La estimulación cerebral profunda puede reducir el síndrome de Tourette

Por Jia Naqvi

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Una técnica experimental reduce los tics, los movimientos y los ruidos vocales involuntarios asociados con el síndrome de Tourette severo en adultos jóvenes, según un estudio publicado recientemente.

El procedimiento quirúrgico, llamado estimulación cerebral profunda talámica (DBS por sus siglas en inglés), envía impulsos eléctricos a un área específica del cerebro que reduce los tics, de acuerdo al informe publicado en el Journal of Neurosurgery. El hallazgo demuestra que la estimulación cerebral profunda se puede realizar de forma segura y eficaz, lo que podría conducir a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) a aprobar el tratamiento para el síndrome de Tourette.

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"Nuestro estudio muestra que la estimulación cerebral profunda es un tratamiento seguro y efectivo para los adultos jóvenes con síndrome de Tourette severo que no se pueden tratar con las terapias actuales", comentó Alon Mogilner, profesor asociado en los departamentos de neurocirugía y anestesiología de la Universidad Langone de Nueva York y director del Centro de Neuromodulación. "Este tratamiento tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de los pacientes que están en la adolescencia y durante la primera etapa de la edad adulta", añadió en el comunicado de prensa.

De acuerdo a varios estudios, el síndrome de Tourette es un tipo de trastorno neurológico que afecta del 0.3 al 0.6 por ciento de los niños en Estados Unidos. 138,000 pequeños de entre 6 y 17 años han sido diagnosticados con esta condición. Las causas del síndrome se desconocen y se cree que, en parte, tiene que ver por la genética y por factores ambientales, que aumentarían la probabilidad de sufrir este problema.

Por lo general, el síndrome comienza en la infancia y, en algunas personas, la condición mejora con la edad. Para otros, sin embargo, los síntomas se agravian hasta el punto que algunos se aíslan socialmente y son incapaces de trabajar o asistir a la escuela.

Investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York analizaron a trece pacientes, de entre 16 y 33 años durante, al menos, seis meses. Los estudiosos midieron la gravedad de los tics antes y después de la cirugía. Los pacientes con síndrome de Tourette severo que se sometieron a un DBS mostraron una disminución, de media, del 37 por ciento de su tic.

(iStock)
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La cirugía se hace en varias partes. La primera es un procedimiento en el que dos electrodos se insertan en la región del cerebro que parece tener anomalías. En la segunda, que se suele hacer al día siguiente, se introduce un dispositivo, parecido al marcapasos, llamado neuroestimulador. Ese aparato está conectado a los electrodos para que los impulsos eléctricos puedan ser emitidos en el tálamo. Los ajustes se hacen de acuerdo a los impulsos eléctricos durante las visitas de seguimiento con tal de encontrar una mejor combinación de ajustes que controlen el síndrome.

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