El Certificado COVID Digital de la Unión Europea (UE), conocido comúnmente como “pasaporte COVID”, entró en uso este mes en todos los Estados miembros.
Llamado Certificado Digital Verde, permitirá desplazarse dentro del bloque a ciudadanos que estén vacunados completamente contra el COVID-19, tengan una prueba negativa del virus o se hayan recuperado recientemente de la enfermedad. Una herramienta digital que también parece ser atractiva para América Latina, pero existen dudas de que sea posible implementarse en la región.
Hasta el momento, la Agencia Europea de Medicamentos de la UE (EMA) ha aprobado la aplicación de las vacunas Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson, pero no las chinas Sinovac y Sinopharm, ni la rusa Sputnik V. Precisamente, las vacunas chinas han sido administradas en su mayoría en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Mientras que la rusa ha sido aplicada en Argentina y México. Ante ello, surge también la duda sobre si los latinoamericanos inoculados con estas vacunas se verán afectados para ingresar a la UE. Se empieza a pensar a idea de hacerlo viable América Latina, donde se podría trabajar en un pasaporte digital que sea compatible con el de la UE.
Más allá de concentrar esta herramienta para los pasajeros de la unión, la gran cantidad de latinoamericanos con pasaporte europeo convierte al certificado en una gestión posible, sin embargo los habitantes de América Latina, sin embargo, no podrán sacarlo para viajar a Europa.
El documento acredita que una persona o bien está vacunada o ha pasado COVID-19, o bien ha dado negativo en una prueba PCR. Es decir, y en palabras de la propia comisión, se trata de un certificado “de vacunación, de prueba diagnóstica y de recuperación”. Su obtención es gratuita y lo puede solicitar cualquier persona con pasaporte europeo, incluyendo a los niños.
Para su gestión se requiere haber recibido alguna de las, hasta ahora, cuatro vacunas aprobadas por la UE -Pfizer y BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen-. Si bien el Reino Unido recibió cinco millones de dosis de AstraZeneca de fabricación india (Covishield), el fabricante, el Serum Institute (SI), no ha sido aprobado por la UE.
El Certificado refleja si se ha administrado la pauta completa o se encuentra en proceso. Prueba diagnóstica: haber obtenido un resultado negativo en una prueba de antígenos en las últimas 48 horas o de un test PCR en las últimas 72 horas. En tanto, en el caso de haber dado positivo en una prueba PCR hace más de once días, pero menos de seis meses.
Tanto en formato digital como en papel, el pasaporte COVID consta de un código QR que, al ser escaneado, permite acceder a la acreditación. Este código, además, dispone de la firma digital para evitar falsificaciones, contiene nombre completo, fecha de nacimiento, el emisor del certificado y un identificador. Dependiendo del caso, también mostrará:
Acreditación de vacunación (el tipo de vacuna, su fabricante, el número de dosis administradas y la fecha de cada pinchazo), acreditación de diagnóstico (el tipo de test, la fecha, la hora y el lugar en el que se realizó y el resultado (positivo o negativo) o la acreditación de recuperación con fecha del resultado de una prueba PCR y el periodo de validez No es aún un requisito indispensable para viajar, pero pretende facilitar el proceso para viajar evitando posibles controles como cuarentenas o pruebas adicionales.
Este punto lo remarca especialmente la Comisión Europea que indica: “haber sido vacunado no constituirá un requisito previo para viajar [...] el objetivo del Certificado COVID Digital de la UE es facilitar la libre circulación, pero no constituye un impedimento”.
El documento tiene un periodo de validez que varía según el tipo de acreditación. En el caso de vacunación, no establece período de duración, para la prueba diagnóstica se centra en 48 ó 72 horas, según cada país y en la constancia de recuperación cuenta con un máximo de 180 días.
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