En los últimos años, el proceso de colocación de un dispositivo intrauterino, o DIU, se ha hecho tristemente célebre en las redes sociales. Los videos de mujeres retorciéndose y llorando mientras se les inserta el dispositivo anticonceptivo en forma de T se han convertido en macabras presencias constantes en internet.
“A menos que vivas bajo una roca, eres consciente del problema”, dijo Beverly Gray, profesora asociada de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Duke.
Se ha acusado a los médicos de ignorar las molestias. Por primera vez, las autoridades federales de salud recomendaron el martes que los médicos aconsejen a las mujeres sobre el control del dolor antes de la intervención.
Esta guía actualizada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) puede llevar a los médicos a tomarse el dolor más en serio y a considerar el uso de anestésicos con más frecuencia, según los expertos.
“El dolor y las experiencias de las mujeres se han minimizado en la medicina”, dijo Gray. ”Esto realmente valida que para algunas personas puede ser una experiencia realmente dolorosa”.
A medida que ha aumentado el número de mujeres que optan por el DIU, también lo han hecho los llamados para que los médicos aborden las molestias asociadas al procedimiento. Algunas mujeres lo han descrito como “el peor dolor imaginable” o lo han comparado con un “cuchillo caliente” que las apuñala lentamente.
Existen estrategias eficaces para controlar ese dolor, aunque una encuesta de 2019 reveló que pocos médicos ofrecían esas opciones. Menos del 5 por ciento de los médicos ofrecieron una inyección de un anestésico local durante el procedimiento; muchos, en cambio, recetaron analgésicos de venta libre, que han demostrado ser menos efectivos.
Un estudio realizado en 2015 reveló que los médicos tendían a subestimar el dolor que experimentaban sus pacientes durante el procedimiento.
Mientras que la última versión de la guía de los CDC mencionaba el manejo del dolor para la inserción del DIU, Eve Espey, jefa del departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Nuevo México, dijo que pensaba que estas directrices actualizadas ponen un énfasis mucho más fuerte en las preferencias y la experiencia de la paciente.
“Creo que se trata de un cambio significativo”, dijo. “La orientación sobre este tema ha pasado de un enfoque más centrado en el proveedor a un enfoque más centrado en el paciente”. La ansiedad por el dolor puede disuadir a las mujeres de considerar el anticonceptivo, que es seguro y muy eficaz, añadió.
Antoinette Nguyen, funcionaria médica de la división de salud reproductiva de los CDC, dijo que las nuevas directrices hacían hincapié en que las decisiones sobre el tratamiento del dolor debían basarse en la “toma de decisiones compartida”, teniendo en cuenta las experiencias de los pacientes que pueden aumentar la sensación de dolor, como la ansiedad y los traumas pasados.
Las nuevas directrices también ampliaron las opciones de alivio del dolor disponibles para las mujeres durante el procedimiento, una adición significativa, ya que las inyecciones de lidocaína --la única opción anestésica mencionada en la guía de 2016-- pueden ser incómodas, dijo Espey.
Las opciones ahora incluyen gel anestésico, cremas y aerosoles. Si bien Espey dijo que la evidencia que demuestra que estos anestésicos tópicos son efectivos no era “fabulosa”, las nuevas recomendaciones amplían el arsenal de herramientas que los médicos tienen a su disposición.
“A veces es bueno que el público hable fuerte y claro”, dijo.
* The New York Times