Casos muy inusuales de problemas cardíacos en adolescentes y jóvenes adultos vacunados contra el COVID-19 fueron reportados por las autoridades sanitarias de Israel, Francia y Estados Unidos, sin que se haya establecido de momento un vínculo con la vacunación.
Se trata de casos de miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, que les ocurrieron a personas que recibieron una vacuna de ARN mensajero como las desarrolladas por Pfizer/BioNTech o Moderna, según registraron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Aunque es importante señalar que hasta el momento no se ha demostrado un vínculo entre la enfermedad desarrollada con las inyecciones aplicadas.
La mayoría de los casos “parecen ser benignos”, explicaron y aseguraron que se realiza un seguimiento a la situación. Han sido informados “relativamente pocos” casos, según los CDC, que no detallaron ni los nombres ni las edades exactas de las personas afectadas. Los episodios ocurrieron principalmente en “adolescentes y jóvenes adultos”, en los cuatro días siguientes a la inyección. Estas miocarditis, que ocurrieron con más frecuencia “tras la segunda dosis”, han afectado más a los hombres que a las mujeres, según los estudios relevados. El número de miocarditis reportadas no excede de momento la tasa normal de este padecimiento en las personas de ese grupo etario, según las autoridades sanitarias.
La vacuna se ha administrado a más de 5 millones de personas en Israel y el número de casos de coronavirus ha disminuido bruscamente gracias a esta campaña intensiva de vacunación, que busca ser ampliada a jóvenes de 12 a 16 años, como ya lo autorizó la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). En Israel, según un estudio realizado por funcionarios de salud locales, se identificaron 275 casos de miocarditis entre diciembre de 2020, cuando comenzó la campaña de vacunación, y mayo de 2021, incluidos 148 casos dentro del primer mes después de la vacunación. De estos, 27 casos ocurrieron después de la primera dosis y 121, después de la segunda dosis. En ambos casos, aproximadamente la mitad correspondió a personas con afecciones médicas previas.
El doctor Mario Boskis (MN 74002), cardiólogo y miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (MTSAC), explicó a Infobae que la miocarditis es una afección relacionada al coronavirus que genera daño en el corazón y se ha visto con más frecuencia que llegó en un 5% a pacientes pos COVID.
“De los 5 millones de vacunados en el estudio, solo hay 275 casos de miocarditis y el 95% fueron leves. En la ecuación riesgo-beneficio, sería mayor el beneficio de vacunarse para evitar la miocarditis que el riesgo potencial en jóvenes que la vacuna de COVID le genere en el corazón. Tanto la Unión Europea como los CDC de EEUU recomiendan que se continúe la vacunación. Igualmente hay que seguir investigando con más estudios clínicos de farmacovigilancia.”, indicó el experto, coordinador de los consejos científicos de la SAC.
“En este momento, todavía no hay indicios de que los casos se deban a la vacuna”, dijo Pfizer en un comunicado. La miocarditis a menudo es causada por infecciones virales y se han reportado infecciones por COVID que han causado la afección, indicó la farmacéutica estadounidense. BioNTech dijo que se han administrado más de 300 millones de dosis de su vacuna contra el COVID-19 todo el mundo y que el “perfil de riesgo-beneficio” de la vacuna sigue siendo positivo.
“Se está realizando una evaluación cuidadosa de los informes, que no se ha concluido. Los eventos adversos, incluidas la miocarditis y la pericarditis, están siendo analizados de manera regular y exhaustiva por las empresas y las autoridades reguladoras”. La mayoría de los casos se produjo en hombres jóvenes, especialmente aquellos entre 16 y 19 años. En la mayor parte de ellos, los pacientes estuvieron hospitalizados por cuatro días o menos, y el 95% de los casos se calificó como leve, sostuvo el ministerio”, indicó la compañía.
Pero, ¿qué es la miocarditis y por qué es una consecuencia cada vez más frecuente en pacientes recuperados del coronavirus?
“La miocarditis es una inflamación aguda, que manifiesta síntomas muy leves como dolor en el pecho y dificultad para respirar, pasando por un derrame en el pericardio o hasta formas muy graves como arritmias fatales o insuficiencia cardíaca. Tiene un compromiso clínico muy variado, formas muy leves o en ciertos casos severas que pueden llegar a necesitar un trasplante”, explicó a Infobae la médica cardióloga, Mirta Diez, especialista en Insuficiencia Cardíaca y jefa de la sección de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Según Diez, en algunos casos más graves de pacientes con coronavirus, se observó que tenían arritmias graves, isquemia, entre otras, pero que aún no se puede establecer la relación directa: “Se pudo observar por la resonancia magnética en varios reportes de biopsias de pacientes y se pudo constatar que hay una inflamación en el corazón. Sin embargo, aún falta evidencia para relacionarlas directamente ya que la enfermedad como sabemos, es muy nueva”.
“No está claro que el virus del COVID-19 genere de manera directa la miocarditis como por ejemplo la miocarditis por parvovirus; si bien es una posibilidad no hay evidencia suficiente para poder afirmar algo así”, enfatizó Diez. Las biopsias endomiocárdicas y las necropsias, pruebas de confirmación de referencia, han sido escasas y distantes entre sí. Sin embargo, un análisis de resonancia magnética cardíaca publicada en Medscape señaló que la miocarditis aguda, se presentaba en 8 de cada 10 pacientes con “síndrome similar a miocarditis” y un estudio publicado el 30 de junio del 2020 afirmaba que el coronavirus puede infectar las células cardíacas en una placa de laboratorio.
Los factores de riesgo en pacientes con COVID-19 son: edad avanzada, trastornos cardiovasculares concomitantes y elevación de la troponina o el propéptido natriurético cerebral N-terminal, entre otros, mientras que la miocarditis es una enfermedad en la cual en casi todos los casos median factores inmunitarios, y no se libera troponina.
“Es muy importante que las personas no dejen de acudir a las consultas con su cardiólogo ya que estamos viendo a muchos pacientes que llegan con cuadros que tienen años y años. El virus va a estar con nosotros por mucho tiempo, no tenemos una fecha límite, por eso no hay que descuidar otros aspectos”, concluyó Diez.
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