Después de trabajar diez días en el Hospital Bellevue en Nueva York, el doctor Richard Levitan decidió compartir su conocimiento sobre COVID-19. Estaban llegando demasiados pacientes al hospital con niveles peligrosamente bajos de oxígeno, y esto los ponía en grave peligro de sufrir complicaciones graves y la muerte.
Sin embargo, un simple dispositivo casero llamado oxímetro de pulso podría ayudar a los pacientes a buscar ayuda más pronto, comentó Levitan.
“En el hospital, cuando intentamos decidir a quién enviar a casa, algunos criterios importantes son: ‘¿Cuál es tu nivel de oxígeno? ¿Cuál es tu pulso?’”, comentó Levitan desde su casa en Nueva Hampshire, donde acababa de terminar una cuarentena autoimpuesta como medida de precaución. “Con un oxímetro de pulso y un termómetro, los estadounidenses pueden estar preparados y ser diagnosticados y tratados antes de enfermar de manera grave”.
Hay opiniones divididas entre los funcionarios de salud en cuanto a la recomendación del monitoreo generalizado en casa con un oxímetro de pulso durante la crisis de COVID-19. Los estudios de confiabilidad muestran resultados variados y hay pocos lineamientos para elegir uno. Sin embargo, muchos médicos les están aconsejando conseguir uno a sus pacientes, lo cual lo está haciendo el dispositivo predilecto de la pandemia. Hemos contestado preguntas comunes sobre el dispositivo, cómo funciona y qué hacer con la información que te da.
P: ¿Qué es un oxímetro de pulso?
R: Un oxímetro de pulso es un dispositivo pequeño que parece una especie de pinza para ropa pero grande. Te lo puedes poner en el dedo cómodamente (la mayoría exige tener la uña hacia arriba) y en unos segundos se encienden unas luces con números que indican tu nivel de oxígeno en el cuerpo y tu ritmo cardiaco. La mayoría de la gente sana tendrá una lectura de oxígeno de entre el 95 y el 98 por ciento. Algunas personas con padecimientos existentes podrían tener una lectura normal más baja. Debes ponerte en contacto con tu doctor si el número baja del 92 por ciento o menos.
El dispositivo también mostrará tu ritmo cardiaco. El ritmo cardiaco normal para un adulto en reposo oscila entre los 60 y los 100 latidos por minuto, aunque los atletas con un acondicionamiento cardiovascular mayor tendrán un pulso más bajo.
P: ¿Cómo funciona un oxímetro de pulso?
R: Cuando metes el dedo en un oxímetro de pulso, emite diferentes longitudes de onda de luz a través de tu dedo (no se siente nada). Está en busca de hemoglobina, una molécula de proteína en la sangre que transporta el oxígeno. La hemoglobina absorbe diferentes cantidades y longitudes de onda de luz según el nivel de oxígeno que transporte. Tu oxímetro de pulso mostrará una lectura numérica: un porcentaje que indica el nivel de saturación de oxígeno en la sangre. Si has ido a una consulta con algún doctor en los últimos veinte años, has usado un oxímetro de pulso.
El dispositivo funciona mejor con manos calientes que con manos frías. Además, debido a que los niveles de oxígeno pueden fluctuar, considera tomar mediciones varias veces al día. También pruébalo en distintas posiciones: por ejemplo, acostado o caminando. Toma notas.
P: ¿Hay alguna diferencia con el dedo que use?
R: La mayoría de los técnicos de la salud colocarán el dispositivo en los dedos índices, pero un estudio con 37 voluntarios reveló que las lecturas más altas provienen del dedo medio de la mano dominante. El segundo más cercano fue el pulgar dominante. Por lo tanto, si eres diestro, usa el dedo medio de la mano derecha. Si eres zurdo, usa el dedo medio de la mano izquierda. La diferencia entre los dedos es pequeña, así que, si prefieres el dedo índice, está bien.
