Bienvenido al artículo más reciente en mi serie ocasional de conversaciones sobre el cristianismo. Esta es una entrevista, editada por motivos de espacio, con Philip Yancey, un autor cristiano evangélico que tiene más de quince millones de libros impresos en más de cincuenta idiomas.
KRISTOF ¡Feliz Navidad! Y déjame comenzar preguntando sobre esa primera Navidad. ¿Crees en la virgen que dio a luz? ¿No parece una de esas fantasías que la gente cuenta para exagerar la importancia de un suceso?
YANCEY La pregunta me hace sonreír. Hace cientos de años, el nacimiento virginal se consideraba tan importante que estaba en la lista de los cinco “elementos fundamentales de la fe cristiana”. Actualmente, con la fertilización “in vitro”, los nacimientos virginales no son novedad. Para mí, el asunto no se centra en la mecánica de la reproducción, sino en la naturaleza de Jesucristo. Mediante la encarnación, el espíritu de Dios vino a la tierra en forma humana. No puedo ni suponer cómo es que la divinidad interactuó con el ADN humano, pero ese es el misterio al que apunta el nacimiento virginal.
KRISTOF Entonces, ¿ya no es tan importante? ¿Puedo decir sin duda que dudo del nacimiento virginal sin susurrar?
YANCEY Solo es importante si crees que Jesucristo es el hijo de Dios, como lo hace la mayoría de los cristianos. Si no, tienes un misterio distinto: ¿cómo el hijo de dos simples aldeanos terminó cambiando la historia más que cualquiera que haya nacido antes o después?
KRISTOF ¿No es posible admirar el mensaje de Jesucristo en el Sermón de la Montaña sin creerse los milagros? ¿Por qué no podemos suscribirnos al mensaje de amor de Jesucristo mientras dejamos de lado los momentos en que caminó sobre el agua, multiplicó el pan y el pescado, y resucitó a Lázaro de entre los muertos?
YANCEY En efecto, puedes admirar solo el mensaje, y muchas personas lo hacen. No sé de nadie que haya tratado de seguir de manera más esmerada el Sermón de la Montaña que Mahatma Gandhi, un hindú. ¿Pero acaso perdemos algo si ignoramos o rechazamos los milagros? Creo que sí. El Evangelio de Juan los llama “señales”. Representan algo sobre un Dios que quiere renovar la creación para que los ciegos vean, los cojos caminen, los hambrientos coman y los muertos resuciten.
KRISTOF Pero si le damos crédito a Jesucristo por resucitar a Lázaro de los muertos, ¿qué podemos decir de todos los niños que murieron y a los que no resucitó? ¿Y por qué permitir que mueran en primer lugar?
YANCEY No tengo soluciones, sino simplemente algunas observaciones. 1) No eres el único. La Biblia está llena de lamentos honestos sobre el sufrimiento, comenzando con el Libro de Job e incluyendo el llanto de Jesucristo cuando se siente abandonado en la cruz. 2) Dios está del lado del sufriente. Jesucristo lo demostró siempre respondiendo con consuelo y sanación, y desmintiendo a los que veían el sufrimiento como un castigo. 3) Como Dostoievski lo señaló de manera tan elocuente en “Los hermanos Karamazov”, Jesucristo rechazó las soluciones de atajos —“milagro, misterio y autoridad”— durante su tentación en el desierto. De alguna manera, la máxima sanación requirió que Dios se sacrificara en la cruz.
Debido a los libros que he escrito sobre el sufrimiento, me han invitado a hablar en Virginia Tech, Columbine y Newtown. Créeme, la esperanza de la resurrección significa algo para las personas cuyos hijos han muerto a manos de un tirador en su escuela.
KRISTOF También me pregunto esto: al aceptar los milagros, ¿no rechazamos nuestra propia racionalidad? En mis viajes, me he encontrado con todo tipo de sanadores de fe que afirman hacer caminar a los cojos o devolverles la vista a los ciegos. No les creo, y sería aún menos probable que creyera recuentos que fueron escritos seis décadas después de lo ocurrido por alguien que jamás había conocido al sanador (como la narrativa del Evangelio de Juan). ¿Por qué nos mostramos escépticos con los recuentos de testigos de ovnis, pero no con las narrativas de los Evangelios escritas décadas después por personas que ni siquiera fueron testigos?
