'Es muy fuerte lo que han generado los de OT y yo me alegro un montón'.
Carolina Iglesias se metió en un foro de fans de Sé lo que hicisteis… con 12 años, con 18 llevó su primer monólogo a Paramount Comedy y con 24 conduce un programa de radio (Yu), tiene su propia obra de teatro en cartel junto a Soyunapringada (Que vuelva Fotolog) y a 50.000 personas pendientes de cada vídeo que sube a su canal, Percebesygrelos.
El próximo viernes estará hablando junto a Abi Power y Perra de Satán sobre YouTube, Instagram y otros espejos digitales en el Festival de contenidos digitales Carballo Interplay. Le pedimos que nos diera su opinión sobre cómo construimos nuestra identidad en redes, sobre la cultura del odio en internet y sobre las cuentas cerrojo de Instagram.
VICE: Buenas, Carolina. Naciste en el 93, así que seguramente tuviste MSN, MySpace, Fotolog, Tuenti… Fuimos la primera generación que creció con redes sociales. ¿De qué manera crees que nos ha afectado?
Carolina: A mí lo que más me sorprende es que hemos vivido todas las evoluciones de las redes. Aunque seguirá habiendo cambios, nuestra generación ha vivido el momento chat, el momento Fotolog, el MSN… Eran las primeras redes sociales que había en internet y las exploramos, y ya entonces había influencers. Conozco a gente que tuvo muchísimos seguidores ya en Fotolog y consiguió trabajos gracias a ello. Toda nuestra vida está en internet, y creo que esa es la manera en la que nos ha afectado. A los 12 años, por ejemplo, yo ya estaba en un foro de fans de Sé lo que hicisteis. Tuve Fotolog, tuve un blog… Por suerte las plataformas se van cayendo. Doy gracias.
¿Crees que somos plenamente conscientes de nuestra huella digital, de que, como dices, toda nuestra vida está en internet?
Creo que sí, y de hecho a mí me gusta que estén las cosas en internet. Más que nada porque seguro que si las guardo en un disco duro las perdería. Pero bueno, supongo que depende de lo que cada uno cuente el hecho de que le de más o menos importancia a su huella digital. Yo como tampoco creo que mi intimidad esté en internet, creo que está protegida, no pienso demasiado en ello.
¿No te ha preocupado nunca qué pensará la Carolina de dentro de 10 años de los vídeos que haces ahora? ¿Crees que nos arrepentiremos algún día de llenar internet de mierda con nuestros selfies y nuestras opiniones?
Sí. Yo por ejemplo llevo nueve años con Twitter, que es un montón, sobre todo con la edad que tengo. Por eso a veces veo tuits pasados míos en los que se reflejan opiniones que ahora no tengo y los borro. Siento que no me representan. Que aunque no digan nada grave ya no van conmigo. Es muy difícil que te represente todo lo que has hecho, pero forma parte de mi vida, no me arrepentiré de ninguno yo creo. Y mira que tengo algunos vídeos más personales, como uno en el que incluso rompo a llorar, que subí el año pasado y en el que cuento que estaba pasando por una mala época personal.
“Defiendo mucho la idea de hablar de sentimientos, de hablar de cuando estás triste. No me da vergüenza exponerme en ese sentido. Otra cosa es contar mi vida”
En otro vídeo hablabas sobre la pérdida de la ilusión que experimentaste en un momento de tu vida. ¿Qué sientes al hablarle a 50.000 personas de algo tan personal y qué te lleva a hacerlo?
En el momento en el que hice ese primer vídeo en el que contaba que estaba pasando por una época personal complicada lo hice porque, como tenía que fingir en mi trabajo que estaba contenta, me expresé en mi canal. Al final trabajo en un programa de humor en el cual al oyente no le importa que yo esté triste, así que lo conté en mi canal de Youtube.
Ahí es donde soy más yo, y cuando subí el vídeo me sentí muy aliviada. Es como una especie de terapia. Me da mucho miedo aparentar lo que no soy, y aquello fue una de manera afrontar esa situación de manera honesta. Me sorprendió mucho que tuve mucho feedback positivo, de gente que me entendía y me escribió. Y en realidad dentro de lo que cabe siento que estoy protegida al contar cosas como estas, porque lo ven los suscriptores a mi canal, siento que no lo ve "el mundo", ¿sabes? Es para ellos, para la gente que sigue mi canal.
Además, defiendo mucho la idea de hablar de sentimientos, de hablar de cuando estás triste. No me da vergüenza exponerme en ese sentido. Otra cosa es contar mi vida, que eso no lo hago.
Hay chavales que se están abriendo "cuentas cerrojo" en Instagram. Se trata de cuentas alternativas a las 'oficiales' en las que comparten cosas cotidianas, del día a día, menos bonitas.
Sí, sí, y así cotillean y cosas así. Me lo contaron, porque en mi programa a veces entrevistamos a adolescentes —cosa que se me hace sentir súper rara, ni que yo fuera una señora— y una me lo contó. Me explicó que tenía por una parte su cuenta bonita y por otra una en la que compartía cosas más chorra.
¿Qué te parece el fenómeno?