P: ¿Las uñas largas o el esmalte de uñas afectan la lectura?
R: Sí. El esmalte negro puede afectar la precisión de la lectura. Las uñas muy largas dificultarán la inserción del dedo en la pinza.
P: ¿Qué sucede si cae mi nivel de oxígeno? ¿Cuál es el tratamiento?
R: Si tu lectura cae al 92 por ciento o menos, debes ponerte en contacto con tu médico. Pero no entres en pánico.
La buena noticia es que es mucho más fácil reforzar un nivel de oxígeno que esté empezando a bajar que uno peligrosamente bajo. Cuando Anna Marie Chang, una doctora que trabaja en una sala de urgencias en Filadelfia, dio positivo por coronavirus a mediados de marzo, se sintió terrible, pero la tranquilizaron las revisiones diarias que mostraron niveles normales de oxígeno. Chang, profesora titular de Medicina de Urgencia y directora de investigación clínica en la Universidad Thomas Jefferson, incluso comenzó a sentirse mejor, pero mantuvo su monitoreo diario con el oxímetro de pulso. Una mañana se sintió gravemente fatigada y vio que su nivel de oxígeno había caído a un 88 por ciento.
“Les escribí un mensaje de texto a mis colegas y les dije: ‘Creo que es tiempo de ingresarme’”, comentó. Una vez que la internaron, le suministraron oxígeno a través de una máscara. Pasó los días descansando en posición prona (bocabajo) porque la posición abre los pulmones y es más cómoda. “Estuve ahí cuatro días y nunca tuve que ser intubada”, recordó Chang. “Simplemente estuve con oxígeno suplementario”.
Levitan hizo notar que los pacientes con COVID-19 pueden experimentar una caída potencialmente peligrosa de la saturación de oxígeno sin tener problemas respiratorios evidentes. Sin un oxímetro de pulso, tal vez nunca lo sepan o se pueden acostumbrar mucho a la sensación, a pesar de tener niveles muy bajos de oxígeno. Para cuando van al hospital con falta de aliento, sus niveles de oxígeno habrán bajado de manera significativa y podrían tener neumonía avanzada por COVID.
“Siguen hablando, piensan con claridad y no están en claro sufrimiento”, comentó Levitan. “Si el nivel de oxígeno bajara tanto de pronto, estos pacientes estarían inconscientes, tendrían convulsiones u otros padecimientos. Esto me indica que hay un periodo de días en el que los niveles bajaron de una forma silenciosa y no se dieron cuenta”.
P: ¿Los dispositivos caseros son precisos? ¿Cuál debería comprar?
R: Cuando Chang necesitó un monitor casero, llamó a sus amigos y les dijo que compraran uno en Target. “Las palabras precisas a mi amigo fueron: ‘Solo consígueme uno’”, mencionó Chang. “Es una tecnología bastante simple”.
Los datos de investigación de los monitores caseros han sido variados, pero suele haber unos pocos puntos porcentuales de diferencia en su precisión. En las farmacias, se pueden encontrar monitores de entre 20 y 50 dólares, mientras que en línea hay de 200 dólares o más. Pagar un precio más alto no garantiza un mejor monitor.
Wirecutter, una empresa de The New York Times que hace reseñas y recomienda productos, sugiere comenzar con la Base de Datos de Notificaciones de Premercado 510(k) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) y buscar “oxímetro”.
Debido a que los oxímetros de pulso están en alta demanda, es posible que en este preciso momento no encuentres un modelo enlistado en la base de datos de la FDA y tengas que conformarte con lo que encuentres. Una manera de confirmar su rendimiento es tomarte el pulso manualmente y comparar el resultado con la cifra que muestre el dispositivo. Recuerda, cuando uses un monitor, lo importante es la tendencia, no una sola lectura.
“Los modelos para el consumidor son muy confiables”, declaró Levitan.
(c) The New York Times 2020