El ADN de un “faraón irlandés” arroja luz sobre los constructores de tumbas antiguas

Hace más de 5000 años la gente cultivaba y criaba ganado. Pero también sintieron la necesidad, como sus contemporáneos en toda Europa, de crear impresionantes monumentos a los muertos

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La cámara funeraria central en Newgrange, una tumba irlandesa de 5.000 años de antigüedad en el valle del río Boyne, cerca de Dublín (Ken Williams a través de The New York Times)
La cámara funeraria central en Newgrange, una tumba irlandesa de 5.000 años de antigüedad en el valle del río Boyne, cerca de Dublín (Ken Williams a través de The New York Times)

Los vastos túmulos funerarios de la Edad de Piedra en el valle del río Boyne, unos 40 kilómetros al norte de Dublín, son tan impresionantes que el área ha sido bautizada como el Valle de los Reyes de Irlanda. Además, un nuevo análisis de ADN humano antiguo de Newgrange, el montículo más famoso de Irlanda, sugiere que los irlandeses de la antigüedad podrían haber tenido más que lápidas monumentales en común con los faraones.

Un equipo de genetistas y arqueólogos irlandeses informaron el 17 de junio que un hombre cuyos restos cremados fueron sepultados en el corazón de Newgrange había sido el producto de una unión incestuosa de primer grado, ya sea entre un progenitor y un hijo o entre hermanos. El hallazgo, combinado con otras evidencias genéticas y arqueológicas, sugiere que las personas que construyeron estos túmulos funerarios vivieron en una sociedad jerárquica con una élite gobernante que se consideraba a sí misma tan cercana a lo divino que, como los faraones egipcios, tenía reparo en romper los máximos tabúes.

En Irlanda, hace más de 5000 años, la gente cultivaba y criaba ganado. Pero también sintieron la necesidad, como sus contemporáneos en toda Europa, de crear impresionantes monumentos a los muertos, algunos con orientaciones astronómicas precisas. Stonehenge, un megalito posterior en la misma amplia tradición que Newgrange, es famoso por su alineación con el solsticio de verano e invierno. La sala subterránea central de Newgrange fue construida de manera que, cuando sale el sol durante el solsticio de invierno, se ilumina toda la cámara a través de una trampa de luz combinada con un colimador.

Los arqueólogos llevan mucho tiempo preguntándose qué tipo de sociedad construyó una estructura de este estilo, la cual creen debe haber tenido un significado espiritual o ritual. Si, como los nuevos hallazgos indican, fue una sociedad que honraba el producto de una unión incestuosa al sepultar los restos de este en el punto más sagrado de un lugar de por sí sacro, entonces es probable que los antiguos irlandeses hayan tenido una jerarquía religiosa dirigente, quizá similar a las de las sociedades antiguas en Egipto, Perú y Hawái, las cuales también permitían matrimonios entre hermanos.

Vista aérea de Newgrange. En un nuevo análisis del ADN humano antiguo de Newgrange, los investigadores encontraron evidencia de incesto hermano-hermana que sugiere la existencia de una élite gobernante (Ken Williams a través de The New York Times)
Vista aérea de Newgrange. En un nuevo análisis del ADN humano antiguo de Newgrange, los investigadores encontraron evidencia de incesto hermano-hermana que sugiere la existencia de una élite gobernante (Ken Williams a través de The New York Times)

En un amplio estudio de ADN antiguo de muestras óseas previamente recolectadas en lugares de sepultura irlandeses con miles de años de antigüedad, los investigadores también encontraron conexiones genéticas entre personas enterradas en otras tumbas de corredor irlandesas, llamadas así por sus cámaras o pasajes subterráneos. Esto sugiere que había vínculos de parentesco entre los miembros de la élite gobernante.

Daniel G. Bradley, especialista en ADN antiguo del Trinity College de la Universidad de Dublín, quien lideró el equipo junto con Lara M. Cassidy, especialista en genética poblacional y prehistoria irlandesa también del Trinity College, afirmó que el genoma del hombre que había nacido de una relación incestuosa fue una total sorpresa. Ellos y sus colegas reportaron sus hallazgos en la revista Nature.

