“Después de 11 maravillosos años en el deporte, he decidido retirarme de la natación competitiva”, comenzó a narrar en sus redes sociales. “Estoy muy emocionada por este próximo capítulo de mi vida y por explorar lo que me depara la vida fuera de la piscina”.
Ripley Rascals, un pequeño club de natación al este de Derbyshire, Reino Unido, fue testigo de los primeros pasos de Molly en la natación. Cuando era chica sus padres querían que practicara natación para estar segura durante las vacaciones y fue al poco tiempo que su profesor le recomendó Rascals para entrenar, dado que veía en ella un gran potencial.
A los 10 años empezó a entrenar con mayor intensidad, pasando madrugadas en la pileta y teniendo largas horas de gimnasio. La natación empezaba a adueñarse de su rutina. Solo cinco años pasaron hasta que compitió en su primera competencia como profesional, en el Campeonato Mundial FINA Shanghai 2011.
La carrera de la pechista dio un gran salto, pero el camino no iba a ser fácil. En 2012 quedó afuera de los Juegos Olímpicos de Londres, su sueño absoluto, por 0.1 segundos y su nivel bajó notablemente en los siguientes tres años. “Fue mucho para aceptar cuando tenía 15 años, pero definitivamente me ha hecho más fuerte a largo plazo”, reconoció en una entrevista para el portal March 8.
Su debut olímpico llegó en Río 2016, donde compitió en los 100 y 200 metros pecho femenino, batiendo el récord británico en las semifinales de 200 metros con un tiempo de 2:22:23. En la final terminó en la sexta posición. La consagración llegaría pocos meses después, en Canadá, al ganar el título en el Campeonato Mundial de Pileta Corta. Repitió podio en esta misma competencia, esta vez con la medalla de bronce, en Abu Dhabi 2021.
A lo largo de su carrera cosechó varias medallas a nivel europeo, entre ellas dos doradas, en 200 metros y 4x100, en el Campeonato Europeo de Budapest 2021. También ganó cuatro medallas de la Commonwealth, la más reciente como parte del equipo femenino de relevos 4x100m Medley, ganador de la medalla de bronce, en los Juegos de Birmingham de este año.
En Tokio 2020 repitió un tiempo casi idéntico al logrado en Río terminando sexta en la final. Esta sería su última gran competencia a nivel mundial; la idea de retirarse ya daba vueltas en su cabeza.
Once años después de su debut, Molly pone un punto final a su carrera en el alto rendimiento. Logrando más de lo que alguna vez imaginó. “La natación siempre ha sido algo natural para mí y me enamoré del agua a una edad muy temprana, pero nunca imaginé que esta pasión me convertiría en la persona que soy hoy en día durante los siguientes 20 años”, concluyó.