Desde hace más de un año, el mundo se halla inmerso en la pandemia de COVID-19 a raíz de la aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan.
Desde ese momento, la ciencia se ha enfocado en combatir esta enfermedad que al momento ha causado más de 145 millones de infecciones y 3 millones de muertos en todo el mundo. Además de los diferentes tratamientos en estudio, la ciencia ha podido desarrollar varias vacunas seguras contra el nuevo coronavirus, con muy altos grados de porcentaje de efectividad para evitar infecciones.
“Las vacunas salvan cada año millones de vidas. Su función es entrenar y preparar a las defensas naturales del organismo ―el sistema inmunológico― para detectar y combatir a los virus y las bacterias seleccionados. Si el cuerpo se ve posteriormente expuesto a estos gérmenes patógenos, estará listo para destruirlos de inmediato, previniendo así la enfermedad”, explicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente.
Y agregó: “Las vacunas son una herramienta nueva y esencial para poner fin a la COVID-19 y resulta muy alentador comprobar el número de ellas que están en desarrollo y los buenos resultados obtenidos en algunos casos. En todo el mundo, los investigadores están trabajando lo más rápido posible, colaborando e innovando para que dispongamos de las pruebas, los tratamientos y las vacunas que, en conjunto, salvarán vidas y pondrán fin a esta pandemia. Hay al menos 7 vacunas distintas [N d R: son en total 9, pero la OMS no ha aprobado todavía las vacunas chinas de Sinovac y Sinopharm] que los países han empezado a administrar en tres plataformas, concediendo prioridad en todos los casos a las personas vulnerables. Además, hay más de 200 vacunas experimentales en desarrollo, de las cuales más de 60 están en fase clínica.
Una de las voces más respetadas en el ambiente médico y que ha estado alentando la campaña de vacunación mundial contra el SARS-CoV-2 es el reconocido cardiólogo y genetista estadounidense Eric Topol, editor jefe del sitio de salud Medscape, que a través de Twitter volvió a destacar que las vacunas brindan 100% de protección contra la muerte y las hospitalizaciones por coronavirus.
Es más, en uno de sus últimos mensajes en la red social, Topol destacó información relevante sobre la protección que brindan las vacunas contra la nueva amenaza de las variantes del coronavirus: “Ahora tenemos pruebas sólidas de que existen vacunas que protegen contra todas las variantes preocupantes: ✓ B.1.351 (Sudáfrica) ✓ P.1 (Brasil) ✓ B.1.1.7 (Reino Unido) ✓ B.1.526 (Nueva York) ✓ B.1.429 (CA)”, escribió Topol.
“Si bien es cierto que las vacunas tienen diferentes tasas de éxito contra las distintas variantes, la percepción de que no funcionan en absoluto contra las variantes es incorrecta. De hecho, las vacunas disponibles han funcionado extraordinariamente bien hasta ahora, no sólo en la prevención de la infección sino, lo que es más importante, en la prevención de la enfermedad grave y la hospitalización, incluso cuando las nuevas variantes circulan por todo el mundo”, agregó el experto.
Por ejemplo, la vacuna de Pfizer y BioNTech es efectiva contra la variante británica y sudafricana del virus, según los datos revelados por la propia farmacéutica. En ellos, se demuestran que la vacuna es eficaz con una mutación del virus, la llamada N501Y, hallada en las nuevas variantes del Reino Unido y Sudáfrica.
La vacuna de Moderna también ha demostrado efectividad contra las nuevas vaciantes del Covid-19. Los resultados, publicados en una preimpresión en bioRxiv, demuestran que “no hay una reducción de la protección contra el coronavirus en las personas que entran en contacto con la cepa británica”. Sin embargo, con la variante identificada en Sudáfrica, el estudio demuestra una reducción de seis veces en la protección, aunque los niveles de anticuerpos se mantienen por encima del mínimo que se espera para considerarla efectiva, según los expertos.
Igualmente, Moderna espera que las dos dosis que constituyen su vacuna sean efectivas contra las nuevas cepas emergentes; aunque ya ha anunciado que van a impulsar una estrategia clínica para hacer frente a las futuras evoluciones del COVID-19.
Respecto a la de AstraZeneca, las últimas investigaciones publicadad en The Lancet sugieren que también es eficaz para combatir la variante británica como el virus original. Los científicos de la Universidad de Oxford que la desarrollaron han afirmado que “los datos de ensayos en Reino Unido indican que la vacuna no sólo protege contra el virus pandémico original, sino que también protege contra la nueva variante B117, que causó el aumento de la enfermedad a partir de finales de 2020 en todo Reino Unido”.
Respecto a la variante identificada por primera vez en Nueva York, conocida por los científicos como B.1.526, que recorrió la ciudad después de su descubrimiento inicial en noviembre, las vacunas también son efectivas. B.1.526 representaba uno de cada cuatro casos diagnosticados en noviembre y casi la mitad de los casos al 13 de abril. La variante que paralizó a Gran Bretaña, B.1.1.7, también está circulando ampliamente en Nueva York. Juntos, los dos suman más del 70 por ciento de los casos de coronavirus en la ciudad.
Las vacunas estimulan al cuerpo a montar una respuesta inmune expansiva, con miles de tipos de anticuerpos y varios tipos de células inmunes. Un subconjunto de estos combatientes inmunes, llamados anticuerpos neutralizantes, es esencial para prevenir infecciones. Pero incluso cuando los anticuerpos neutralizantes son escasos o incluso ausentes, el resto del sistema inmunológico puede reunir una defensa suficiente para defenderse de enfermedades graves y la muerte.
En ambos estudios nuevos, los anticuerpos neutralizantes de las personas vacunadas fueron mejores para frustrar el virus que los de las personas que desarrollaron anticuerpos por estar enfermas con COVID-19. La comparación directa de los dos conjuntos de anticuerpos ofreció una posible explicación : los anticuerpos de las personas vacunadas se distribuyen en una gama más amplia de partes del virus, por lo que ninguna mutación tiene un gran impacto en su eficacia, lo que hace que las vacunas sean una mejor apuesta contra las variantes que la inmunidad. de una infección natural.
Las vacunas Pfizer-BioNTech como Moderna prevenirán eficazmente enfermedades graves y la muerte por la variante, sugieren dos estudios independientes. Los anticuerpos estimulados por esas vacunas son solo un poco menos potentes para controlar la variante que la forma original del virus, encontraron ambos estudios.
“No estamos viendo grandes diferencias”, dijo Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad Rockefeller en Nueva York y miembro del equipo que publicó uno de los estudios el jueves.
“El mensaje final es que las vacunas van a funcionar contra la variante de Nueva York y la variante sudafricana y la variante del Reino Unido”, dijo Nathan Landau, virólogo de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York que dirigió el estudio.
La OMS deja un mensaje final a la población vacunada y la que espera vacunarse: “La disponibilidad de vacunas seguras y eficaces supondrá un cambio radical, pero en el futuro próximo deberemos seguir llevando mascarilla, manteniendo una distancia de seguridad con las demás personas y evitando las aglomeraciones. Estar vacunados no significa tirar por la borda las medidas preventivas y arriesgar nuestra salud y la de los demás, sobre todo porque todavía desconocemos el grado en que las vacunas protegen no solo contra la enfermedad sino también contra la infección y la transmisión”.
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