Mientras ellos lo lleven bien me parece bien que tengan dos cuentas. Sí que me preocupa un poco esa manera de aparentar, de tener redes sociales para la gente en lugar de para unos mismos y me preocupa que se cree ese sentimiento en las generaciones jóvenes. El postureo está bien pero con moderación. Cuando llegas al punto de tener una cuenta de "tu vida real" oculta es preocupante, pero mientras ellos estén bien mentalmente, yo fan. El problema es que se agobien por las redes.
¿Qué relación crees que guarda el narcisismo generacional del que algunas veces nos acusan con nuestra relación con las redes?
La verdad que no sé si está relacionado, creo que depende de cómo lo enfoque cada uno. Yo por ejemplo soy super tímida y las redes me ayudan a abrirme al mundo. Con 14 años, gracias a los foros en los que hablaba conocí a gente que incluso ahora es mi amiga. Me ayudaron mucho porque en mi instituto no encajaba mucho y en las redes veía que no era tan rara, que había gente a la que le gustaban las cosas que yo ponía, las cosas que a mí me gustaban, lo que hacía.
Por esa parte estoy súper agradecida, así que supongo que depende de cómo lo uses y de cómo lo veas. Siempre que lo canalices todo hacia la luz es positivo, pero cuando ya empiezas a agobiarte con el "tengo pocos likes", a ver a las personas como herramientas para conseguir likes…eso es una pena.
"Cuando llegas al punto de tener una cuenta de 'tu vida real' oculta es preocupante"
¿Y cómo crees que ha afectado Instagram o Snapchat a nuestra percepción de la realidad como algo potencialmente explotable en redes? ¿Disfrutamos menos de las cosas porque sentimos la necesidad constante de retransmitirlas?
Es complicado. A mí por ejemplo me gusta grabar a veces cosas para tener el recuerdo de ciertas cosas, porque tengo muy mala memoria. Pero todo depende de tu equilibrio interno. Yo hay veces que quiero decirle a gente "dejad ya la puta cámara que no es necesario estar todo el tiempo con ella en la mano" y otras veces en las que me apetece hacerme fotos o estoy en un concierto y me apetece grabar un trozo de una canción.
Creo que es cuestión de equilibrio, y también que hay muchísimo prejuicio. Hasta el más crítico con las redes puede caer en el postureo, hay mil formas de postureo y no todas pasan por las redes sociales. A mí lo que me gusta es no juzgar a la gente por lo que haga, que cada cual haga su historia y nos respetemos todos. Y que cada uno sepa llegar al equilibro, que creo que es la clave. Cuando las redes ocupan demasiado tiempo en tu cabeza es cuando tienes que parar.
Hablando de hacer y dejar hacer, tu canal es un buen ejemplo de que la cultura del odio, lo hater, está muy para abajo. También el triunfo de Operación Triunfo, donde has currado, refleja un poco eso.
Es muy fuerte lo que han generado los de OT y yo me alegro un montón. La sociedad necesitaba gente como ellos, hacían falta buenos referentes y que se les de esta visibilidad. Respecto a lo que dices de mi canal, sí. Yo nunca incito al odio, también es verdad que no soy viral. Me gusta ser coherente, y me gusta que mis seguidores valoren eso, mensajes que no son negativos, ni son de cotilleos…
Hay un fenómeno curioso que redes que hasta los más pringaos notamos: si sales tú, tienes más likes. ¿Notáis los influencer ese fenómeno madre, el de "mándame una foto pero que salgas tú"?
Sí. Yo posteaba muchas fotos mías de forma inconsciente, además. Pero conocí a una amiga y me dijo "joder, tía, estoy viendo tu Instagram y sale tu cara todo el rato". Y es verdad, es algo de lo que soy consciente pero que tampoco había analizado tanto. Pero sí que es verdad que si subiera una foto de comida por ejemplo no tendría los mismos likes. Que, por otra parte, lo entiendo un poco: si estás siguiendo a alguien quieres ver a ese alguien, no fotos de comida, ¿no?
¿Crees que sería necesario educar a la gente en la cultura de internet, de las redes sociales?
Sí, totalmente. Recuerdo que mi primo pequeño con 12 años ya tenía Instagram y con esa edad aún no estás preparado para la exposición que significan las redes. Es peligroso, por ejemplo, que el acoso en el colegio continúe en las redes, y me parecería necesario que existiera información y educación. Yo tuve mi primer móvil con 12 años, pero me podía bajar un politono si quería, no podía hacer nada más. Ahora no es así. También creo que hay que educar a los padres en ese sentido.
¿Llegará el día que nos rebelemos como los luditas pero contra las redes?
Pues me haría mucha gracia y me daría mucha pena porque considero que, aunque tienen cosas malas, también tienen muchas cosas buenas. A mí por ejemplo Twitter me encanta, es mi red social favorita porque la gente es muy graciosa. Pero hasta los influencer mismos, si se unen varios, si el Rubius y otros dicen "vamos a quitarnos las cuentas", sí que puede bajar el número de personas que tenga cada red social y eso es muy fuerte.
Publicado originalmente en VICE.com