Michael Phelps, leyenda de la natación, habló sin tapujos sobre la depresión que sufrió durante su carrera y resaltó la importancia que tiene para los deportistas hablar sobre la salud mental: “Salva vidas”.
El estadounidense, máximo ganador de medallas en la historia de los Juegos Olímpicos (23 doradas y 28 en total), dio una charla en el World Business Forum 2023 en Madrid (España) y reconoció que en sus peores momentos hasta pensó en quitarse la vida.
“Yo pensé en suicidarme y eso da miedo. Hay luz tras el túnel y quiero animar a la gente a que luche. Hablar de salud mental me ha salvado la vida”, admitió, emocionado, el Tiburón de Baltimore ante directivos de distintas empresas.
Con solo 15 años, Phelps disputó en Sídney 2000 sus primeros Juegos Olímpicos y cuatro años después, en Atenas, comenzaría su enorme cosecha al obtener ocho medallas (seis doradas y dos bronces). Y a la par de los logros y los reconocimientos, empezó a sufrir depresión.
“Toqué fondo sin hablar con nadie, en 2008 caí en la misma espiral”, reconoció Phelps en el Congreso Wobi. En medio de esos problemas mentales, que el propio nadador confesó ocultar para evitar que se convirtiera “en una señal de debilidad para los rivales”, hizo historia en Beijing 2008 al ganar ocho medallas doradas y superar el récord de siete que tenía el también nadador estadounidense Mark Spitz desde Munich 1972.
Phelps ya se fue de Londres 2012 siendo el máximo ganador de medallas en los Juegos Olímpicos (acumulaba 22) y anunció su retiro. Un par de años después, pasaría uno de los peores momentos de su vida. “En 2014 tuve otra (caída). Ya no quería estar vivo. Decidí ir a un centro de rehabilitación para seguir viviendo. Allí pasé los 45 peores días de mi vida. Me sentí vulnerable por primera vez. Entré con un escudo y no me comunicaba. Tras tres días, bajé la guardia. Ahora puedo mirarme al espejo y ver a una persona, no a alguien con una gorra y unas gafas de sol. Ya no me asusta decir nada”, confesó.
Phelps volvió del retiro en Río 2016 para cerrar su histórica carrera con sus últimos cinco títulos olímpicos y una plateada más. Tras dejar la piscina, el de Baltimore, hoy con 38 años, decidió viajar por el mundo para contar su historia y ayudar a los deportistas: “Demasiados atletas olímpicos se han suicidado, no quiero perder a un solo miembro más de mi familia olímpica”.
“Ojalá la gente pueda luchar como yo. Una de cuatro personas tiene un problema de salud mental. ¿Cómo es posible que no hablen? Naomi Osaka, Simone Biles... Han alzado la voz y han compartido su viaje. Y eso salva vidas”, cerró Phelps.