Parecen dos grupos muy distintos, pero no son necesariamente excluyentes. Los corredores de calle y los corredores de trail sin bien son distintos en muchos aspectos, un mismo aficionado puede pertenecer a los dos mundos sin problemas.
Con libertad para elegir, lo único que se necesita saber son las diferencias entre calle y trail, porque esa es una buena pista para elegir que correr. Hay muchos matices e incluso hay carreras que combinan un poco de ambas. Una carrera de trail puede tener un poco de calle, al revés es más raro, a lo sumo es posible que haya algo de ripio o calle de tierra. Pero concentrémonos en las diferencias claras.
Una carrera de calle tiene un número limitado de variables. El ritmo es importante y fácil de calcular. Aunque hay carreras con desnivel, incluso este puede calcularse. No habrá diferencias de ritmo como las que puede haber en una carrera de trail, donde una trepada es completamente diferente a un sendero en bajada.
En la calle el reloj nos dice cómo vamos. a cada paso. La velocidad es importante, incluso para el aficionado. Por ese motivo son carreras más intensas y rigurosas, algo que apasiona a muchos corredores pero estresa a otros. También son carreras mucho más masivas y muchas de ellas se desarrollan en las más grandes capitales del mundo. La carrera y la ciudad se vuelven sinónimos.
Las carreras de trail no son fáciles, requieren preparación y experiencia. Pero para un aficionado no son tan duras con respecto al ritmo que se lleva. Hay algo de sorpresa en cada kilómetro y eso desafía pero a la vez entretiene. Las superficies menos duras también son más amables con el cuerpo del corredor, pero, una vez más, un trail con bajadas muy duras también produce un desgaste considerable.
Una carrera de trail dura más que una carrera de calle. La previa, el trayecto y la llegada tiene una convivencia diferente a la que se da en la calle. Los corredores de trail paran en los puestos si la carrera es larga. Charlan, se ayudan. En la calle, rodeados de gente, un corredor no tiene la misma responsabilidad que un corredor de trail en medio de la montaña. No se puede dejar a un corredor en problemas si se está en una carrera de trail, en calle la atención es más rápida desde afuera que dentro de los participantes de la carrera.
Correr en calle implica que cada kilómetro debe tener un tiempo exacto. Se puede mejorar o empeorar el ritmo, pero salimos con un objetivo. Y si uno se distrae o se deja llevar por las sensaciones y no por la información al pasar cada kilómetro, lo más probable es que el ritmo se arruine. Si se corren 42Km estos se vuelve un universo de posibilidades, con estrategias que salen o no salen, pero sin tanta ambigüedad. El equipo para correr en calle en mínimo, pero en montaña se necesita un mochila completa.
En la calle todo lo que se pisa es igual. Si entrenamos en una ciudad no hay nada en la calle que sea nuevo. Un paso a la vez. Si corremos en trail run debemos aprender a correr muchas superficies distintas. Bajar en la montaña no es algo natural para quien vive en una ciudad y requiere un proceso de aprendizaje. Nadie se asusta en una carrera de calle, pero una bajada difícil o una trepada con un ángulo complicado sí hace que un corredor se sienta fuera de sus posibilidades. Para compensar quien corra un maratón de calle conocerá lo que es el agotamiento, sin duda alguna.
Si queremos tener una eficacia total en calle, el trail debe ser puesto en segundo plano. Y si queremos ser mejores corredores de trail, nuestro calendario deberá tener más de estas carreras donde aprender como hacerlas lleva todo un proceso. Si solo queremos divertirnos, entonces se pueden alternar de la forma que cada uno desee. Están todos invitados.
*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.
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