Una nueva investigación sugiere que el contenido de los sueños de las personas con trastornos de ansiedad puede ser significativamente diferente de aquellos que experimentan los individuos “sanos”, identificando tres temas que son más comunes en los sueños de los pacientes con ansiedad.
Estas temáticas incluyen soñar con un antiguo interés amoroso, sueños emocionalmente más intensos y una mayor prevalencia de imágenes de alta velocidad.
El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Düsseldorf, y publicado en la revista Dreaming, se propuso investigar las características específicas que se manifiestan en los sueños de las personas diagnosticadas con trastornos de ansiedad clínica y compararlas con los sueños de personas “sanas”. Para poder desentrañar esta situación, los científicos realizaron un seguimiento de dos grupos de soñadores, 38 personas con los trastornos y 38 personas sin ellos, mediante diarios de sueños, cuestionarios y análisis de sueños individuales, y luego se compararon.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que había una diferencia significativa en cuanto al contenido de los sueños, y se descubrió que varios temas eran más frecuentes entre los que padecían trastornos de ansiedad. Entre ellos se encontraban la persecución, el ataque físico, la congelación por el miedo, la muerte de seres queridos y los accidentes, como los de avión, entre otros.
Además de contener más de estas características negativas, los sueños de las personas con trastornos de ansiedad también presentaban menos características positivas, con un menor número de interacciones amistosas o éxitos. También incluían más personajes, lugares, viajes y transportes, y comunicaciones verbales que los sueños de las personas sanas.
Además de ciertos temas recurrentes en los sueños de los pacientes con ansiedad, también había tres características definitorias predominantes. Entre ellas, soñar con un antiguo interés amoroso, incluidas las ex parejas.
Otra característica es que los sueños de las personas con trastornos de ansiedad tendían a presentar una gran potencia y velocidad, por ejemplo, vehículos en movimiento rápido. Una tercera característica era la intensidad subjetiva general del sueño, que los investigadores comprobaron que era mayor en los pacientes con ansiedad.
En cuanto a las emociones del sueño, los pacientes con ansiedad experimentaban más sentimientos negativos, como la ira, el miedo, la aprensión y la tristeza, y menos positivos, como la felicidad. Por ello, el autor principal y psicólogo Anton Rimsh, de la Universidad de Düsseldorf (Alemania), sugirió que los sueños de los pacientes con ansiedad “pueden representar la experiencia de un entorno aterrador, hostil y peligroso en su vida de vigilia”.
“Por tanto, podemos suponer que la presencia de un trastorno de ansiedad instiga una mayor intensidad subjetiva general de las experiencias e imágenes oníricas”, añadió el experto. Para Rimsh, de acuerdo con esta idea, “es posible llegar a la conclusión de que los contenidos de los sueños en los pacientes con ansiedad no sólo existen en gran número, sino que también son experimentados por ellos con una intensidad subjetiva y un énfasis particularmente altos”.
El estudio también sugiere que un paciente con ansiedad es más propenso a analizar y deconstruir sus sueños. Según Rimsh, hay dos razones para esta tendencia. En primer lugar, los individuos que sufren trastornos de ansiedad suelen estar preocupados y ocupados con experiencias y acontecimientos de su vida de vigilia. Esta preocupación es la que también se apodera de sus sueños.
El especialista también cree que los individuos ansiosos tienden a ver sus sueños como la clave de sus problemas de la vida de vigilia. La interpretación obsesiva de sus sueños se convierte así en una forma de resolver los problemas que experimentan mientras están despiertos.
Aun así, advirtió que los pacientes con ansiedad pueden encontrarse atrapados en bucles de retroalimentación negativa entre su vida de vigilia y sus sueños, es decir, los sueños negativos pueden empeorar los síntomas de ansiedad en su vida de vigilia, lo que hace que los sueños sean aún más perturbadores, y así sucesivamente.
“Este proceso puede representarse como un ‘círculo vicioso’, que no es tan fácil de romper o desgarrar. Para ello, el individuo necesita la ayuda profesional y cualificada de un psicoterapeuta en activo”, explicó Rimsh al tiempo que ofreció el mismo consejo a cualquier persona que sufra sueños perturbadores debido a un problema de ansiedad subyacente.
“El mejor consejo que podría dar a una persona que experimenta esos sueños de forma regular es que consulte con un psicólogo, o mejor, con un psicoterapeuta en ejercicio, y muy preferiblemente, con un psicoanalista en ejercicio. Esto se debe a que suelen tener la experiencia, las habilidades y los conocimientos necesarios para trabajar no sólo con los trastornos de ansiedad, sino también con los sueños de una persona”, dijo.
Sin embargo, los investigadores señalaron que el tamaño de su muestra era pequeño y que los pacientes con trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social y trastorno de pánico estaban sobre representados. Además, afirmaron que los pacientes con fobias específicas, trastorno de ansiedad por separación y agorafobia estaban infrarrepresentados, por lo que podrían llevarse a cabo más investigaciones, con más participantes y una representación más equitativa de los distintos trastornos de ansiedad.
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