Una buena noticia para las economías regionales. A comienzos de semana, el Ministerio de Agroindustria anunció que se prorroga por un año la emergencia económica, productiva, financiera y social para la cadena de peras y manzanas, y paralelamente, confirmó que avanza la segunda etapa del plan de reconversión vitícola en Mendoza.
La cartera agroindustrial que conduce Luis Miguel Etchevehere, informó que a través del decreto 517/2018, publicado en el Boletín Oficial, se prorroga por un año la emergencia económica, productiva, financiera y social, para la cadena de producción de peras y manzanas de las provincias de Neuquén, Río Negro, Mendoza, San Juan y La Pampa, declarada por la Ley N° 27.354 y sus modificatorias
Según comunicaron desde el ministerio, el decreto 1125/2017 emitido en enero contemplaba beneficios especiales a los productores, empacadores, frigoríficos, comercializadores e industrializadores, otorgando una prórroga hasta el 30 de junio de este año sobre los vencimientos generales para el pago de las obligaciones impositivas y de la seguridad social, operados o que operen desde el 4 de junio de 2017 hasta 31 de mayo de 2018. Pero, debido a las problemáticas que enfrenta el sector y que llevan a su ausencia de competitividad, el Ministerio de Agroindustria recomendó extender por un año más la vigencia de la Ley N° 27.354, mientras los productores de peras y manzanas puedan recomponer su situación.
“De esta manera avanzamos sobre uno de los puntos tratados durante la Mesa de Competitividad de Peras y Manzanas y damos respuesta a un pedido no solo del sector sino también de legisladores y cámaras”, precisó Etchevehere.
Cabe recordar que la producción de peras y manzanas, hace tiempo que se encuentra en crisis, enfrenta altos costos, sumado a que muchos productores han abandonado la actividad. Tal como informó Infobae a comienzos de semana, según el Indicador de precios de CAME, el IPOD, hay una gran diferencia entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor en la góndola, ya que en el caso de la manzana el valor desde que sale del campo hasta que llega a la ciudad, se multiplica 7,9 veces, y en el caso de la pera, 8.
Competitividad viñatera
Por otro lado, el Ministerio de Agroindustria junto con el Gobierno de la provincia de Mendoza, el Instituto de Desarrollo Rural, el INTA, la COVIAR y Mendoza Fiduciaria, avanzan en la segunda etapa del Plan de Reconversión Varietal y Modernización Tecnológica que se viene desarrollando en la provincia de Mendoza, donde se solicitaron créditos por un total de $96,4 millones. Esta línea de créditos blandos, busca fomentar la regulación de los precios y mejorar la rentabilidad de los pequeños viñateros al lograr producir uva de mayor aceptación en el mercado.
Según informaron, el plan comenzó en 2017 y en la primera etapa de ejecución se han aprobado y desembolsado créditos por $35 millones beneficiando a 220 productores que lograron mejoras en más de 2.000 hectáreas, de las cuales 410 se reconvirtieron a uvas de mayor calidad enológica que permitirán una mayor rentabilidad. "Esta segunda etapa tiene como destinatarios a 416 productores pertenecientes a los cuatro oasis con actividad vitícola de la provincia", detalló Agroindustria en un comunicado.
Desde el ministerio explicaron que la implementación del plan se realiza a través de un fondo rotatorio, otorgándose créditos blandos de hasta $ 300.000 por productor a tasa 0%, para financiar la reconversión a uva de mayor calidad enológica, la implementación de riego por goteo, malla antigranizo y mejoras estructurales de las fincas. En este sentido, resaltaron que "se realiza la articulación de un trabajo en equipo con más de 30 técnicos especializados en el territorio que aportan asesoramiento y asistencia permanente".
Por último, teniendo en cuenta que la búsqueda de regulación de precios y de mejora en la rentabilidad de los productores es progresiva, al cumplirse el tercer año de reconversión, el pequeño productor podrá empezar a percibir el impacto económico. Al respecto, estimaron que "una hectárea de uva reconvertida equivale a una facturación de más del 60%, teniendo en cuenta que el precio de la uva criolla ronda los $4 por kilo y el precio promedio de la uva varietal se encuentra alrededor de los $14".