Desde el mes de diciembre de 2020, la detección de variantes virales emergentes del SARS-CoV-2, que produce la enfermedad COVID-19 ha llamado la atención de la comunidad científica y de los gobiernos a nivel nacional e internacional debido a su mayor grado de contagiosidad y hasta mortalidad.
Gracias a la vigilancia de variantes de SARS-CoV-2 que desarrolla el Proyecto PAIS y el ANLIS-Malbrán, fueron detectadas en Argentina cinco variantes en individuos sin antecedentes de viaje al exterior ni contacto estrecho con viajeros: dos consideradas de preocupación por la OMS, la variante Alpha (linaje B.1.1.7, Reino Unido) y la Gamma (linaje P.1, Manaos); y tres definidas como “de interés”, la variante Zeta (linaje P.2, Río de Janeiro) y la variante Epsilon (linajes B.1.427 y B.1.429, California) y la variante C.37 (Lambda, Andina)”.
Pero ocurre que, según estudios científicos que llevan adelante los investigadores del Proyecto PAIS (Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2), del Biobanco de Enfermedades Infecciosas BBEI, del Instituto Inbris y del Hospital de Clínicas José de San Martín, una de la variantes del coronavirus es más resistente a la protección conferida por la vacuna Sputnik V: la variante Gamma (Manaos).
“Lo que se observó es que tanto con una dosis como con dos los sueros de las personas inmunizadas con Sputnik V mantenían el nivel de anticuerpos neutralizantes contra Alpha y Lambda igual que contra la cepa de referencia de 2020; lo mismo sucedió con los sueros de convalecientes. Pero en el caso de la variante Gamma, los anticuerpos neutralizantes disminuyen tres veces en relación a la respuesta frente a la cepa de referencia que se utilizó de 2020 lo cual si bien es significativo no es dramático”, explicó a Télam el virólogo e integrante de Proyecto País Humberto Debat.
El objetivo del trabajo de investigación fue evaluar “la capacidad neutralizante de sueros obtenidos de individuos infectados por SARS-CoV-2 durante el año 2020 y de individuos vacunados con Sputnik V, frente a las variantes de SARS-CoV-2 circulantes actualmente en Argentina: linajes P.1 (Gamma, Manaos), B.1.1.7 (Alpha, Reino Unido) y C.37 (Lambda, Andina)”. Para hacer la comparación, los investigadores tomaron como referencia “la actividad neutralizante ejercida por los sueros frente al linaje B.1 (cepa de referencia del año 2020)”.
“Estos ensayos in vitro sólo reflejan la respuesta humoral (anticuerpos) pero no la celular (mediada por los linfocitos que son los que brindan la memoria), por lo que no expresan la respuesta total del sistema inmune y una disminución en los anticuerpos no necesariamente implica una disminución en la protección”, aclaró Debat. Según los datos obtenidos por este trabajo en relación a la disminución de la capacidad de neutralización de los sueros de convalecientes y vacunados con Sputnik V frente a la variante Gamma, los mismos coinciden con otros estudios realizados en el exterior con las vacunas de Pfizer y Oxford/Aztrazeneca, según afirma el trabajo.
Esta investigación reporta por primera vez que la variante Lambda (incorporada por la OMS como variante de interés) es “eficientemente neutralizada por los anticuerpos generados en respuesta tanto a la infección por variantes circulantes en nuestro país en el año 2020, como también por aquellos generados en respuesta a la vacunación con Sputnik V”.
El informe recordó que desde marzo de este año “un cambio en la dinámica de circulación de variantes virales del SARS-CoV-2 en Argentina ha planteado una nueva alarma en el terreno de la salud pública”. En la actualidad, más del 95% de los virus SARS-CoV-2 que circulan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) corresponden a las variantes de preocupación internacional Gamma y Alpha, y a la variante de interés Lambda.
La OMS definió como variante de preocupación a aquellas en las que se ha demostrado, tras una evaluación comparativa, que están asociadas a un aumento de la transmisibilidad, aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; o disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los medios de diagnóstico, las vacunas y los tratamientos disponibles.
En tanto que las variantes de interés son aquellas que en su genoma tienen mutaciones con implicaciones fenotípicas establecidas o presuntas o bien han sido identificadas como causa de transmisión comunitaria o de múltiples casos/grupos de Covid-19, o ha sido detectada en múltiples países.
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