Más de 4 millones de personas en EEUU abandonaron su trabajo debido a la adicción a los opiáceos

Por Katie Zezima

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(Flickr)
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Desde 1999 a 2015, hubo 4.1 millones de personas menos en la fuerza laboral debido a la adicción a los opiáceos, según las últimas investigaciones que muestran que el uso de drogas está teniendo un profundo efecto en la economía de Estados Unidos.

Un estudio del American Action Forum concluye que la pérdida de estos empleados, de entre 25 y 54 años, y su productividad cuesta a la economía estadounidense USD 702,100 millones, o poco menos de USD 44,000 millones al año.

"Es un lastre bastante grande para la economía de Estados Unidos", dijo Ben Gitis, director de política de mercado de trabajo en el American Action Forum, un grupo de expertos de orientación republicana.

La cantidad de personas que no trabajan porque dependen de los opiáceos ha crecido cada año desde 1999. Casi un millón de personas, que estaban en sus mejores años de vida, estuvieron ausentes de la fuerza laboral en 2015 debido a la adicción a los opiáceos, según el estudio.

La investigación de Gitis mostró que la pérdida de horas de trabajo provocó que la tasa de crecimiento económico se desacelerara en 0.2 puntos porcentuales durante un período de 16 años. La tasa de crecimiento promedio fue del 2 por ciento durante ese tiempo. Pero "las estimaciones sugieren que si estos trabajadores hubieran estado en la fuerza de trabajo y no fueran adictos a los opiáceos, la tasa de crecimiento hubiera sido del 2.2 por ciento".

Los opiáceos mataron a más de 42,000 personas en 2016, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

"Por supuesto, la crisis de los opiáceos es un importante problema de salud. Las muertes por sobredosis por sí mismas sugieren cuán grande es el problema", comenta Gitis. "Pero también es una limitación importante para nuestra economía".

La investigación de Gitis se basa en la del economista de la Universidad de Princeton Alan Krueger, que estimó en un documento del año pasado que el aumento en las recetas de analgésicos podría haber causado una disminución del 20 por ciento en la participación de la fuerza de trabajo entre los hombres y el 25 por ciento entre las mujeres. Krueger señaló que las áreas con la tasa más alta de prescripciones de opiáceos registraron grandes reducciones en el número de personas en la fuerza de trabajo.

Gitis tomó datos nacionales de 1999 y 2015 y, utilizando las suposiciones de Krueger, extrapoló cuántas personas habrían estado en la fuerza de trabajo si no fuera por la adicción a los opiáceos.

El análisis muestra que se perdieron más horas de trabajo para las mujeres (6,400 millones) que para los hombres, que habrían trabajado 5,700 millones de horas menos entre 1999 y 2015.

La tendencia ha persistido a pesar de que la economía se ha recuperado y los empleadores en algunas partes del país están luchando para ocupar las plazas vacantes. Algunas empresas incluso están eliminando estos procesos.

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