¿Qué comida debo tener de reserva para huracanes y otras catástrofes?

Cuando se producen incendios forestales, huracanes u otros desastres relacionados con el clima, es fácil hacer una búsqueda de pánico en Google y averiguar cómo deberían ser tus reservas de alimentos y agua en caso de emergencia. También es fácil ver asteriscos como “renueva los suministros cada seis a 12 meses”, sentirse abrumado y darse por vencido.

Pero en medio de la maraña de recomendaciones, las reglas básicas son, en la práctica, claras y aplicables a la mayoría de los escenarios de emergencia. Además, vale la pena llevarlas a cabo ahora.

“Es una gran sensación saber que tienes los suministros adecuados y un plan para emergencias”, dijo Lisa Bedford, fundadora del sitio web Survival Mom. A pesar de quedarnos sin electricidad durante 10 días durante el huracán Beryl el pasado julio, “no cundió el pánico”, dijo Bedford, y añadió: “Y cuando estás preparado, puedes ayudar a otras personas”. Su familia pudo prestar un generador a un vecino y donar alimentos al banco de alimentos de una iglesia local.

Aquí encontrarás consejos de expertos, lo que realmente significan las recomendaciones oficiales, y comidas sencillas y reconfortantes que querrás cuando todo estalle, como dicen los preparadores, e incluso, idealmente, desde ahora.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y los Institutos Nacionales de Salud recomiendan almacenar suficiente comida y agua para al menos tres días, incluyendo un mínimo de 3,7 litros por persona por día. En otras palabras, planifica al menos 22 litros de agua para una familia de dos, o 45 litros para una familia de cuatro, además de comidas y refrigerios para tres días.

Sin embargo, si tienes espacio suficiente, muchos expertos recomiendan aumentar la capacidad. “Tener provisiones para una o dos semanas puede ser útil en caso de emergencias extraordinarias”, dijo DeeDee Bennett Gayle, profesora asociada y presidenta del Departamento de Gestión de Emergencias y Seguridad Nacional de la Universidad de Albany, de la Universidad Estatal de Nueva York.

Lo ideal sería en ambos. La Cruz Roja recomienda un suministro ligero para tres días en una bolsa o contenedor para evacuaciones, y un suministro para dos semanas en casa. Para mantener ambas cosas en buen estado el mayor tiempo posible, guárdalas en un sitio fresco y oscuro de tu casa, en lugar de en un garaje sin aislar, que puede sufrir grandes oscilaciones de temperatura.

Una emergencia es un mal momento para darte cuenta de que tu familia odia cierta harina preparada para los hotcakes, o que no cuentas con una plancha para cocinarlas, así que los expertos recomiendan guardar alimentos que consumas normalmente.

Mantequilla de nueces, conservas de atún y otros pescados, frutos secos, granola, cecina, barritas de proteínas y frijoles enlatados son buenas opciones. Y, por supuesto, sería un buen momento para tener una provisión de tomates, mermeladas u otras conservas caseras. Pero hay otras opciones, quizá menos obvias, que conviene tener en cuenta (y añadir ahora a la rotación de la cena).

“Las papas enlatadas son sorprendentemente buenas”, dijo Chris Nuttall-Smith, autor de Cook It Wild. “Son básicamente papas parisinas, sobre todo si las escurres, las echas en aceite de oliva y sal y las asas en la sartén”. Los melocotones y las mandarinas en conserva, los platos indios que se hierven en una bolsa, el curry japonés en bolsa, la sopa de miso con agua añadida y los densos panes de centeno, cuyas fechas de caducidad son a menudo de varios meses, son otros éxitos inesperados, señala Nuttall-Smith.

El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. también considera importantes los alimentos reconfortantes. Las bebidas calientes como el café instantáneo, el chocolate caliente y el té alivian, y las barritas de chocolate, las galletas y las galletas saladas pueden ser un estimulante rápido, dijo Wendy Escobedo, quien supervisa las operaciones culinarias de la Costa Oeste para la organización de ayuda en catástrofes World Central Kitchen.

No olvides el equipo necesario para la preparación. Escobedo dijo que no puede faltar un abrelatas de manivela, cerillas o un mechero y una o dos fuentes de calor de reserva: una parrilla, un hornillo o un calientaplatos, además del combustible necesario.

Aunque unas raciones bien surtidas pueden ser útiles en cualquier emergencia, las catástrofes más comunes en tu área pueden plantear sus propios problemas. Para los terremotos, dijo Escobedo, hay que centrarse en alimentos que no requieran refrigeración y asegurarse de que los objetos pesados están bien almacenados.

Para huracanes e inundaciones, impermeabiliza los alimentos guardándolos en cubos de plástico sellados o en bolsas de plástico con cremallera. Para los incendios, sin duda querrás una bolsa de viaje que incluya alimentos ligeros y agua y sea rápida de coger si necesitas evacuar.

“Yo soy partidaria de tener ingredientes de gran sabor y de larga conservación para potenciar las comidas”, dijo Ann Taylor Pittman, autora del libro de cocina The Global Pantry Cookbook.

“Una sabrosa salsa de pescado, un espeso y dulce kecap manis, aceite de sésamo tostado con sabor a nuez, un furikake con sabor a hierbas y una salsa de soja rica en umami no necesitan refrigeración después de abrirse y pueden convertir cualquier arroz en bolsa o ‘comida de supervivencia’ en una deliciosa cena”, dijo, y añadió: “El pimentón ahumado y el vinagre de jerez marcan la diferencia para una lata de frijoles blancos”.

En caso de apagón, conviene consumir los alimentos en un orden determinado. “En primer lugar, los alimentos frescos y refrigerados; en segundo lugar, los alimentos congelados; y en tercer lugar, los alimentos no perecederos (a menudo de la despensa)”, dijo Bennett Gayle.

A Pittman le gusta hacer una versión rápida de la avena que se prepara desde la noche anterior, remojando la avena de cocción rápida con leche envasada asépticamente (láctea o no) durante 30 minutos, y luego cubriéndola con frutos secos, nueces y gajos de naranja, sin necesidad de refrigeración ni cocción.

Nuttall-Smith también señala: “La ginebra y el vodka a temperatura ambiente no son tan agradables, pero el ron, el whisky, el mezcal y el tequila a temperatura ambiente son fantásticos”.

Los paquetes de arroz y otros cereales precocinados son una gran ayuda. Según Escobedo, cuando se cocina en zonas catastróficas con recursos limitados, el equipo de World Central Kitchen prefiere las sopas o guisos de una sola olla con frijoles, cereales y verduras enlatados; los salteados y la boloñesa de pavo con la pasta cocida directamente en la salsa, un método que no solo ahorra agua y combustible sino que infunde a los fideos un rico sabor.

Muchas guías recomiendan renovar los suministros de emergencia cada seis o doce meses, pero esto puede parecer fácil de olvidar y, dados los generosos plazos de caducidad de muchos productos de la despensa, excesivo.

Los recordatorios del calendario pueden ayudar. “El primer día de primavera y el primer día de otoño son formas fáciles de recordar que hay que renovar”, dijo Bedford. Pero eso no significa que haya que sustituirlo todo. “La mayoría de los suministros estarán bien”, añadió.

“Chequea los alimentos, los medicamentos, el material de primeros auxilios, las pilas, las cosas que puedan verse afectadas por el calor o el frío”, dijo. Consume cualquier alimento que esté a punto de caducar, llena de nuevo tu botiquín y vuelve a guardarlo, y siente alivio de saber que está ahí.

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