Newgrange es parte de una necrópolis llamada Brú na Bóinne (Palacio del Boyne), que data de hace unos 5000 años e incluye tres grandes tumbas de corredor y muchos otros monumentos. Es uno de los conjuntos monumentales neolíticos más extraordinarios de toda Europa.

Acerca de las tumbas del lugar, Bradley opina que “Newgrange es el apogeo”. No es solo el hecho de que incluya 200.000 toneladas de tierra y piedras, algunas de ellas traídas desde kilómetros de distancia, sino que también tiene la orientación precisa hacia el sol de invierno.

Imagen de la cámara subterránea central de Newgrange. Al amanecer durante el solsticio de invierno, un haz de luz ilumina la cámara (Ken Williams a través de The New York Times)
Imagen de la cámara subterránea central de Newgrange. Al amanecer durante el solsticio de invierno, un haz de luz ilumina la cámara (Ken Williams a través de The New York Times)

En un día cualquiera, “cuando entras a la cámara, es como un lugar numinoso, un espacio liminar que inspira una especie de admiración”, dijo Bradley.

Que un hueso recuperado de este preciso lugar produjera una sorpresa genómica de tal magnitud parecía algo más que una mera coincidencia. Tenía que tratarse de una persona prominente, aseguraron los investigadores. No estaba colocado allí de manera fortuita y era poco probable que su linaje fuera un accidente. “Trozos enteros del genoma que heredó de su madre y su padre eran simplemente idénticos”, dijo Bradley. La conclusión fue inevitable: “Dije que era un faraón. Un faraón irlandés”.

David Reich, uno de los especialistas en ADN antiguo de la Universidad de Harvard, quien ha rastreado el gran recorrido de la migración humana prehistórica por todo el planeta y no estuvo involucrado en la investigación, dijo que el artículo de Nature era “asombroso”.

Creo que forma parte de una tendencia del futuro en la que el ADN antiguo arrojará luz sobre las estructuras sociales, lo que es realmente una de sus promesas más apasionantes”, sostuvo, aunque tuvo algunas reservas sobre la evidencia de que la élite estaba separada genéticamente de la gente común, como una especie de familia real.

Bettina Schulz Paulsson, arqueóloga prehistórica de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, dijo que los hallazgos de los investigadores que sugerían una jerarquía religiosa eran una “hipótesis muy atractiva”.

La imagen proporcionada por Ken Williams muestra el arte de la Edad de Piedra en Newgrange, una tumba irlandesa de 5.000 años de antigüedad en el valle del río Boyne, cerca de Dublín (The New York Times)
La imagen proporcionada por Ken Williams muestra el arte de la Edad de Piedra en Newgrange, una tumba irlandesa de 5.000 años de antigüedad en el valle del río Boyne, cerca de Dublín (The New York Times)

El artículo está lleno de otros detalles, como el descubrimiento de un bebé que tenía síndrome de Down. Los autores creen que este es el registro más antiguo de un caso de síndrome de Down. Los análisis químicos del hueso también revelaron que el bebé había sido amamantado, y estaba en una tumba importante. Ambos hechos sugieren que tuvo buenos cuidados, lo que concuerda con muchos otros hallazgos arqueológicos de niños y adultos con enfermedades o discapacidades que fueron apoyados por sus culturas.

Cassidy mencionó que también hallaron ADN en otros restos que indica que se colocaron familiares del hombre nacido de una relación incestuosa entre miembros de la realeza en otras tumbas importantes. “Este hombre parece formar parte de un grupo genético particular junto con otros individuos que estaban en tumbas de corredor del otro lado de la isla”, comentó.

Cassidy añadió que también encontraron “unos cuantos vínculos directos de parentesco”, genomas antiguos de individuos que fueron primos lejanos. Eso contribuyó a la idea de que existió una élite que dirigió la construcción de los túmulos. En ese contexto, tiene sentido que el incesto haya sido intencional. Por supuesto, eso es algo que no puede comprobarse, pero se sabe que otras sociedades fomentaron el incesto entre hermanos.

Los pocos ejemplos donde era socialmente aceptado”, afirmó Cassidy, eran “sociedades muy estratificadas con una clase élite capaz de romper las reglas”.

(C) The New York Times.-

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