Que caminar es beneficioso para la salud no es novedad. Sus bondades fueron documentadas en docenas de estudios. Hasta existen aplicaciones para contabilizar la cantidad de pasos que se dan a diario y saber si se alcanzó el número necesario para un mejor bienestar general.
Ahora, que la velocidad de las caminatas puede tener un efecto en la reducción de la edad biológica es toda una novedad.
Y eso es lo que aseguran investigadores de la Universidad de Leicester, que según vieron en un reciente estudio, las personas que caminan rápido tienen una edad biológica de hasta 16 años menos que quienes lo hacen de manera más lenta.
Lo descubrieron luego de analizar los genes de 400.000 británicos y encontrar un vínculo entre caminar más rápido y una edad biológica reducida.
Técnicamente, lo que observaron los investigadores es que los participantes más rápidos, definidos éstos como aquellos que caminaron a más de 4 millas por hora (lo que equivale a 6,4 kilómetros por hora), tenían una mayor longitud de los telómeros de los leucocitos (LTL), uno de los biomarcadores que los científicos creen que pueden usarse para evaluar la velocidad a la que envejece el cuerpo humano.
“El ritmo de marcha es una forma de movimiento simple y funcional y un fuerte predictor del estado de salud, pero la naturaleza de su asociación con la longitud de los LTL no está clara”, comenzaron a explicar los investigadores en la publicación que realizaron en la revista Communications Biology. Y ampliaron: “Mostramos que los caminantes constantes/promedio y rápidos tenían LTL significativamente más largo en comparación con los caminantes lentos, con medidas de actividad física evaluadas por acelerómetro que respaldan aún más esto a través de una asociación entre LTL y la intensidad habitual de la actividad, pero no con la cantidad total de actividad”.
Y resaltaron que “un ritmo de caminata más rápido puede estar causalmente asociado con un LTL más prolongado, lo que podría ayudar a explicar algunos de los efectos beneficiosos de la caminata rápida sobre el estado de salud”.
Los telómeros son las “tapas” al final de cada cromosoma. Contienen secuencias repetitivas de ADN que protegen al cromosoma del daño, de manera similar a la forma en que la tapa al final de un cordón de zapato evita que se deshaga.
Así, cada vez que una célula se divide, estos telómeros se acortan, hasta el punto en que se acortan tanto que la célula ya no puede dividirse, publicó el Daily Mail.
El profesor Tom Yates es experto en actividad física y autor principal del estudio, y reconoció que investigaciones anteriores habían demostrado que el ritmo al caminar es un “predictor muy fuerte” del estado de salud. Ahora, los nuevos hallazgos confirman que adoptar un ritmo de caminata rápido “en realidad mejora la salud” y es “probable que conduzca a una edad biológica más joven”, destacó.
Los expertos creen que caminar más rápido es un indicador de una mejor salud musculoesquelética, salud cardíaca y pulmonar, niveles de actividad, motivación y salud mental.
Sobre el estudio
Pese a todos los beneficios conocidos del caminar, el equipo de la Universidad de Leicester quiso averiguar puntualmente si el ritmo de la caminata estaba relacionado con la edad biológica: la edad que parece tener el cuerpo en función de cómo cambiaron los cromosomas con el tiempo.
Para eso, estudiaron a 405.981 británicos, de 57 años en promedio, incluidos en el Biobanco del Reino Unido, una base de datos de pacientes monitoreados durante 10 años e incluye datos genómicos.
Alrededor de la mitad de los participantes (212.303) informaron un ritmo de caminata promedio, que se clasifica entre tres y cuatro millas por hora.
Uno de cada 15 (26.835) informó caminar a paso lento (menos de tres millas por hora), mientras que cuatro de cada 10 (166.843) dijeron que caminaban a paso ligero (más de cuatro millas por hora).
Los hallazgos revelaron que las personas que caminan más rápido, independientemente de cuánto se ejerciten, tienen telómeros más largos.
Los científicos creen que la acumulación de estas células contribuye a la fragilidad y a las enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de las arterias coronarias y el cáncer. De allí que para ellos la longitud de los telómeros es un “marcador fuerte” de la edad biológica, independientemente de cuándo nació una persona.
Para el doctor Paddy Dempsey, fisiólogo humano y autor principal del estudio, los hallazgos sugieren que aquellos que habitualmente caminan a menor velocidad tienen un mayor riesgo de enfermedades crónicas o de un envejecimiento no saludable.
Por lo que recomiendan que las personas, además de aumentar la caminata en general para mejorar la salud, también deberían tratar de aumentar la cantidad de pasos que pueden completar en un tiempo determinado.
SEGUIR LEYENDO