se desarrollan a lo largo y ancho del país, los ciclos de inversión y retornos, son continuos, dándole energía a la economía argentina: “En estos momentos es cuando más se necesita la producción de alimentos para poder superar el confinamiento de las personas, motivo por el cual la cadena de abastecimiento y distribución debe funcionar con su máxima eficiencia, llevando tranquilidad a la población”, dijo Nisnievich.

Los insumos agropecuarios, sobre todo los productos referidos al control de malezas y fertilizantes, tendrán un rol fundamental de cara al contexto que se viene

Alejandro Nisnievich, que además trabaja para la empresa Metalfor, expresó que los insumos agropecuarios, sobre todo los productos referidos al control de malezas y fertilizantes, tendrán un rol fundamental de cara al contexto que se viene, y agregó: “En los herbicidas, la selectividad y la concentración es lo que más se está estudiando y dentro de los fertilizantes lo que más se destaca es la posibilidad de nuevas formulaciones sólidas para aumentar la eficiencia del nutriente para estar disponible para las raíces, y si bien la nutrición foliar no está tan desarrollada, va a empezar a crecer debido a la eficiencia que están teniendo los nuevos productos sobre los cultivos al ir directamente a las hojas”.

En este sentido, el desafío será clave y el campo argentino deberá demostrar una vez más que está a la altura de las circunstancias para poder llegar con sus alimentos a todos los puertos del mundo, creando vínculos, uniendo áreas productivas, fortaleciendo las cadenas de valor, ofreciendo alimentos de calidad y comprometiéndose con la diversidad de su producción.

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