La variante Delta de COVID-19, identificada por primera vez en diciembre último en la India, ya se ha detectado en 74 países y continúa propagándose rápidamente en medio de temores fundados de que pueda convertirse en la cepa dominante en todo el mundo.
Esa preocupación está sostenida por el avance de la nueva variante que es detectada en cada vez más contagiados de coronavirus y también de los informes científicos que muestran su alta capacidad para infectar y también eludir varias respuestas inmunitarias generadas por las vacunas.
“La variante Delta va camino de ser la dominante en el mundo debido a su mayor capacidad de transmisión”, advirtió hoy la jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan. “Esta variante “se está volviendo más prominente y dominante en algunas partes y esto es preocupante dada la información que tenemos sobre su transmisibilidad”, añadió el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
Ayer, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que dictan las políticas sanitarias preventivas de Estados Unidos reclasificaron la variante, al dejar de nombrarla “de interés”, para ahora llamarla como “de preocupación”, siguiendo los pasos de la OMS que había comunicado esto el 10 de mayo. Este reconocimiento fue motivado por las altas cifras de la variante Delta, también conocida como B.1.617.2 ya identificadas en Estados Unidos, donde los expertos afirman que ya representa el 10% del total de casos circulantes en la actualidad.
“Se duplica cada 2 semanas. La variante Delta es más transmisible que otras cepas y parece seguir siendo contagiosa durante períodos de tiempo más largos”, dijo esta semana el doctor Scott Gottlieb, infectólogo y ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). “Eso no significa que vayamos a ver un fuerte aumento en las infecciones de inmediato, pero sí significa que podría provocar una nueva epidemia de cara al otoño”, enfatizó.
¿Pero por qué los CDC y la OMS reclasificaron esta variante? Los funcionarios de salud pública observaron su crecimiento constante en la población infectada. La designación de “variante de preocupación” se otorga a las cepas de virus que los científicos creen que son más prominentes, más transmisibles, o causar una enfermedad más grave. Además, las pruebas de detección, los tratamientos médicos para personas que atraviesan COVID-19 en forma grave y las vacunas que actualmente se aplican, pueden ser menos efectivos contra esta variante.
En una sesión informativa sobre el COVID-19 en la Casa Blanca la semana pasada, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el doctor Anthony Fauci, alentó a todos a vacunarse contra el COVID-19, y señaló que la variante Delta ahora está en circulación en los Estados Unidos a un ritmo similar hasta el punto de inflexión visto en el Reino Unido, donde actualmente ha desplazado al coronavirus original y a la variante Alpha o de Kent.
“La variante Delta se ha convertido en la cepa dominante en el Reino Unido y representa aproximadamente el 60% de los casos nuevos. Ahora es más frecuente que la cepa Alfa, anteriormente llamada cepa B.1.1.7, que se identificó por primera vez en el Reino Unido, y la transmisión está alcanzando su punto máximo en personas de entre 12 y 20 años”, enfatizó Fauci. Los casos de la variante india “Delta” del coronavirus en Inglaterra se han triplicado en una semana, hasta alcanzar los 42.000, y la cepa parece propagarse un 64% más rápido que la variante británica de Kent, convirtiéndose así en la responsable de nueve de cada diez infecciones, según confirmaron este viernes las autoridades sanitarias del país.
“No podemos permitir que eso suceda en Estados Unidos”, enfatizó Fauci, y agregó que ello significa “un argumento muy poderoso” para vacunarse. “En particular, si recibió su primera dosis, asegúrese de recibir la segunda dosis. Y para aquellos que aún no se han vacunado, vacúnense”, insistió el experto infectólogo. Aproximadamente el 52,6% de la población de EEUU ha recibido al menos una dosis de vacuna, según el último recuento de los CDC actualizado el martes, y el 44% de la población está completamente vacunada.
“Acelerar el ritmo de la vacunación en las próximas semanas es vital”, dijo el doctor Eric Topol, director del Instituto Traslacional de Investigación Scripps. El instituto administra el sitio web Outbreak.info y ha estado rastreando variantes durante la pandemia. La propagación de la variante delta se ha convertido en una gran preocupación. “Se duplica cada 7 a 10 días, lo que significa que cuando llegue a 3 semanas a partir de ahora, esta variante será dominante. Eso significa que tenemos de 2 a 3 semanas para ponernos manos a la obra con la vacunación para detener esta tendencia”, precisó Topol.
Alta protección con dos dosis
Haber recibido dos dosis de las vacunas Pfizer/BioNTech o AstraZeneca/Oxford protege eficazmente de una hospitalización a causa de la variante Delta del coronavirus, identificada inicialmente en India, señaló el lunes un estudio de las autoridades sanitarias de Inglaterra.
