El que busca, encuentra, dice el famoso dicho popular. Y a decir por los acontecimientos a lo largo de este año, todavía transitando la pandemia, la familia Catena está cosechando premios y reconocimientos como nunca antes en sus más de cien años de historia.
Esta semana fue distinguida como la única bodega argentina entre las 100 mejores del año por la revista Wine & Spirits de EEUU, principal mercado de exportación de los vinos argentinos. No es un reconocimiento más, sino la confirmación de un rumbo que comenzó con la visión de un inmigrante hace más de cien años.
Seguramente Nicola Catena, allá por 1902, soñó con muchas cosas al plantar las primeras vides de Malbec en diversas zonas de Mendoza, hoy convertidas en las principales regiones vitivinícolas del país. Sobre todo, apostó al futuro y al desarrollo de su familia. Es más probable aún que Nicolás Catena, sí haya imaginado este presente, al llevar al Malbec a viñedos mas altos en el Valle de Uco en busca de zonas más frías, para poder lograr vinos a la altura de las mejores etiquetas del mundo. Su visión surgió a mediados de los años ‘80 y se comenzó a plasmar en los ‘90, pero se cristalizó con la llegada del nuevo milenio y el desembarco internacional de los vinos argentinos.
Hoy, Catena Zapata es la bodega más reconocida dentro y fuera del país. Sus vinos son los más buscados y su enólogo; Alejandro Vigil; el más aclamado por los consumidores. Pero también fue la curiosidad profesional de Laura Catena, directora general de Catena Zapata, quién fundó, hace más de 25 años, el Catena Institute of Wine, para encontrar las respuestas a todas las preguntas que surgían cosecha tras cosecha. Hace pocos meses se publicó el último hallazgo sobre el Malbec que causó un gran impacto internacional. El estudio, titulado Discriminación de terruño y cosecha de vinos Malbec basado en la composición fenólica en múltiples sitios en Mendoza, Argentina, fue publicado por la revista Scientific Reports, perteneciente al Nature Research Journal.
El estudio demostró por primera vez que el efecto del terroir puede ser explicado químicamente, a través de diferentes cosechas, desde pequeñas parcelas hasta grandes regiones, y con un 100% de efectividad en las predicciones. Hoy, se puede decir que Laura Catena logró darle una respuesta contundente a aquellos que insinuaban que “todos los Malbec eran iguales”; en clara alusión a su falta de carácter de lugar; con la publicación del estudio de terruño más extenso jamás realizado para cualquier variedad de vino. “La demostración científica de la capacidad que tiene el Malbec de transmitir el terroir lo pone a la par de las variedades más famosas del mundo y demuestra además que el terroir existe tanto en el Nuevo Mundo como en el Viejo Mundo”, comentó Laura Catena en su momento.
Está claro que a las polémicas se las terminan con datos, y más si esa información forma parte de una investigación científica, que además es publicada por medios especializados y respetados por la opinión pública global. Y la derivación de esto fue más importante aún, porque el mundo del vino reconoció gracia a este trabajo que “los vinos de parcela” están a la altura de los afamados “cru” franceses. Es decir que todo el trabajo de investigación y desarrollo que viene realizando el equipo de Catena Zapata a lo largo de estos años, con cientos de calicatas; pozos rectangulares en las viñas de 2m x 1m x 2m de profundidad para analizar el perfil de los suelos; está dando los resultados deseados. Porque cada parcela es diferente, y si ese carácter se puede embotellar, se logran vinos únicos. Para ello la bodega debe estar preparada para poder realizar cientos de vinos diferentes de cada viñedo. Porque son esas microvinificaciones el punta pie inicial para sacar conclusiones que permiten las mejoras de los vinos”.
Las 4 claves del éxito de Catena Zapata
1- Visión familiar y tradición:
Uno de los aspectos que explican la actualidad de la bodega, es que hay una familia detrás. Y ese dato no es menor porque al vino lo hacen personas, y cuando esos nombres pasan a las etiquetas (Nicolás Catena, Adrianna Vineyards, Angélica Zapata, D.V. Catena etc.) transmiten confianza al consumidor que, sumado a la calidad, estilo y diversidad, terminan conformando la opinión pública. Por ejemplo, el Nicolás Catena Zapata (elaborado por primera vez en 2001 por Alejandro Vigil) busca ser la máxima expresión de un blend argentino moderno y “world class”, elaborado en base a Cabernet Sauvignon y a Malbec. Pero esta historia tiene un comienzo, con un inmigrante y sus sueños; Nicola Catena en 1902.
En vitivinicultura todo hay que pensarlo a largo plazo, nadie se consagra en diez o en veinte años. Se necesitan generaciones para trascender en el mundo del vino y lograr ese éxito que refleja el trabajo de toda una vida, y que cuando llega es el el resultado de una cultura de trabajo. Por eso, cuando llega, se instala para siempre, y no solo entre los profesionales, sino entre los consumidores.
Lograr grandes vinos lleva toda una vida y más, es por ello que es muy importante el legado familiar y que las nuevas generaciones puedan avanzar, respetando lo hecho por sus padres y abuelos, pero con una visión propia.
Esta semana se anunció en San Francisco la nueva lista de los Top 100 de la revista Wine & Spirits, una de las más importantes de EEUU; cuarto productor mundial y principal consumidor de vinos importados del mundo. Y por 14ª vez, la bodega de la familia Catena está en la lista, con la particularidad que este año es la única representante argentina.
