El trabajo en restaurantes es exigente e intenso, y los gerentes no siempre son conocidos por su amabilidad y comprensión. Entonces, cuando un restaurante especializado en carnes de Manchester, Inglaterra, tuiteó un mensaje de "ánimo" a una mesera que cometió un error muy costoso, las redes sociales respondieron de una gran forma.
De acuerdo con el tweet, una camarera del restaurante y bar de coctéles Hawksmoor
El restaurante tuiteó:
"Al cliente que recibió accidentalmente una botella de Chateaule Pin Pomerol 2001, que cuesta £ 4500 en nuestro menú, anoche, ¡espero que haya disfrutado su velada! Al miembro del personal que lo regaló accidentalmente, ¡adelante! Los errores ocurren y te amamos de todos modos".
To the customer who accidentally got given a bottle of Chateau le Pin Pomerol 2001, which is £4500 on our menu, last night – hope you enjoyed your evening! To the member of staff who accidentally gave it away, chin up! One-off mistakes happen and we love you anyway 😉
— Hawksmoor Manchester (@HawksmoorMCR) May 16, 2019
El tweet ya tiene tiene mas de 25,000 "me gusta". Sin embargo, luego de que algunas personas publicaron respuestas en contra de la mesera, la cuenta del restaurante volvió a defender a su empleada, esta vez en mayúsculas: "SE VEN BASTANTE SIMILARES, ¿DE ACUERDO?"
El fundador de Hawksmoor, Will Beckett, le dijo a BBC News que un gerente de otra ubicación de Hawksmoor estaba ayudando a la camarera en una noche ocupada, y cometió un error al recoger la botella. El cliente al parecer no sabía del error.
Beckett le dijo a la BBC que el empleado involucrado era "es una persona brillante", por lo que pensó que perdonarla era la forma de arreglar el problema.
"Voy a molestarla por esto cuando deje de estar tan mortificada", dijo Beckett.
THEY LOOK PRETTY SIMILAR OK?! 😉 pic.twitter.com/JWFW81cbe8
— Hawksmoor Manchester (@HawksmoorMCR) May 16, 2019
Los trabajadores de los restaurantes respondieron ampliamente al tweet del restaurante, alentando a la gerencia por una respuesta sensata, especialmente porque es muy fácil que los ánimos se enciendan en la cocina.
Y en solidaridad, muchas personas confesaron sus propios errores laborales no relacionados, convirtiéndose ligeramente en una terapia de grupo.