La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la obesidad es una epidemia global. De acuerdo con datos de esa entidad, de UNICEF y del Banco Mundial en el grupo de 5 a 19 años, el 33,6% está afectado por sobrepeso u obesidad y lo mismo ocurre con los menores de 5 años.
De esta forma, el exceso de peso dejó de ser exclusivo de los adultos y se volvió una preocupación para padres y pediatras, que comenzaron a ver cada vez más niños con este problema de salud.
El sobrepeso y la obesidad son definidos por la OMS como una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud. Por eso, es muy importante cuidar la alimentación y ayudar a los niños cuando tienen sobrepeso. La licenciada en Nutrición Romina Pereiro (MN 7722) señaló que “muchos padres se siente abrumados y no saben por dónde empezar” cuando sus hijos necesitan controlar su peso.
Ante esto, la especialista, hizo un repaso por las dudas más habituales que surgen al respecto.
1 - ¿Cómo le digo a mi hijo que está gordo?
“Es importante que no poner el foco ni en el peso ni la figura corporal. Conviene conversar directamente con los chicos para entender cuáles son sus preocupaciones y explorar sus dudas. Es bueno hablar para saber si existe algún otro problema familiar, con los amigos, o con la escuela que se ponga en juego al momento de comer. Y además siempre es bueno ofrecerle ayuda tanto familiar como profesional”, recomendó Pereiro.
2 - ¿Tengo que poner a mi hijo a dieta?
La nutricionista recomendó “evitar la palabra dieta”, ya que usarla con los chicos “puede traer complicaciones en el vínculo con los alimentos. Esto pasa tanto en niños como en adolescentes. Lo aconsejable es fomentar hábitos saludables que impacten en el estilo de vida de toda la familia”, dijo.
3 - ¿ Hay que prohibir algún alimento?
En este punto dijo que hay que evitar prohibir o de eliminar comidas, ya que no se trata de eso. “Justamente, la prohibición puede generar más deseo de aquellos alimentos no permitidos. Sí es recomendable explicar que hay algunos platos más convenientes que otros, enseñarle sobre el tamaño de las porciones y detallarles cuáles son los alimentos naturales, que nos aportan más energía”.
4 - ¿Cómo lograr que cambie sus hábitos?
Lo ideal es ir de a poco, “con objetivos pequeños y muy concretos”, dijo, porque plantear un gran cambio en la alimentación de un día para el otro puede ser contraproducente. “Por ejemplo, si no comen fruta, hacer alguna preparación que la incluya. Si no toman agua, se puede preparar un agua saborizada casera, mezclando frutas alguna verdura, algo rico y fresco que les ‘entre’ por los ojos, lo visual es muy importante para los chicos”, aseguró.
La obesidad es una enfermedad, una afección que se caracteriza por el exceso de tejido adiposo (grasa). “Esa ‘grasita’, se va depositando y va alterando el funcionamiento del hígado, del corazón, de los riñones, de los músculos y así se va extendiendo y se va acumulando en todo el cuerpo. Además, esa grasa se transforma también en un ‘órgano’ que produce sustancias inflamatorias afectando tu sistema inmune. Por otro lado, también libera hormonas que influyen en la sensación de hambre y saciedad”, subrayó.
Pereiro pidió no olvidar que “la obesidad es una enfermedad” y recomendó “hablar con nuestros hijos acerca de lo que les ocurre para dejarles en claro que no es su culpa ni falta de voluntad” el motivo por el que tienen sobrepeso. “Transmitir un mensaje de equipo: que sepa que juntos pueden buscar ayuda profesional para que los contengan y acompañen”, cerró.
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