Laura Catena, directora general de Catena Zapata y fundadora del Catena Institute of Wine (CIW); asistió a la fiesta y aprovechó la oportunidad para recordarle al mundo que en la Argentina también hay terroir: “Estamos muy felices por este nuevo reconocimiento, pero más porque hemos podido demostrar científicamente (en referencia a un estudio del CIW recientemente publicado en Scientific Reports) que los Malbec no son todos iguales, y que al igual que los vinos del Viejo Mundo, ostentan un carácter de lugar. La capacidad que tiene el Malbec de transmitir el terroir lo pone a la par de las variedades más famosas del mundo y demuestra además que el terroir existe tanto en el Nuevo Mundo como en el Viejo Mundo”.
El evento de entrega de los premios de Wine & Spirits se realizó en un Roof-top de San Francisco al atardecer el pasado 14 de octubre. Allí concurrieron representantes de las 100 mejores bodegas de 2021, una selección diversa de productores de todo el mundo, determinados por su desempeño en el proceso de cata a ciegas en dos pasos de la revista y celebrados por sus vinos excepcionales. Laura Catena estuvo en la fiesta de Wine and Spirits TOP 100
Al frente de su stand, degustando dos de los vinos más representativos de Catena Zapata; Nicolás Catena Zapata 2016 y el Malbec Argentino 2019, junto a diversas personalidades del mundo del vino como Alex Casella (Wine Sourcing Manager de Vivino), Andrea Mullineux (productora de Sudáfrica), el Master Sommelier Larry Stone, y el importador de vino Italiano Gregory Condes, entre otros.
2- Conocimiento científico:
La investigación y desarrollo es clave para encontrar, no solo los mejores lugares para que cada variedad de uva se exprese mejor. Sino, la mejor manera de elaborar cada vino respetando su origen y entorno natural. Y el hallazgo del Catena Institute of Wine, publicado a principios de este año es apenas una prueba contundente de ello, ya que se trató del estudio de terruño más extenso jamás realizado para cualquier variedad de vino, y que puso a los Malbec de parcelas a la altura de los Grand Cru franceses.
Este nuevo reconocimiento no es casual sino causal, y consecuencia de un trabajo que se viene haciendo desde hace años, a partir de estudiar el origen de los vinos, la composición de sus suelos, la influencia del microambiente, el clima, el riego, etc. Todos estudios para poder llegar con la mejor calidad de uva que refleje un lugar especial, respetando cada añada en particular. Para luego en bodega poder vinificar con la menor intervención posible, a fin de proteger ese carácter logrado en el viñedo, y dar con vinos que se puedan disfrutar hoy, pero también que ostenten un gran potencial de guarda. Nadie duda el éxito de Catena Zapata, para muchos la bodega más importante y más representativa de la Argentina.
3- Consistencia y comunicación:
Esto tiene que ver con sus vinos, y sus vinos tienen que ver con sus hacedores. Pero también con sus estrategias de comunicación y las diversas inversiones que llevan a cabo en los diversos mercados para seguir fortaleciendo su imagen de marca.
Una nota reciente de Wine Spectator, la revista más importante del mundo del vino, destaca a Alejandro Vigil (director de Enología de Catena Zapata) como la persona que llevó a la Argentina al mundo de vino. Allí, el hacedor habla sobre sus primeros años en Mendoza y cómo una botella de Borgoña cambió su visión del vino.
4- La inversión permanente:
Es otra de las claves para mantener el éxito. La bodega acaba de terminar una obra en la famosa “pirámide de Agrelo”. Se trata de una bodega dentro de la misma bodega, dedicada a los vinos de parcela, la cual estará conectada con un restaurante de alta cocina que pronto abrirá sus puertas. Esto permite inferir que si este año la bodega obtuvo el 7o. puesto en el top 50 The World’s Best Vineyards Academy, seguirá escalando. Ese listado es el de los mejores 50 establecimientos vitivinícolas donde los jurados realizan una selección entre más de 1.500 establecimientos a lo largo del año, evaluando todos los detalles que hacen la visita a una viña sea gratificante (vinos, gastronomía, recorrido, accesibilidad, ambiente, atención del personal, paisaje, reputación de la bodega, etc.).
En definitiva, son los vinos los que transmiten todo el esfuerzo que hay detrás, la máxima expresión del éxito. Y fueron los vinos de parcela; elaborados por el enólogo Alejandro Vigil; los primeros de la Argentina en obtener 100 puntos. Hoy, esos Malbec y Chardonnay que nacen en Adrianna Vineyards, en Gualtallary (Valle de Uco) a 1500 msnm, representan la vanguardia de los tintos y blancos nacionales.
Para Laura Catena, ser la única bodega este año en los Top 100 de la revista Wine & Spirits no es un reconocimiento más, sino la confirmación del gran momento que vive la bodega y su familia. Los coloca a la altura de los mejores exponentes, porque es el terroir, y su interpretación por parte de los hacedores, lo que hace único a un vino. Y si eso se puede embotellar, entonces se puede hablar del principio de una historia. Por eso los reconocimientos y sus significados aportan mucho para forjar el presente, cimentar las bases para el futuro y respetar cada vez más el pasado.
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