Las esculturas "clásicas" de Hedi Xandt declaran que el arte no se limita a lo bello.
Lo clásico roza con lo posmoderno en una serie de esculturas y pinturas que rinden honor a la estética antigua pero con detalles que vislumbran una relación desgarradora y dionisiaca. Las esculturas de mármol y otros materiales con detalles de oro del artista alemán Hedi Xandt, proponen todo menos la calma, haciendo un movimiento orgiástico de un objeto inanimado.
"El oro, por su parte, hace alusión a la belleza aplastante de lo divino y su pureza, pero también a su frialdad metálica," describe el artista en una entrevista. "Me gusta usar la iconografía clásica de las caras helénicas blancas y alterarlas brutalmente, ya sea obligándolas a sacar su (siempre escondido) cráneo o añadiendo muchas puntas filosas para redimensionar sus siluetas."
Lo interesante es que el punto de usar oro se aleja de la belleza inherente de este material, claro, hasta cierto punto, "La meta era hacerlas tan ridículamente caras como sea posible – una versión todo en oro, más grande que la vida real, de Apolo Rey cuesta más de 150K Euros (168,767 USD). Un día el manager de un rapero de Estados Unidos preguntó sobre el precio y entonces supe: Misión cumplida. Por supuesto que la escultura nunca se venderá. No puedes comprar a un dios". Entonces ya sabes, nunca podrás comprar una escultura de Xandt, pero aún así puedes apreciarlas en las fotos de abajo.
Si quieres conocer más obras desgarradoras de Hedi Xandt, visita su sitio.
Publicado originalmente en VICE.com