YANCEY La mayoría de los académicos creen que testigos como Mateo, Pedro, Juan y María eran grandes fuentes para los recuentos de los Evangelios. Habiendo dicho eso, estoy de acuerdo con tu punto principal. Los milagros están sobrevalorados como fundamento de la fe. Los discípulos de Jesucristo, que habían visto milagros, lo abandonaron cuando más los necesitaba. Jesucristo incluso se rehusaba a llevar a cabo milagros cuando se los pedían para impresionar a los que dudaban de él. La mayoría ocurrió como una respuesta misericordiosa a una persona necesitada.
Me resulta extraño que sigamos queriendo que Dios intervenga en el mundo material. Dios es espíritu, y todos los grandes maestros hacen énfasis en que debemos aprender las disciplinas espirituales para comulgar con Dios.
KRISTOF Te rompiste el cuello una vez y te recuperaste. ¿Crees que fue gracias a una oración? Acepto que la oración proporciona una calma optimista que puede promover la sanación física, al igual que un placebo. No obstante, ¿la oración puede curar el cáncer o un cuello roto, por ejemplo?
YANCEY Recibí mucho apoyo con oraciones después de que me rompí el cuello, y me ayudó de la manera en que lo estás insinuando. Estoy agradecido por los buenos resultados, pero mi caso no califica como milagro. Sí sé de algunas —muy pocas— sanaciones milagrosas. No son la norma, y por eso las llamamos “milagros”, no “ordinarios”. Son mucho más comunes los regalos de sanación que una comunidad de fe puede proporcionar rodeando a los que sufren. Los médicos advierten que el estrés, la ansiedad y el miedo pueden ser impedimentos para la recuperación. Si una comunidad te rodea con amor práctico, proporcionando comidas, cuidando a tus hijos y ayudando con los gastos, eso puede detonar la capacidad de sanación del cuerpo.
KRISTOF Sí, estoy totalmente de acuerdo. Pero noto que la gente afirma casos de curas milagrosas donde hay espacio para la ambigüedad, como con el cáncer que entra en remisión. Sin embargo, la oración jamás parece ayudar a que la pierna amputada de una persona crezca de nuevo.
YANCEY Se dice que George Bernard Shaw observó sarcásticamente que, aunque veía muletas y sillas de ruedas en los templos de sanación, no veía extremidades artificiales, ojos de vidrio ni tupés. Jesucristo no vino a la Tierra a resolver todos nuestros problemas. En persona, solo ayudó a una cantidad modesta de personas en un rincón remoto del Imperio romano, pero inició un movimiento con la misión de llevar la buena noticia del amor de Dios por todo el mundo.
KRISTOF Uno de los problemas que tengo con la iglesia evangélica es que parece estar más preocupada por los milagros que por ese mensaje. Sobre todo en la era de Trump, los pastores conservadores usan a Dios como un arma con el fin de apoyar a un presidente que está tratando de recortar Medicaid y los almuerzos en las escuelas para los pobres. ¿Acaso los cristianos conservadores no deberían creer tanto en el buen samaritano como en el nacimiento virginal?
YANCEY Crecí en lo que ahora llamo una iglesia fundamentalista “tóxica” en el sur, y veo con consternación la mezcla contemporánea de política y religión, incluyendo algunas de las políticas que mencionas. Las iglesias a menudo terminan del lado equivocado de los problemas, como el racismo flagrante que escuché del púlpito cuando era niño. Afortunadamente, viajo a otros países en los que puedo ver los resultados a largo plazo del Evangelio que Jesucristo predicó. De acuerdo con el Índice Internacional de Transparencia, nueve de los diez países menos corruptos tienen un fuerte legado cristiano. Se observa el mismo patrón en los índices que miden la libertad, la prosperidad, la igualdad de género, el cuidado del planeta, los derechos humanos, la democracia, la libertad de prensa y la caridad.
KRISTOF Esos son, en efecto, países con un legado cristiano… del que se están alejando. Los países laicos tienen un mejor desempeño en esos índices, ¿no?
YANCEY ¡Qué bueno que lo mencionas! Jesucristo comparó el reino de Dios con una pequeña semilla que cae al suelo y se convierte en un arbusto enorme en el que las aves pueden anidar. El Evangelio progresa avanzando y dando traspiés, pero con el tiempo aporta un cambio para bien. Pensemos en los países escandinavos, que están en los primeros lugares de la mayoría de esos índices. Durante alrededor de 200 años, muchas oraciones en Europa buscaban protección de los vikingos. El Evangelio transformó la cultura, y los beneficios continúan incluso después de que muchos de los escandinavos se hayan alejado de la religión formal. De alguna manera, están viviendo del capital moral de los valores de los buenos samaritanos.
