Todos los años miles de corredores debutan en el maratón. Es un momento inolvidable, una experiencia extraordinaria. Cuando hablamos de maratón nos referimos a una competencia de 42 Km 195 mts. No importa lo que digan algunos para promocionar carreras, solo esa distancia es un maratón. Asumiendo que quien se para en la línea de largada se ha entrenado correctamente, pasemos a enumerar el resto de los consejos para evitarse dolores de cabeza innecesarios. Si no están entrenados, directamente no corran un maratón por primera vez. Dolor, el resto de los dolores, son casi inevitables. Pero no hay que tener miedo, hay que ser inteligentes.
En los días previos tres cosas no deben ser descuidadas. Hacer una carga de hidratos en la alimentación, no de forma excesiva la noche anterior, sino en varias comidas de los días previos. Un atracón no ayuda, una carga de varios días, sí. Hidratarse correctamente. Que no le falte hidratación al cuerpo, en particular el día anterior, donde se puede sumar alguna bebida isotónica, sin excesos. Y descansar, dentro de lo posible, descansar. Qué el cuerpo se relaje y, más allá de los detalles de entrenamiento de cada plan, no usar las piernas. Dormir la noche previa es muy difícil para un debutante, pero estar acostado no. Evitar el cansancio acumulado.
La noche previa hay que dejar ordenado absolutamente todo lo que se va a llevar en la carrera. Es muy común que un corredor suba una foto con todo su equipo. No es una mala idea, porque de eso se trata: desplegar de forma visible y ordenada todo lo necesario. Para poder repasar que esté todo. El reloj cargado, el chip, el dorsal, los geles si se usan, toda la ropa. Buscar cosas en la mañana de la carrera es muy estresante y nos hace perder concentración. Así que todo esté ordenado y listo. A la mañana siguiente solo se necesita pensar en la carrera.
Saber dónde es la largada y cuánto tiempo nos llevará llegar al lugar donde vamos a dejar nuestras cosas. Calcular correctamente el tiempo para no llegar a último momento. Esto produce angustia, nervios y lleva a cometer errores. Saber que tal vez necesitemos usar el baño una vez más, lo que requiere más precauciones con respecto al cálculo de tiempo. Dependiendo del reglamento de la carrera y la infraestructura que tenga, sabremos lo que necesitamos. No ir desabrigados al llegar y, si tenemos dudas sobre el tiempo de espera antes de largar, llevar un buzo viejo para descartar. Una botella de agua a mano puede servir para una hidratación final.
No estrenar nada el día de la carrera. La remera a veces es inevitable, pero ojo con los roces. Usar vaselina o cintas adhesivas. Cuarenta y dos kilómetros son muchos, un roce suave terminará en lastimadura. No estrenar medias, gorras, pantalones o calzas. Y bajo ningún motivo estrenar zapatillas. Haber probado antes en los entrenamientos los geles, barritas, gomitas o lo que usemos para alimentarnos si acaso elegimos hacerlo. No abrigarse en exceso, un poco de frío en la largada está bien.
En caso de abrigarse, que sean cosas que puedan descartarse o sacarse y poner en el pantalón, como un cuello o un par de guantes de corredor. Una idea a tener en cuenta: llevar una remera con nuestro nombre o el del running team si uno pertenece a uno. Eso permitirá un aliento personalizado. Qué un desconocido grite nuestro nombre es un empujón de energía que todo maratonista sabe valorar.
No salir por delante de nuestro nivel de corredores. Ponerse entre los más rápidos sin serlo conduce a situaciones de peligro para uno y para los demás. Sean inteligentes y solidarios, busquen su nivel en la largada, siempre. En un maratón, además, si uno debuta lo mejor es ser conservador en la primera parte. Incluso siendo conservador en los primeros cinco kilómetros, ganarán mucho en confianza y no se desgastarán de más. Si ven que es demasiado fácil, pueden ir acelerando. Pero nunca ir demasiado rápido. Todos están bien hasta el kilómetro 30, pero ahí empieza la verdadera carrera. Y en el 36 tendremos la prueba de que tan bien corrimos al comienzo. Si hicimos todo bien, los últimos seis kilómetros serán felices, aun siendo durísimos.
No saltearse los puestos de hidratación. Un debutante debe hidratarse correctamente, pero al ser novato no conoce tan bien sus necesidades de agua, así que atentos a eso. Perder unos segundos por hidratar bien, es ganarlos al final. Es una regla de oro. Aunque parezca tonto: ensayen la hidratación en los entrenamientos, les ahorrará un poco de tiempo.
Hidratarse bien, tener una buena estrategia, ser inteligente y respetar el espacio de los demás corredores. Y siempre, siempre, hay que recordar que estamos ahí porque queremos, porque lo elegimos. Y mentalizar la llegada. Pensar en esa llegada el día anterior, la mañana de la carrera y durante todos los kilómetros. Disfrutar del momento aunque duela y recordar que solo se debuta una vez en maratón. ¡Buena carrera para todos!
*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre
Realización: Gastón Taylor/ Edición de video: Martín Ducco/ Guión: Macarena Sanchez
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