Según las últimas cifras de Public Health England (PHE), cuatro semanas después de una dosis, cualquiera de las vacunas ofrecía casi un 50% de protección contra la variante Alpha. Sin embargo, para la variante Delta, esta protección fue menor, con una dosis de la vacuna Pfizer / BioNTech que ofrece aproximadamente un 36% de protección contra la enfermedad sintomática. Para una dosis de la vacuna Oxford / AstraZeneca, esta cifra fue aproximadamente del 30%. Dos semanas después de la segunda dosis, las diferencias en la efectividad de la vacuna por variante fueron más modestas, con el jab de Pfizer / BioNTech ofreciendo un 88% de protección contra la enfermedad sintomática con la variante Delta, en comparación con el 94% de protección contra la variante Alpha. Para la vacuna Oxford / AstraZeneca, las cifras fueron del 67% y 74% respectivamente.
Se trata de “resultados comparables a la eficacia de la vacuna en la prevención de la hospitalización relacionada con la variante Alfa”, aparecida en diciembre en Inglaterra. Del 12 de abril al 4 de junio, el estudio analizó los casos de 14.019 personas que contrajeron esta variante, de las cuales 166 fueron hospitalizadas. Esto “muestra lo crucial que es vacunarse por segunda vez”, afirmó el ministro de Sanidad, Matt Hancock, congratulándose de que el programa de vacunación británico “ya ha salvado miles de vidas”. También la doctora Mary Ramsay, responsable de vacunación de PHE, resaltó como “absolutamente vital recibir ambas dosis tan pronto como se ofrezcan para obtener la máxima protección contra todas las variantes existentes y emergentes”.
En coincidencia con esta publicación, la reconocida médica patóloga Marta Cohen dijo que no se recomienda más separar la primera de la segunda dosis tanto tiempo (hoy en Argentina se ofrece hasta 90 días después de la primera inoculación por la falta de vacunas) y planteó que Argentina debería reformular la estrategia de vacunación ante el avance de la variante Delta. En nuestro país apenas poco más del 8% de la población está inmunizada completamente con dos dosis.
“El virus cambió y la gente que tiene una sola dosis es como si no estuviera vacunada. Con una sola dosis responde de manera inadecuada con apenas un 33%. Está bajando la eficacia de las vacunas porque fueron hechas con un virus de hace un año atrás que ya no circula más. El virus cambió y el riesgo es que llegue una ola de la nueva variante y toda la gente que tiene una sola dosis es como si no estuviera vacunada. Esto significa que cambió el paradigma y hay que cambiar la estrategia. Toda la gente que tiene una dosis para la nueva variante no tiene nada”, alertó la patóloga pediátrica.
Cristina Freuler, médica infectóloga, jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán, explicó a Infobae que la aparición de esta variante no nos debe llamar la atención en absoluto. “En una pandemia, cuando hay una gran circulación de un virus en un determinado lugar, los mismos se replican con más facilidad. Al replicarse, son desprolijos y producen variantes. Algunas de éstas los hace ser más fáciles de transmitir, más fáciles de evadir las vacunas al ser más resistente a algunos anticuerpos, o más débiles.
“Respecto a las actuales vacunas que se están administrando, los estudios de Fase III se realizaron frente al virus original, no a sus variantes. En este caso, los científicos ahora están estudiando si se podría aumentar el número de dosis, o combinar vacunas, para lograr una mejor cobertura”, indicó Freuler. Y agregó: “Frente a la reciente información de que las vacunas tendrían un porcentaje menor de cobertura frente a la variante Delta, es importante destacar que actualmente no hay circulación constante de esta variante en Argentina. Solo hubo reportados algunos casos. Y que si eso sucediera, es preferible estar vacunado a no estarlo. Por ello es clave alentar a vacunarse a la gente. Cuanto más personas vacunadas haya, menos virus va a circular y menos variantes podrán surgir”.
El infectólogo Tom Frieden, ex director de los CDC de EEUU explicó ayer en un tuit que las personas que están vacunadas solo parcialmente están protegidas solo parcialmente. “En un estudio, 1 dosis de la vacuna Pfizer proporciona solo un 33 por ciento de protección contra el desarrollo de la enfermedad COVID sintomática causada por la variante Delta, en comparación con el 88 por ciento de efectividad después de ambas dosis”, destacó el experto. “La variante del coronavirus detectada en la India puede ser un 60% más contagiosa que la hallada en Kent, llamada Alfa”, señaló el pasado viernes Neil Ferguson, destacado experto del Imperial College London, cuyos análisis ayudaron en las decisiones tomadas por el Gobierno para el confinamiento en marzo de 2020.
En Gran Bretaña, el país europeo más afectado por la pandemia, más de la mitad de las cepas del SARS-CoV-2 que están circulando en la población son de la variante Delta. Se está investigando actualmente si esa variante está asociada con una mayor capacidad de causar reinfecciones y de enfermar más gravemente, además de poder evadir el sistema inmunológico. Ferguson destacó además que la mayoría de los hospitalizados en el Reino Unido a causa de la variante Delta no están vacunados. “Es importante decir que la mayoría de las personas actualmente hospitalizadas con esta variante, y con cualquier variante, no están vacunados. Así que está claro que las vacunas aún tienen un efecto considerable”, indicó.
