En total han cedido 210 millones de dólares derivados de las ganancias de la venta de drogas, y algunos no pasarán ni una década tras las rejas.
En el año 2001, un enorme cartel blanco con letras rojas se veía en el cruce internacional entre Tijuana y los Estados Unidos. Era tan grande que no había que levantar la cabeza: desde el asiento de cualquier vehículo se apreciaban las fotos de varias personas, todos con cortes de cabello noventeros.
"Arellano Félix. Hot Line", se leía. El Departamento de Estado de ese país ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por siete cabecillas de una organización llamada Arellano Félix —también conocida como Cártel de Tijuana— uno de los más sanguinarios en la historia del narcotráfico.
Con los años, fue modificado, a la par que estos narcos iban expandiendo su negocio. El Gobierno de Estados Unidos llegó a contabilizar 14 líderes de la organización.
El cártel de la Familia Arellano Félix quizá se convirtió en la organización de drogas más importante del mundo en ese entonces. Según el Departamento de Justicia de los EEUU, desde 1990, estos hermanos llenaron de coca las calles de su país.
Y lo hicieron mandándola desde la ciudad fronteriza de Tijuana, localizada al norte de México.
La obsesión de las autoridades norteamericanas fue tan grande que conformaron una unidad especial de investigación, que durante 15 años investigó los movimientos de los narcotraficantes.
Finalmente, en 2006, empezaron a caer en México, desde donde fueron extraditados para pagar sus delitos en los Estados Unidos.
Según información recabada por VICE News —que incluye documentos de las Fiscalías Federales de los EEUU y el Consejo de la Judicatura Federal— en la última década han sido extraditados diez líderes de la organización.
A pesar de que inicialmente el Gobierno de este país dijo que podría solicitar cadena perpetua por la suma de todos sus cargos, algunos de estos narcos no pasarán ni una década en prisión.
Unos 600 documentos judiciales consultados dan cuenta de cómo durante el proceso judicial los abogados de los diez narcotraficantes extraditados del Cártel de Tijuana han llegado a un "acuerdo de culpabilidad" a través de cual han accedido a ceder grandes cantidades de dinero.
En total, el Cártel Arellano Félix ha cedido 210 millones de dólares derivado de las ganancias de la venta de drogas y, a cambio, ha logrado reducciones de sentencia.
Ningún otro cártel en la última década ha desembolsado tantos dólares como el clan Arellano Félix en los Estados Unidos.
Este cártel de la droga tuvo sus inicios en la década de 1980 y siempre estuvo liderada por los hermanos Benjamín, Ramón, Eduardo y Francisco Javier Arellano Félix. Una fotografía los inmortalizó: toda la familia posa sonriente y bonachona, vestidos con chamarras rompevientos y camisas de flores tipo Versace.
Años después se adueñaron de las calles de Guadalajara, Mazatlán y establecieron su base de operaciones en Tijuana, desde donde mandaban cargamentos de droga a California.
A la par organizaban fiestas con los hijos de las familias más adineradas de la ciudad, quienes se convirtieron en sus distribuidores de drogas en discotecas y fiestas exclusivas: los "narcojuniors".
Años después de esta fotografía, en 2002, Ramón Arellano fue abatido en un tiroteo en el norteño estado de Sinaloa, y los demás fueron extraditados paulatinamente a los Estados Unidos.
Los juicios de los integrantes de la organización comenzaron en el año 2006, en la Fiscalía Federal del Distrito Sur de California, en donde los fiscales se mostraban implacables en las lecturas de cargos. Aunque con los años el Gobierno ha ido cambiando de opinión en cuanto a la condena que deben recibir.
El primero en ser extraditado fue Francisco Javier Arellano Félix apodado "El Tigrillo" quien apareció en la corte en el año 2006. Tras varios meses, llegó a un acuerdo de culpabilidad con el Gobierno y aceptó ceder 50 millones de dólares.
Inicialmente se le dictó una sentencia de cadena perpetua, sin embargo, más tarde, el Gobierno de los EEUU decidió rebajar su condena hasta 25 años. Pero ahora, según la página de internet del Buró de Prisiones, "El Tigrillo" saldrá de la cárcel en el año 2022, por lo que solo estará tras las rejas poco más de 15 años.
En 2011, su hermano Benjamín Arellano se presentó en la corte —al igual que Francisco Javier— y llegó a un acuerdo de culpabilidad. Accedió a ceder 100 millones de dólares y se le fijó una condena de apenas 25 años en prisión.
Según la página del Buró de Prisiones actualizada hasta 2017, Benjamín estará en libertad en el año 2033, pasando apenas 21 años en su celda.
Aunque la menor sentencia fue la de su hermano Eduardo Arellano Félix, quien apareció en la corte en el año 2012. El "Doctor", como lo llaman, acordó entregar una suma de 50 millones de dólares y fue sentenciado a 15 años.
El Buró de Prisiones informó que obtendrá su libertad en 2022, por lo que solo pasará 10 años tras las rejas.
Historia similar es la de los otros cabecillas de la organización, como sus operadores financieros y operativos: en 2009 los hermanos Ismael y Gilberto Higuera cedieron uno y cinco millones de dólares, y en lugar de recibir cadena perpetua, pasarán 20 y 30 años en prisión con posibilidad de reducir sus penas.
Ismael se dijo arrepentido durante el juicio, donde, "en nombre de Cristo", pidió perdón por sus pecados: fueron gatilleros del cártel.
Jorge Aureliano Félix, otro de los extraditados, fue un agente de la policía judicial de Baja California, quien durante años brindó protección al cártel. "El Macumba", como se lo apodaba en el año 2009, cedió un millón de dólares y recibió una sentencia de 20 años tras las rejas.
La de Rigoberto Yáñez es la misma historia, a pesar de fungir como contacto entre el cártel y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para el trasiego de cocaína desde Colombia hasta México, en 2011 entregó un millón de dólares y obtuvo 16 años de prisión.
En esta lista también se encuentra Armando Martínez "El Loco", quien fuera un comandante de la Policía Federal mexicana y también brindó protección a los cabecillas de la organización. Se declaró culpable en 2009, sin embargo, el Buró de Prisiones reporta que saldrá libre en 2018, por lo que solo pasará nueve años tras las rejas.
El único de los cabecillas extraditados que pasará una larga condena tras las rejas es el llamado "Consigliere", o consejero de la familia. Jesús Labra Avilés, quien lavó el dinero del cártel durante décadas. En el año 2009 obtuvo una pena de 40 años, a pesar de ceder un millón de dólares.
Durante la revisión de documentos se pudo constatar que en el caso de Francisco Javier Arellano e Ismael Higuera existen documentos judiciales que prueban que cooperaron con información que fue considerada a la hora de fijar las sentencias.
Este año, incluso, Manuel Aguirre Galindo, un viejo capo, fundador del Cártel de la Familia Arellano —quien se encuentra preso desde 2013 en un penal de máxima seguridad en México— tenía un pedido de extradición en su contra; pero ahora, sin explicación alguna, se le han eliminado todos los cargos en su contra en los Estados Unidos.
Publicado originalmente en VICE.com.