Desde hace varios meses que América latina es el nuevo epicentro de la pandemia por COVID-19. El aumento sostenido de los contagios y muertes debido al virus original SARS-CoV-2 y de sus nuevas variantes han socavado los pobres intentos de salir más o menos indemnes de la irrupción del coronavirus en casi todos los países sudamericanos y también centroamericanos.
Esta acuciante realidad se sostiene en base a los altos números negativos, que demuestran por ejemplo que 5 de los 10 países que conforman Sudamérica están en el top 10 de más contagios a nivel mundial, o que la región lideró en junio el ranking mundial de muertes a causa de la COVID 19, con 55,9 por millón de habitantes. Además, 5 países latinoamericanos integran el top 11 de mayor cantidad de muertes por COVID-19 en el mundo (Brasil, México, Perú, Colombia y Argentina).
Todo ello concluye en que Sudamérica quedó acorralada por el virus. Tal afirmación fue el puntapié de un extenso y rico debate en el seminario #DiálogoCONNECTAS organizado por la alianza del Foro de la Crisis Mundial de Salud de ICFJ-IJNet, Innovation for Change (I4C) y CONNECTAS del que Infobae participó. En este espacio de diálogo con expertos en la materia a nivel regional, confluyeron ideas y conclusiones ricas sobre como la pandemia afectó y afecta a la región, sin tener todavía una salida clara de la actual crisis que dejó de ser sanitaria en forma exclusiva.
Mientras que Europa y Estados Unidos avanzan con enormes planes de inmunización e investigación científica, América latina está rezagada en el camino de salida de la pandemia por COVID-19 debido a una mezcla de factores que incluyen la debilidad de los sistemas públicos de salud, la pobreza y la desigualdad, la informalidad laboral y la implementación de cuarentenas sin medidas suficientes de protección social, especialmente para las poblaciones más vulnerables. Esto se agrava además con la circulación de nuevas cepas del virus y la débil respuesta de varios gobiernos.
Para comprender cómo estos factores han contribuido a ahondar la crisis desatada por la COVID-19, tres expertos se dieron cita en panel. Ello fueron la Vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana, Carolina Corcho; el epidemiólogo de la Universidad de Nueva York, Rodrigo Arce; y el profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, Oscar Alfonso.
“Es equivocado pensar que solo con vacunas vamos a salir de la pandemia. Y los gobiernos parecen no entender esto, ante la falta evidente de una política seria de testeos, rastreos, aislamientos de personas con COVID-19. Además no hubo ayuda social o fue insuficiente. No hubo una política social de renta básica, lo que obligó a los sectores más pobres a salir a buscar un sustento y contagiarse la enfermedad y en muchos casos morir”, sostuvo Carolina Corcho.
“La salud es un bien público universal. No puede haber lucro con la pandemia. Y eso fue lo que sucedió desde el comienzo de ésta. Parte de los problemas que tenemos en la región es que los cuidados fueron dejados para las personas individuales y no tanto en el sector público, con pocas políticas certeras públicas. Se pidió a las personas en forma individual que no circularan, que se higienizaran, que usaran barbijos. Pero no hubo una política social activa. Se apuntó a la indisciplina social. Y yo me pregunto ¿qué es eso? ¿Tener que salir a buscar que comer o integrar una fiesta clandestina? La indisciplina social se volvió una categoría para exonerar a los gobiernos de su responsabilidad frente a la pandemia”, afirmó la experta médica y psiquiatra.
Para Rodrigo Arce, médico de la Universidad de Cochabamba, Bolivia, con estudios de posgrado de la Universidad de Nueva York, “la región no ha visto lo peor de esta crisis”. El experto infectólogo apuntó que la variante Delta está cambiando la realidad y las políticas sanitarias en EEUU y Europa, mientras que en Latinoamérica tenemos poca proporción de personas vacunadas para hacerle frente. “La llegada de las nuevas variantes, especialmente la Delta, ha cambiado las metas de porcentajes concretos para alcanzar la inmunidad de rebaño ya sea por vacunación o por haber cursado la enfermedad. Necesitamos tener más del 75% de la población vacunada”, aseguró.
“En los próximos 2 o 3 años van a reducirse significativamente los contagios y la mortalidad. Pero desde el punto de vista clínico el coronavirus va a seguir presente por muchos años más. Por ejemplo, no hemos podido nunca eliminar el virus respiratorio de la influenza. Las combinaciones de vacunas nos brindan una ventana para combatir la pandemia en los próximos meses. Y resultarán clave combinarlas ante la falta de cumplimiento de contratos de algunos proveedores”, precisó y respecto al trabajo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), indicó que “la comunicación de entidades y organismos de salud a nivel global y regional no estuvo funcionando correctamente al comienzo de la pandemia. Las estructuras de la OMS y la OPS no estaban diseñadas para comunicar efectivamente a la población sobre la pandemia. Y a veces continúan siendo un problema que dificulta el control del virus”.
¿Por qué fue tan letal el impacto de la pandemia?
Oscar Alfonso, doctor en Planeamiento Urbano y Regional, economista y profesor Emérito de la Universidad Externado de Colombia indicó que en la región estamos nadando en un océano de desinformación.
“Allí han aparecido tiburones depredadores, como la politización de la pandemia. Al 70% de las personas les cuesta distinguir una opinión de un dato científico específico. El discurso es dirigido a las personas. Usted tiene que usar tapaboca, tiene que higienizarse. Pero faltan políticas públicas de acceso a agua potable, a trabajo y renta digna. Los pobres de América latina han crecido por la falta de políticas públicas de crecimiento. La rentabilidad básica debe ser permanente por lo menos hasta que se normalicen los actuales índices de contagios y muertes”, precisó.
Y agregó: “América latina es una de la regiones más inequitativas del mundo. EEUU y Canadá tuvieron un crecimiento de 7% a través del sector financiero y bursátil Hubo más acumulación de riqueza a costa de la contracción económica en América latina. La mortalidad en la región es más alta en los sectores más bajos. Las políticas de centralismo han afectado mucho a la región y eso es una realidad que se ha evidenciado en la pandemia. El centralismo tiene que dar un paso al costado hacia un cambio de modelo para el desarrollo de la región”.
A modo de conclusión, Arce reafirmó que “necesitamos replantearnos el futuro de América latina, con la reformulación de la educación especializada en la ciencia y la tecnología. Es necesario que la región genere sus propios recursos para afrontar los problemas a futuro. La región, no los países en forma individual, tiene que generar el cambio”.
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