Los investigadores adelantan que Delta es entre 40% y 80% más contagiosa que la variante alfa, y es responsable del 96% de los nuevos casos en Gran Bretaña, que ya contabiliza casi 128.000 muertos. Y ha llevado los contagios diarios de 2000 a 7000 en poco tiempo. También en Francia crece la alarma por el alcance de esta variante. La Agencia Regional de Salud de la región francesa del Gran Este anunció en las últimas horas un “plan de acción inmediato” tras haber identificado cuatro casos en Estrasburgo.
La variante Delta (B.1.617.2) gana terreno también en Alemania, donde en la semana del 31 de mayo al 6 de junio representaba el 6,2 % de todas las mutaciones analizadas, el doble que catorce días antes, según el Instituto Robert Koch (RKI) de virología. La variante Alpha (B.1.1.7 o británica), retrocede, aunque con una presencia del 86,4 % sigue siendo la mutación predominante. “Hay que partir de la base de que el retroceso de B.1.1.7 va asociado al porcentaje creciente de B.1.617.2 y cabe esperar que esta evolución continuará”, señala el RKI en su informe. Alemania acumula desde el inicio de la pandemia 3.718.955 positivos y 90.179 muertos con o por covid-19, mientras los casos activos se sitúan actualmente en unos 34.100. Este martes habían recibido la pauta completa de la vacuna 22.967.526 personas, el 27,6 % de la población, y 40.707.016 (el 48,9 %), la primera dosis.
¿Qué hace que la variante Delta sea un COV?
Las diferentes variantes se caracterizan por mutaciones o alteraciones en el material genético del virus.
Un virus de ARN, como el SARS-CoV-2, está compuesto por aproximadamente 30.000 pares de bases de aminoácidos, colocados como ladrillos uno al lado del otro. Una alteración en cualquiera de estas bases provoca una mutación, cambiando efectivamente la forma y el comportamiento del virus. La variante Delta contiene múltiples mutaciones en la proteína de pico y hay al menos cuatro mutaciones que son importantes que la conforman.
Una de ellos se llama L452R, reportado por primera vez en Dinamarca en marzo del año pasado. Se ha encontrado que esta mutación es más transmisible que las cepas de tipo salvaje y también se ha asociado con una eficacia reducida de los anticuerpos y una neutralización reducida por los sueros de la vacuna. La mutación P681R se ha asociado con procesos químicos que pueden mejorar la transmisibilidad, dice PHE.
La mutación D614G se documentó por primera vez en los EEUU. A principios de la pandemia, habiendo circulado inicialmente en Europa. “Existe evidencia de que las variantes con esta mutación se propagan más rápidamente”, dicen los CDC. La otra mutación en Delta es T478K, que estuvo presente en alrededor del 65% de las ocurrencias en la variante B.1.1.222, detectada por primera vez en México el año pasado y asociada con una mayor infectividad.
Paso atrás en Gran Bretaña
El primer ministro británico, Boris Johnson, pospuso por cuatro semanas el levantamiento de las últimas restricciones contra el coronavirus en Inglaterra, con la esperanza de frenar el rápido auge de la variante Delta, completando su exitosa campaña de vacunación. “Creo que es sensato esperar un poco más”, afirmó en la rueda de prensa, donde anunció la “muy difícil decisión” de aplazar el desconfinamiento total del 21 de junio al 19 de julio.
La situación de emergencia será revisada el 28 de junio, lo que podría permitir adelantar la reapertura, aunque un vocero del primer ministro dijo que era poco probable que hubiese un cambio de decisión. Enfrentado a una mutación mucho más contagiosa del coronavirus, detectada en Kent, en el sur de Inglaterra, a fines del año pasado e identificada después como alfa por la OMS, el gobierno de Johnson impuso un estricto confinamiento a principios de enero, que empezó a levantar muy gradualmente a fines de marzo.
Poco a poco fueron reabriendo escuelas, comercios no esenciales, terrazas, cines, museos y restaurantes. Solo faltaba la reapertura de discotecas y otros locales de ocio nocturno en su máxima capacidad. Johnson sostiene que retrasar el desconfinamiento total permitirá completar las vacunas de más británicos, especialmente después de que un estudio de las autoridades sanitarias de Inglaterra arrojara este lunes que haber recibido dos dosis de las vacunas Pfizer-biontech o Astrazeneca protege en 96% y 92%, respectivamente, de una hospitalización a raíz de la variante delta.
Fue en abril cuando la OMS designó a delta como variante “de interés” y posteriormente el 11 mayo cambió a variante “de preocupación”, según reseña el diario The Guardian. Según la evidencia observada en la India, podría causar síntomas más graves, que incluyen dolor de estómago, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y de audición y dolor en las articulaciones. De acuerdo con un estudio publicado en la revista científica The Lancet, la variante delta duplica el riesgo de hospitalización en comparación con la variante alfa. Sin embargo, el estudio también señala que dos dosis de vacuna brindarían una fuerte protección.
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