KRISTOF ¿Crees que la religión da como resultado mejores personas? He visto que muchas personas de fe arriesgan sus vidas por otros. Pero, de manera opuesta, fueron los cristianos conservadores quienes ayudaron a retrasar cualquier respuesta efectiva al sida en la década de los ochenta y principios de la de los noventa porque eran los hombres homosexuales quienes morían. Eso era maldad simplemente.
YANCEY Somos seres humanos con defectos; a veces estamos en lo correcto y a veces no. Así como los que siguen el movimiento de recuperación, reconocemos nuestra desolación y dependencia de Dios para que nos perdone y nos dé el poder de parecernos más a Jesucristo. Las “personas mejores” eran las que más se oponían a Jesucristo. No es de sorprender: Jesucristo dijo que las prostitutas y los recaudadores de impuestos llegarían primero al reino de Dios, antes que los religiosos.
Al mismo tiempo, como tú, conozco a muchas personas que realizan la obra de Dios de manera humilde y haciendo sacrificios. Escribí tres libros con un renombrado especialista en lepra que me dijo que prácticamente todos los avances en el entendimiento y el tratamiento de esa temible enfermedad provenían de misionarios cristianos, no necesariamente porque fueran los mejores médicos e investigadores, sino porque eran quienes estaban dispuestos a trabajar con personas que sufrían este padecimiento. Además, aunque tienes razón acerca de que algunos líderes cristianos dan una respuesta terrible a la epidemia de sida, al final fue el director general de salud pública evangélico C. Everett Koop quien presionó a un gobierno reacio para poner atención al problema y destinarle recursos.
Los seguidores de Jesucristo tienen una instrucción clara de atender a los indigentes, a los enfermos, a los dolientes, a los que son víctimas de tráfico sexual, a los prisioneros, a los oprimidos, a los inmigrantes, a los marginalizados. A veces se dice que la iglesia es la única institución que existe principalmente para el beneficio de los que no son sus miembros.
KRISTOF No obstante, la tradición evangélica sugiere que los no cristianos deben arder por siempre en el infierno.
YANCEY Jesucristo no vaciló cuando habló de juzgar, pero, en su parábola de las ovejas y las cabras, declaró que lo juzgarán según la manera en que trató a los hambrientos, a los prisioneros, a los enfermos y los que necesitan ropa y hospitalidad. Es interesante que habló de acciones, no de doctrina.
Cuanto más conozco a Jesucristo, más confío en que es misericordioso, y me alegra dejar las cuestiones de la vida después de la muerte en sus manos. Me gusta la descripción del infierno en la fantasía “El gran divorcio” de C. S. Lewis: simplemente como un lugar para los que eligieron estar en contra de Dios, y quizá sea una decisión continua.
KRISTOF ¿Qué te frustra acerca de los liberales laicos o incluso los cristianos tradicionales ? ¿Qué es lo que no entienden sobre el cristianismo evangélico?
YANCEY Los medios presentan cada vez más a los evangélicos como un grupo de presión de derecha, como reaccionarios. De hecho, los evangélicos están en la vanguardia en la abolición de la esclavitud, en los derechos civiles y en el sufragio de las mujeres. En todo el mundo, los grupos evangélicos están sanando a los enfermos, alimentando a los hambrientos y sirviendo a los necesitados. Como ejemplo, la Misión Internacional de Justicia está encontrando maneras creativas y valientes de atacar el tráfico sexual.
Hace poco visité una prisión federal, y el capellán me dijo: “Los liberales presionan a la legislatura para hacer reformas a las prisiones, pero los evangélicos vienen aquí y les enseñan habilidades a los prisioneros, cosas que pueden aprovechar cuando salen de la cárcel”. Necesitamos ambos enfoques.
Estamos viviendo un momento de divisiones, y algunos de mis amigos liberales laicos describen a los evangélicos como el estereotipo de las personas vulgares y racistas que apoyan a Trump. Pero cuando visito las iglesias evangélicas que prosperan, escucho que se habla muy poco de política, aunque siempre encuentro voluntarios que trabajan en los comedores comunitarios.
KRISTOF A todas las personas que he entrevistado les he preguntado esta última pregunta: ¿cómo se define alguien como yo que admira mucho las enseñanzas de Jesucristo pero se muestra escéptico del nacimiento virginal, de los milagros y de una resurrección física? ¿Soy cristiano?
YANCEY La iglesia en la que crecí tendría una respuesta instantánea para esa pregunta. Pensábamos que sabíamos quién era cristiano y quién no. Jesucristo era más evasivo, y sus parábolas tienen un elemento sorpresivo. Yo reformularía la pregunta y te la haría a ti: ¿eres seguidor de Jesucristo?
c.2019 The New York Times Company