El 31 de agosto, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, encabezó una reunión en San Luis del Consejo Federal de Salud donde destacó que se alcanzó a completar esquemas de vacunación en un 70% de los mayores de 50, superando otro de los objetivos del mes: inocular con dos dosis al 60% de las personas de 50 años y más.
“Con la aplicación de 7.214.275 de segundas dosis, hoy superamos la meta que planteamos en agosto”, afirmó Vizzotti. Durante la apertura del COFESA, Vizzotti destacó la estrategia argentina de “priorizar la aplicación de la primera dosis para proteger a la mayor cantidad de personas lo antes posible y ahora, según lo planificado, acelerar la aplicación de las segundas dosis para prolongar la duración de la inmunidad, está mostrando que tomamos el camino correcto”.
Esa aceleración de aplicaciones de segundas dosis y también de las primeras en aquellos que no cuentan con ninguna protección contra el coronavirus está atrasada, según los números que publica el Monitor Público de Vacunación, donde se observa que hay más de 6,6 millones de dosis distribuidas en las 24 jurisdicciones sin aplicar.
Con la excepción de CABA y la provincia de La Pampa, que aplicaron más dosis que las recibidas, los otros 22 distritos registran un atraso en cuanto a las dosis a aplicar, y en algunos de ellos en forma más marcada.
“Preocupa que hay casi 7 millones de vacunas no dadas. Si esos 7 millones de las dieran a personas con una dosis aumentaríamos 15% la cantidad con dos dosis en dos semanas”, afirmó a Infobae el prestigioso médico Conrado Estol.
El dato de las millones de vacunas sin aplicar al día de hoy, evidencia un retraso para que las vacunas lleguen a los brazos de las personas. Eso generó una polémica días atrás cuando el médico infectólogo Eduardo López que puso de manifiesto a fin de agosto que “existe un importante stock de dosis sin aplicar que se encuentran guardadas en heladeras”. De acuerdo a los cálculos del especialista que en el principio de la pandemia fue asesor del Poder Ejecutivo, había en ese entonces alrededor de 5 millones de inyecciones disponibles para ser aplicadas inmediatamente. Hoy ese número creció a 6,6 millones.
Desde el Ministerio de Salud destacaron que cada jurisdicción organiza la aplicación de las dosis a través de sus ministerios provinciales sanitarios y recordaron la amplitud territorial del país como factor de retraso en la aplicación de las vacunas.
La doctora Silvia González Ayala, profesora y especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Nacional de La Plata y la Sociedad Argentina de Infectología, observó que los números oficiales que muestran que hay todavía 6,6 millones de vacunas sin aplicar indican que se sigue fallando en cuanto a la logística. No se aumenta el ritmo de vacunación ni los lugares para hacerlo.
“Yo veo que llegan vacunas de a millones y no se aplican de a millones. Para hacerlo, se necesita ampliar los horarios, habilitar más centros, más hospitales y hasta farmacias. La farmacia está insertada en la comunidad. El vecino confía en el farmacéutico del barrio. Otra ventaja que tienen las farmacias es que tienen conectividad para ingresar el registro de vacuna en el sistema nacional. Son recursos no utilizados, y hasta desperdiciados”, explicó Ayala a Infobae.
Las vacunas de a millones que entran al país y no se aplican en el mismo ritmo evidenció el crecimiento de dosis sin aplicar. El sábado último solamente arribaron al Aeropuerto Internacional de Ezeiza 1.736.000 dosis de Sinopharm desde Pekín, en el vuelo LH8264 de la línea aérea Lufthansa Cargo.
Desde el inicio de la campaña, la Argentina ya recibió 57.207.120 vacunas contra el coronavirus. De ese total, 15.000.920 son Sputnik V: 10.955.260 del primer componente (de las cuales 1.179.625 fueron producidas por Richmond) y 4.045.660 del segundo componente (702.500 fueron elaboradas en el laboratorio argentino).
“Hay provincias con cientos de miles de dosis estancadas. Cada provincia es un mundo. Cada una tiene un ritmo de aplicación diferente. Y por eso se ven las diferencias. El tema es que respecto a la salud, las provincias adhieren o no a lo que dice la Nación. Yo he hablado del tema con autoridades sanitarias nacionales y me han dicho que no pueden hacer nada. Que una vez que a ellos les llegan las vacunas, son ellos quienes se encargan de vacunar al ritmo que consideren y puedan. Yo veo que hay mucha predisposición de la gente a vacunarse. No hay resistencia. Al contrario. Hay ansiedad de la gente que está esperando la segunda dosis”, agregó Ayala.
La especialista destacó la importancia de vacunar con segundas dosis en este momento crítico de la pandemia: “Las personas están esperando y no se las estamos dando. Especialmente las segundas dosis. Su aplicación será la diferencia que nos va a marcar cómo va a impactar una tercera ola de la variante Delta, que produce el doble de hospitalización, que escapa al sistema inmune. Ya vimos por estudios científicos que vacunas como AstraZeneca, Pfizer o Moderna, solo cuentan con un 30% de protección con una sola dosis. Por eso es imprescindible vacunarnos cuanto antes y con todas las vacunas que tengamos a disposición. Estamos a las puertas de otra ola que puede ser muy intensa. No veo que se haya aprendido de los errores. Esto mismo lo vimos en enero/febrero con el inicio de la variante Gamma de Manaos. Y llegamos al pico de la segunda ola el 27 de mayo. Yo estoy muy preocupada”.
El doctor Ricardo Teijeiro, médico infectólogo y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explicó a Infobae que si hay vacunas paralizadas deben ser distribuidas y aplicadas lo antes posible. “También sabemos que con la complejidad geográfica que tienen nuestro país, hay muchas zonas donde es más difícil la distribución. Por eso es clave verlo y analizarlo geográficamente este problema, dando apoyo a esa región que le cuesta más la distribución de dosis para que se agilice la vacunación y lo antes posible tengamos los calendarios completos de vacunas contra COVID-19, sobre todo en personas mayores de 50 años”, agregó el especialista.
Según el Monitor Público de Vacunación que lleva adelante el Ministerio de Salud de la Nación, se distribuyeron 51.809.399 dosis y se aplicaron 45.177.464. Los datos indican que hay 28.431.871 personas vacunadas con una sola dosis (62.5% del país). Y 16.745.593 de personas con dos dosis (36%). Eso significa que hay 11.686.278 personas que están esperando recibir la segunda dosis y completar el esquema de vacunación contra el coronavirus, cosa que aumentará su protección frente a las variantes que lleguen, especialmente la Delta, que es la más contagiosa.
Respecto a las aplicaciones por condición, se observa según datos oficiales que en la franja de 12 a 17 años con factores de riesgo se aplicaron 483.077 dosis. De 18 a 39 años sin factores de riesgo, 8.876.742. De 18 a 59 con factores de riesgo, 7.840.461. De 40 a 49 años sin factores de riesgo, 3.419.047. De 50 a 59 años sin factores de riesgo 2.377.610. Con 60 años o más 11.670.543. Y otros, 101.706.
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