Summer McIntosh hizo su gran presentación en los Juegos Olímpicos de Tokio y cuando con solamente 14 años quedó a un paso del podio, el mundo entendió que a la mesa en la que se sientan las grandes de la natación había que sumarle otra silla. Desde ese momento, la canadiense no dejó de crecer y el último golpe lo dio al quedarse con el récord del mundo que tenía la australiana Ariarne Titmus en los 400 libre.
“No pensé que el récord era una posibilidad”, reconoció McIntosh en el Toronto Pan Am Sports Centre, donde se desarrollaron los Trials de Canadá para el Mundial, después clavar el reloj en 3:56.08.
El tiempo le permitió a la joven de 16 años pulverizar los 3:56.40 que el 22 de mayo de 2022 había establecido Titmus para, en ese momento, destronar la plusmarca que había conseguido la estadounidense Katie Ledecky en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
“Durante los últimos años he puesto mi vida en esto: ser lo mejor que puedo ser. Lograr algo como esto, fue muy inesperado. Nunca estuvo en mis sueños hacer esto esta noche o incluso hace unos años. Esto simplemente me deja alucinando”, reconoció la niña prodigio de la natación.
“No estoy realmente seguro qué decir. Esto es algo especial. La he visto hacer algunas cosas realmente especiales en la práctica. Estoy muy orgullosa de ella. Es una de las mejores corredoras que he visto”, manifestó su entrenador Brent Arckey.
La inspiración arrancó dentro de la familia: su mamá, Jill Horstead, también fue nadadora y participó en los Juegos de los Ángeles 1984. Summer coqueteó con el patín artístico (su hermana, Brooke, forma para del equipo nacional de Canadá), pero en alguna entrevista explicó “no tener la mentalidad para que me arrojen al aire con cuchillos en mis pies” y en el agua terminó encontrando su lugar.
McIntosh nació en Toronto y en su ciudad el año pasado consiguió lo que seguramente alguna vez soñó entre brazada y brazada: imponerse en un mano a mano a Ledecky, la leyenda. La canadiense ganó la Copa del Mundo ante su gente, derrotó a la estadounidense y además estableció el récord junior en los 400 (pileta corta) con 3:52.80.
El Centro Acuático de Tokio fue para la canadiense el punto de partida de una carrera que continuó meses después con dos medallas (dorada en 4x200 libre y plateada en 400) en el Mundial de pileta corta en Abu Dhabi y siguió con cuatro más (dorada en 200 mariposa y 400 combinados; plateada en 400 libre y bronce en 4x200 libre) en el Mundial de Budapest, ya en pileta olímpica.
“Si me levanto a esa hora es para dar el 110% de mí. No tiene sentido ir a la piscina y estar en ella cuatro horas si voy a dar sólo el 50″, contó Summer sobre sus entrenamientos mientras todos destacan el trabajo y su esfuerzo más allá del talento.
Hace menos de un mes de esta marca histórica que consiguió en los 400 libre, McIntosh ya había avisado en el TYR Pro Swim Series de Fort Lauderdale que estaba en un gran nivel y también dio otra muestra de su capacidad para nadar en varios estilos: logró récords del mundo junior en 200 medley (2:08.08), 200 mariposa (2:05.05) y 200 libre (1:54.13), prueba en la que volvió a superar a Ledecky.
Los Mundiales de Fukuoka (en julio de este año) y Doha (arranque de 2024) serán las próximas dos grandes citas de la natación antes de la última parada, en París, donde McIntosh buscará la medalla en los Juegos Olímpicos que se le negó por muy poco en Tokio.