La pandemia de COVID-19 dejó algo de caos en los calendarios deportivos y la natación es uno de los deportes que más queda en evidencia. El que comienza mañana en Doha es el tercer Campeonato Mundial que se celebrará en tres años consecutivos: Budapest 2022, Fukuoka 2023 y Doha 2024. A esto se le suma la superposición con el año olímpico y la ya confirmada cita mundialista para el año próximo en Singapur. Serán, entonces, cuatro Mundiales en cuatro años.
El contexto alejó a varias figuras de la cartelera, pero igualmente la capital qatarí será desde mañana el foco de atención para la comunidad acuática, a menos de seis meses de los Juegos Olímpicos. Más de 2500 atletas de 197 naciones, incluidos el clavadista Tom Daley y el pechista Adam Peaty, competirán en 75 eventos.
La cita se abrirá con natación artística y clavados, continuará con los dos torneos de waterpolo, las pruebas de aguas abiertas, los espectaculares saltos de gran altura -una prueba que no es olímpica- y se cerrará con la semana grande de la natación.
En lo que tiene que ver con la natación de carreras en pileta, uno de los ausentes será el velocista rumano David Popovici, quien junto a su equipo de trabajo decidieron otro calendario para la previa de París 2024.
El que sí estará presente es el campeón olímpico británico Adam Peaty, luego de algunos momentos de turbulencia en su carrera, debido al estrés y la preocupación por su salud mental, según él mismo confesó.
Entre las mujeres, no estarán Emma McKeon, Mollie Callaghan ni Ariarne Titmus. El escenario en el estilo libre femenino será muy abierto, aunque Shayna Jack y Siobhan Haughey emergen como candidatas entre tantas ausencias.
La figura femenina del mundial será la sueca Sarah Sjostrom, pentacampeona mundial, quien solo participará en los 50 libre, prueba que no figura en el programa olímpico.
En la natación artística, con cinco países que ya han asegurado sus plazas olímpicas para la competición por equipos -México, China, Francia, Australia y Egipto - el escenario está preparado para un certamen apasionante en la capital de Qatar. Será la última oportunidad para que los países aseguren los últimos cinco lugares, excluyendo a las naciones ya clasificadas. También se definirán clasificaciones en los duetos.
El equipo estadounidense perdió por poco la plaza en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, a manos de México. La entrenadora en jefe de Estados Unidos, Andrea Fuentes, explicó que la diferencia podría haber sido tan pequeña como una pierna que fuera una pulgada más alta o más baja durante un solo segundo en una de las tres rutinas.
Para las aguas abiertas, habrá 13 plazas olímpicas en disputa en Doha. En Fukuoka, sede del último Mundial, los nadadores alemanes dominaron las pruebas de aguas abiertas de 10 kilómetros, que es la incluida en el programa olímpico. Florian Wellbrock fue dorada y Oliver Klemet, bronce entre los hombres. Los acompañó en el podio el húngaro Kristof Rasovski. Los tres ya aseguraron su ticket a París 2024. Francia, como organizador, también tiene una plaza reservada, en ambas ramas.
En mujeres, la ganadora fue la alemana Leonie Beck, por delante de la australiana Chelsea Gubecka y la estadounidense Katie Grimes. En ambas pruebas se clasificarán para los Juegos Olímpicos los nadadores mejores ubicados de África, América, Asia, Europa y Oceanía -fuera de los ya clasificados-.
El waterpolo otorgará cuatro plazas olímpicas masculinas y dos femeninas. Del 4 al 9 de febrero se disputarán los partidos entre las selecciones clasificadas en cuatro grupos. El primero de cada zona se clasificará para cuartos de final.
La competencia de clavados contará con una interesante mezcla de campeones olímpicos y mundiales, así como con estrellas emergentes de la disciplina. El equipo chino competirá con nada menos que seis campeones olímpicos, mientras que México y Gran Bretaña también participarán con una destacada nómina, encabezada por Osmar Olvera y Tom Daley, respectivamente. Al menos 12 clavadistas y cuatro equipos obtendrán plazas olímpicas en el Centro Acuático Hamad.